(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
El 23 de diciembre en la noche murió en su amado Acapulco, Walter Torres, de 74 años de edad, fundador, director, maestro, compositor, musico, ejecutante, líder del Conjunto Acapulco Tropical, curioso él era de Tierra Caliente, de las Cruces, municipio de Coyuca de Catalán Guerrero, pero como decía Chabela Vargas, “los mexicanos nacemos donde nos da la chingada gana”, se hizo hijo prodigo del puerto, nunca recibió reconocimiento digno de alguna autoridad municipal, fue un incansable promotor turístico, nunca se cansó de decir que fueran a Acapulco que estaba hermoso, que uno era feliz allí, que comieran mariscos, cuánta razón tiene.
Con Walter no solo se va una parte de la historia musical de México, se va toda una época, el último icono representativo del México de los 60´s, 70`s, de toda una generación de migrantes que llegaban por borbotones a la floreciente ciudad de los palacios, mi hermosa ciudad de México, Walter fue un referente aspiracional, que se transmitió en generaciones heredado por nuestros padres, abuelos, bisabuelos, por el singular sonido costeño, arrabalero, “corriente”, como definían algunos.
La injusticia mas grande que puede recibir un creador es la falta de reconocimiento social, político y empresarial, el de las elites, no era el artista de moda, pero si el de las masas, el de la venta de millones de discos, el que aglomeraba multitudes para bailar, el que rechazaron los ejecutivos de las disqueras, radiodifusoras y televisoras, basta recordar el episodio en el que Jorge Saldaña criticó destrozando su disco en cadena nacional en un hermoso molcajete mexicano.
Su singular vestimenta de camisas floreadas fue imitada mas tarde por comediantes de época, hasta la fecha los contemporáneos emanados del paradisiaco puerto no pueden desprenderse de estas e incluso del cangrejito de peluche, de allí uno de sus más grandes éxitos “El cangrejito playero”.
La indiferencia de las “grandes” compañías llevó a Walter al abandono, pasado, presente, quizá también futuro, eso dependerá de la familia, si es que decide hacer lo que el maestro no quiso, pues también hay que decir, era un hombre osco, estafado, golpeado por un sistema injusto, pero el nunca abandono sus raíces, nunca se fue sin una foto, su última canción se convertía en una hora más, en los días de reyes regalaba cientos de juguetes en Xoxocotla Morelos, lugar en el que le construyó casa a todos sus hijos.
En la vida era como en el escenario un gran patriarca, quería a su rebaño cerca, un hombre que de la nada obtuvo éxito, filmo 5 películas, varias docenas de discos, al menos un lustro de presentaciones en 50 años de trayectoria, un clásico, alejado del escándalo, nunca uso estrategias de mercado que incidieran en su posicionamiento, me sorprendió un día saber que en un homenaje que le organizamos en el Teatro Metrópolitan los medios de comunicación lo cobijaron incluso el periodista Carlos Marín fue a cantar en dueto a ese show, Fernanda Tapia, Charly Montana, Toño Lira, Big Metra, Los de Abajo, Agrupación Cariño, La Tremenda Korte, entro otros.
Todos emocionados referenciaban historias, anécdotas alrededor de su vida con canciones como: “Vicky”, “el solterito”, “el mujeriego”, “mar y espuma”, “el chango de rosita”, “La Novia fea”, “mar sagrado”, “yo soy aquel”, “mala mujer”, “Acapulco tropical”, “la cocaleca”, “el mujeriego”, “mar y espuma”, es imposible pensar reuniones familiares sin que su música este en nuestras fiestas, en nuestras celebraciones, que acompañara a nuestros muertos, que celebrara los recuerdos.
La edad lo hizo rudo, aferrado a sus formas, prefería lo tradicional, como se manejaba “antes”, pero siempre preponderando tocar “que siga la fiesta”, viajar, no se hallaba en su casa, pero era un inigualable anfitrión, hace no mas de dos años celebro sus bodas de oro, acompañado del maestro Ricardo Ochoa (Peace and Love, Náhuatl, Kenny y los Eléctricos) convivimos con la familia, compartimos los alimentos, nos metimos hasta la cocina, hasta huesos para mi perro “el tuercas” nos dieron.
No es una pena, no es una lástima, no es una tristeza, es un pinche dolor de mierda saber tu partida maestro, gracias, gracias, gracias, celebro tu vida, que me dejaras producirte, que me escucharas, soñaras conmigo, que pudiéramos bromear, beber, platicar, discutir, razonar, maestro luz, amor en tu camino.
Carlos Arturo Martínez Negrete es productor musical, defensor de derechos humanos, investigador sobre la preservación del patrimonio cultural, también conocido como «Carlos Lima» 🐦@charlylima
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