El Desfanatizador / Los magueyes y el cambio climático

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Según la FAO, los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM) son caracterizados por su notable agrobiodiversidad, conocimientos tradicionales, culturas y paisajes invaluables, gestionados de manera sostenible por agricultores, pastores, pescadores y comunidades forestales, contribuyendo a sus medios de vida y a la seguridad alimentaria. En el mundo existen 95 sistemas reconocidos, los cuales se distribuyen en 28 países; al respecto, México aporta tres: Ich Kool: Milpa Maya; Sistema agrícola de la chinampa; Metepantle: Sistema agrícola ancestral en las zonas montañosas.

El llamado Metepantle (palabra náhuatl derivada de "metl" maguey, y "pantli" hilera o división), representa un mosaico en terrazas de maíz, agave, frijoles, calabaza y plantas silvestres. En Hidalgo existen claros ejemplos visibles, aunque la mayoría de las veces impulsados desde los propios tlachiqueros/tlachiqueras, ya que integran al maguey aguamielero como cultivo central, lo cual permite conservar recursos naturales y biodiversidad, sino también fortalecer la identidad cultural, la economía local y la gestión comunitaria del territorio. Empero, proyectos ocupacionales pensados en el pasado vuelven a reactivarse en el presente, paradójicamente sobre la misma histórica región agavera de Hidalgo; es decir, lógicas extractivas abaladas por los antes encargados de salvaguardar la naturaleza, y sí, muchas veces con la complacencia (quizás forzada) por los dueños de las tierras.

Es así como las enseñanzas del deber ser que posibilitó la llegada en Hidalgo, de la principal planta cervecera de América Latina, pero más aún los impactos visibles socioeconómicos en la región (estrés de los mantos acuíferos, monocultivo, pérdida de biodiversidad, servidumbre agrícola, por mencionar algunos), nos recuerde, frente a la inminente instalación de tales lógicas extractivistas, la importancia de la mitigación/prevención de los impactos posibles (la socialización de abierta de los actores). Hace 10 años colegas estudiosos en el tema afirmaban: en el caso de la planta en Apan que se favorece el interés económico representa ¨Una hipoteca del patrimonio natural del país para un negocio privado porque se hace uso de un bien común –que es el agua– para el capital privado".

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