
Ráfagas: No habrá encubrimiento en caso Zimapán: Morena
Twitter: @OswaldoRamirezG
Ahora que veo en redes la cantidad de videos festejando a la niñez, es inevitable dejar de lado aquellos ya clásicos perfiles en Facebook que han tomado por costumbre desde hace unos años cambiar su foto de perfil por una de cuando eran niños (as). También los hay aquellos padres, madres, tíos y hasta docentes que suben el orgullo fotografías junto a sus adorados infantes. No obstante, esto tristemente se contrapone con aquellos videos cortos denominada Tik Tok, sí la misma que hoy por hoy es una suerte de Auto Tune que le da fama a gente común a veces sin menos gracia que bailes burdos, retos absurdos, parodias sin sentido, y si en cambio mucho de pena ajena.
Ha sido en la susodicha aplicación, misma que Donald Trump infructuosamente intento prohibir en Estados Unidos durante su gobierno, en la que observé videos sobre rabietas de algunos niños y como estos faltan el respeto a personas adultas, presumiblemente sus padres o familiares; golpeándolos, insultándolos o destruyendo todo a su paso ¿Por qué motivo? El simple y llano de prohibir o quitarles su teléfono celular. Si bien es cierto los tiempos cambian, creo que lo que debe perdurar en los relevos generacionales son los principios de equilibrio, respeto y una educación familiar que se complemente con el conocimiento en las aulas de las escuelas, y no al contrario, en donde los padres más jóvenes piensan que el docente debe ser autocomplaciente con sus hijos y su niñera, dejando en último término el aprendizaje.
¿Qué si esto es culpa de un abismo y desentendido entre lo políticamente correcto y la ambigüedad en el sistema educativo? Lo es en parte y supera dicho sector, pues como ciudadanos vivarachos, sin importar partido o sexenio, solemos pasarnos de listos al abusar y sobreponer nuestros derechos antes de nuestras obligaciones. Si eso hacemos como ciudadanos al no responsabilizarnos de nuestro papel y delegarle todo a un sistema político, imaginen pues que hacen nuestros niños que piden lo mismo tanto dentro como fuera de casa.
No se trata de generalizar, pero mientras no se tenga un control de las tecnologías y una educación familiar responsable, no pocas veces los padres estarán creando a futuro jóvenes caprichosos y egoístas sin una noción clase de consciencia social, respeto y amor por su medio. Los limites deben existir sin caer en la violencia de los golpes, pero cuando tenemos a padres menores de veinte años, preocupados más por su apariencia y sobrevivir a las necesidades básicas de la familia, suelen justificar y dejar la batuta de la formación de valores a las tabletas electrónicas o celulares cuando más, cuando menos a sus padres (abuelos), así como a los docentes.
Escribo esto mientras miro un meme de Facebook en alegoría a esta fecha. En el que se hace una comparación entre cómo se vivía la infancia en la década de 1980, jugando por las tardes en los parques rondas infantiles, policías y ladrones, a las escondidas, entre otras cosas. En el mismo, en la parte inferior se ejemplifica como viven su niñez los infantes de hoy; ensimismados en sí mismos y la nula convivencia en espacios públicos donde a través del “tic tac” (tecleo) de su celular pasan los ratos libres que décadas anteriores eran de rejuego grupal. Honestamente, no sé qué me da mas pena en dicha imagen, si el trasfondo en cómo ha cambiado el desarrollo del esparcimiento de la infancia los últimos cuarenta años o los likes de “me divierte” de algunos padres, madres o jóvenes le dan a dicha publicación.
Para no dejarlos con un agridulce sabor en este cierre de abril, pasemos mejor al origen histórico de dicho festejo:
El Día de la Niñez, como se le conoció en un inicio, es fruto de un mundo tumultuoso de guerras y cambios políticos a nivel mundial a inicios del siglo XX. En septiembre de 1919, la Sociedad del Niño presentó al Congreso una iniciativa para establecer un “día del niño”, mismo que no se concretaría hasta 1925 como parte de un proyecto que respaldaría la secretaría de Educación Pública.
Una de las motivaciones que generó el festejo provino del movimiento obrero, el cual entonces pugnaba entre otras cosas por disminuir la carga laboral a muy temprana edad de los infantes en las fábricas. Cabe señalar que muchos se vieron obligados en mentir en su edad para incorporarse al sector fabril tanto en Europa como en Estados Unidos, ello principalmente a consecuencia de la crisis económica y de los rezagos que dejó la Primera Guerra Mundial.
En México la motivación esencial por proteger a las infancias provino de las consecuencias y su participación durante la revolución mexicana.
Parte de la lucha por crear el día del niño se debió a los testimonios tales como el del niño tabasqueño, Andrés Iduarte quien en una serie de cartas relata la cruda realidad que le tocó vivir a su escasa edad. Sería durante la gestión del secretario de Educación Pública, José Manuel Puig Casauranc que se propondría juntar la fecha con la del Día del Trabajo (1º de mayo), pero como esta era inhábil se decidió que, haciendo eco del logro, el reconocimiento de la infancia se celebrase un día antes, el 30 de abril.
Desde luego que este no fue el único ni el primer momento en el que en nuestro país se hizo un reconocimiento hacia las infancias. Muy a su manera desde el sistema educativo porfiriano, el periodista y escritor, Heriberto Frías (1870-1925) emprendió un proyecto de creación de la Biblioteca del Niño Mexicano con ilustraciones didácticas sobre historia y literatura. La colección fue denominada “Biblioteca del Niño Mexicano. Una edición en Aras del Progreso y la Educación”, publicada por la editorial de los Hermanos Maucci entre los años 1899 y 1900.
Finalmente, no sabemos si Heriberto Frías se mantuvo al tanto del proyecto de celebración del día del niño, lo que si constatamos es que fue una gran ironía del destino que dicha celebración se iniciara precisamente el año de su muerte, como una suerte de antesala que abre el destino a nuevos tiempos en el marco de la historia de la infancia en México. Sea pues, con o sin celular, Feliz Día del Niño y Excelente inicio de mayo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.