Ráfagas: Voracidad panalista
CIUDAD DE MÉXICO, 28 de agosto de 2018.- Estamos a unos días del sexto y último informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y como cada año aprovecha los días previos para conceder entrevistas a algunos medios de comunicación privilegiados en los que destaca los logros de su administración, pero fue en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Grupo Imagen en la que reconoció que será el pueblo mexicano el que lo juzgará en su ejercicio de gobierno, una frase lapidaria, similar a la que pronunció Felipe Calderón en el 2012 a días de dejar su gestión ante constantes críticas por “la guerra contra el narcotráfico” que impulsó y dejó miles de muertos.
El mensaje de Peña Nieto no es casualidad, el análisis del contenido del mismo dice mucho de la forma de pensar del inquilino de Los Pinos, quien no entendió en su totalidad la razón por la que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo la peor derrota en su historia el pasado 1 de julio, pues una de las causas de la debacle priísta fue la percepción general sobre un gobierno corrupto que no supo resolver los grandes problemas del país e incluso se agravaron.
Para el mexiquense, no se le puede juzgar en toda su administración en estos momentos y será una vez que Andrés Manuel López Obrador inicie su ejercicio de gobierno cuando los ciudadanos puedan comparar los resultados de las constantes promesas del tabasqueño y la situación que deja Peña Nieto, pero indudablemente habrá aspectos que se quedarán grabados en el colectivo general como el caso Ayotzinapa que no se pudo esclarecer en su totalidad, así como la Casa Blanca, la propiedad que adquirió con su esposa por un valor de más de siete millones de dólares.
Felipe Calderón reconoció a finales de su sexenio que la estrategia militar que emprendió en su gobierno contra el crimen organizado no tendría resultados inmediatos, pero que lo hacía por los hijos de los mexicanos para que vivieran en paz, sin embargo, a seis años de dichas palabras la historia aún califica negativamente la gestión del panista y algunos consideran que con él comenzó la ola de violencia.
Aunque algunos han comparado que la situación de inseguridad y violencia se agravó en el gobierno de Peña Nieto, lo cierto es que Calderón no se ha quitado esa imagen negativa de su gobierno y por ello en sus redes sociales el tema del crimen organizado sigue siendo uno de los temas recurrentes que le reprochan los usuarios.
El caso de Peña Nieto es aún más delicado, el priísta no sólo ha sido cuestionado por la inseguridad y violencia generalizada en el país que superó los récords negativos de Calderón, sino que también es reprobado por la mayoría de los mexicanos por la corrupción que proliferó—visiblemente—en su sexenio y para ello están los casos de la Casa Blanca, la Estafa Maestra, Odebrecht, así como los ex gobernadores priístas como Javier Duarte, César Duarte y Roberto Borge, aunado a la alza de los precios de las gasolinas, por lo que difícilmente el colectivo mexicano recordará algunos de los aspectos positivos del gobierno del mexiquense.
Los grandes proyectos que pregonó Peña Nieto en su gobierno o están en riesgo de finalizar como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que López Obrador anunció que será consultado por la sociedad o serán modificados casi en su totalidad como las reformas estructurales, por lo que el legado positivo del ex gobernador del Estado de México será poco visible.
La imagen de Peña Nieto no sólo ha sido cuestionada por la mayoría de los mexicanos, sino por los extranjeros, pues el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha evidenciado la tibia actitud del mandatario en temas de política internacional, y sólo por el tema del informe de gobierno ocupará la agenda pública en los próximos días por primera vez desde enero, ya que en todo este tiempo López Obrador ha fijado los temas de la discusión pública desde candidato hasta presidente electo.
En este espacio no pretendo enumerar todas las deficiencias o eficiencias del gobierno de Peña Nieto, eso lo hará usted amable lector, sin embargo, en cuanto al contenido del mensaje del mandatario es la resignación y esperanza de una posible precepción positiva en un futuro como en su momento lo aspiró Calderón.
Nota aparte: López Obrador ha comenzado a desencantar a algunos electores, pues anunció la semana pasada que el Ejército y la Marina no regresarán a sus cuarteles como tanto pregonó en campaña el tabasqueño, por lo que posiblemente seguirá con la estrategia tan cuestionada de Calderón y Peña Nieto.