(W) Ecos Sindicales: Operación Panal
CIUDAD DE MÉXICO, 26 de junio de 2018.- Estamos a unos días de las elecciones más grandes en la historia de México y ante un triunfo probable del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la presidencia de la República y una mayoría en el Congreso de la Unión, existe desesperación entre los candidatos tanto de la coalición “Todos por México” como por el “Frente por México”, pues algunos perderán bastiones que han mantenido históricamente con el clientelismo electoral.
Las fórmulas de intentar desacreditar a Andrés Manuel López Obrador como ocurrió en 2006 y 2012, en esta ocasión parecen no tener el efecto deseado de sus rivales, pues aunque han pretendido fragmentar su imagen electoral con la propuesta de amnistía, los reiterados ataques a su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad de México y su cercanía con personajes desprestigiados como Elba Esther Gordillo, Napoleón Gómez Urrutia, así como otros de cuestionable reputación como Nestora Salgado, Alfonso Romo y Ricardo Monreal, esto aún no ha influido en las encuestas para bajar su imagen.
La desesperación de los candidatos del PRI y de la alianza PAN-PRD por el inexistente crecimiento de los abanderados presidenciales es cada vez más visible y por ello algunos están tratando de aliarse a Morena como ya lo han hechos muchos perredistas, panistas y priístas que milagrosamente cambiaron su concepción sobre la política para apoyar a Regeneración Nacional.
Además de la presidencia de la República, están en disputa nueve gubernaturas y según las encuestas, en todos los escenarios Morena es altamente competitivo, mientras que el PRI está desfondado y por primera vez podría quedarse sin ninguna gubernatura, mientras que el Frente rema desesperadamente para ganar los estados que apenas ganó en 2016 y donde aún no forma una tradición clientelar como Veracruz y Puebla.
No será extraño que conformen avancen las horas comiencen a darse a conocer filtraciones de audios o videos en donde aparezcan personajes políticos que ven con desesperanza su inminente derrota en las urnas y otros intentarán comprar votos con los famosos mapaches electorales que intentarán a como dé lugar frenar la victoria morenista.
Como se dice coloquialmente, en el interior del PRI existe una sensación de derrota y algunos dicen abiertamente “sálvese quien pueda”, es decir, que no existe la pregonada unidad que ha sido el principal pilar de la existencia del priísmo, y algunos tratarán de negociar con el nuevo bloque ganador como sucedió en el 2000 cuando ocurrió la primera borrachera democrática.
Mientras que algunos abiertamente festejaban decirse priístas, otros han tratado de opacar su imagen en redes sociales y apenas dan a conocer su simpatía por el Revolucionario Institucional, en tanto negocian con Morena.
En el caso del Frente, la alianza que fraguaron Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado también está fragmentándose, ya que en las filas perredistas existe esa molestia por no aliarse a Morena, mientras que en los panistas hay decepción por la falta de carisma de su candidato que nunca logró engancharse con los electores.
Algunas tribus perredistas abiertamente han reconocido que los resultados no les favorecerán el próximo domingo y buscan que en Morena, el partido que acoge a todos sin distinción pese a trayectorias turbias, también los reciban con los brazos abiertos, como en su momento ocurrió con el PRI que con su política clientelar tenía en sus filas desde los más conservadores hasta los más liberales.
Aún no son las elecciones y en algunos cuarteles políticos hay desencanto y aceptación de una amarga derrota, mientras que en Morena festejan con júbilo decir que están del lado correcto de la historia, aunque la historia electoral nos ha enseñado que los contrapesos son indispensables para un sano ejercicio gubernamental de los tres poderes de la Unión.
En el caso de Hidalgo se renovará el Congreso local y por primera vez podría perder la mayoría relativa el PRI, lo que impedirá la capacidad de maniobrar del gobierno estatal con los proyectos que tiene contemplados para lo que resta del sexenio y además podría ser un aviso sobre lo que podría ocurrir en 2022 cuando se renovará la gubernatura.
Nota aparte: Los candidatos Ricardo Anaya y José Antonio Meade nunca lograron posicionarse como verdaderos aspirantes a la presidencia de la República, lo que dejará grande enseñanzas en materia de comunicación política para evitar convertirse en candidatos Josefina Vázquez Mota.