Ráfagas: Otra más de la CAASIM
En poco más de un año –el 17 de septiembre del 2023–, se cumplirá medio siglo del crimen de cometido contra el líder empresarial Eugenio Garza Sada.
Como algunos recuerdan, el empresario regiomontano fue asesinado luego de un secuestro supuestamente fallido que llevó a cabo una célula de la extinta “Liga Comunista 23 de Septiembre”.
Lo cierto es que luego de tres décadas, información desclasificada reveló que, en realidad, el gobierno de Luis Echeverría había infiltrado al grupo radical para cometer crímenes de Estado contra oponentes y adversarios del gobierno populista de Echeverría.
Y entre esos crímenes se documentó el de Eugenio Garza Sada, líder empresarial de Nuevo León y quien se opuso de manera abierta al gobierno populista de la época.
Y es que el presidente Echeverría pretendió someter al llamado “Grupo Monterrey” a través de una demencial persecución fiscal y, sobre todo, mediante un grosero intento de estatizar “la joya de la corona” del empresariado nuevoleonés: el Tecnológico de Monterrey.
Y viene a cuento el tema porque casi medio siglo después, al cruzar el tercer año de gobierno de López Obrador, buena parte del llamado Grupo Monterrey no sólo ha sido sometido, sino “domesticado” por el gobierno federal.
Sin embargo, el tirano de Palacio no ha conseguido someter a todos los empresarios “regios”, en especial al poderoso grupo multinacional Femsa (Fomento Económico Mexicano S.A), cuyos negocios son golpeados a diario desde “las mañaneras” presidenciales.
Así, por ejemplo, a cada intento presidencial para convencer de las supuestas conveniencias de la fallida Reforma Energética, López Obrador emprendió una campaña de desprestigio contra la cadena de tiendas de conveniencia “Oxxo”.
Dijo que no pagaban el costo real de la energía eléctrica.
Apenas en días pasados, igual que Echeverría hace casi medio siglo, el presidente Obrador también se lanzó contra el Tecnológico de Monterrey a cuyos directivos acusó de despedir a sus profesores a fin de año, para luego recontratarlos al inicio del 2022.
Sin embargo, AMLO tiene “en un puño” a otros grupos “regios”, como el de Ricardo Salinas –Televisión Azteca, Banco Azteca y Elektra–, y el Grupo Milenio, de Francisco González, entre otros, que han jugado un penoso papel de lacayos del dictador mexicano.
Pero además están bajo el control total de Palacio los grupos mediáticos Televisa, Imagen, Fórmula y muchos otros, sobre todo el más poderoso de todos en México, el Grupo Carso, de Carlos Slim.
Todos esos medios han abandonado la verdad y la ética mediática y no sólo aplauden, sino solapan las mentiras oficiales, el engaño a los ciudadanos y la destrucción del Estado democrático.
En el fondo, la mayor tragedia para la democracia mexicana y para el sistema de libertades es el sometimiento de los grandes grupos empresariales mexicanos, que mienten, engañan y solapan los intentos de López Obrador por acabar con los contrapesos, con la división de poderes y, sobre todo, con las libertades básicas.
Y es una tragedia porque todos esos hombres de empresa actúan como si la historia no existiera y como si los ciudadanos se fueran a olvidar que han sido parte de la traición a la democracia y las libertades básicas.
Y es que a tres años, en sólo 36 meses, los grandes empresarios mexicanos terminaron por ser “domesticados” por el dictador mexicano.
Pero tampoco en este caso se trata de una novedad.
¿Por qué?
Porque precisamente el 5 de noviembre de 2018, en el Itinerario Político titulado: “¿Domesticaron a la IP?”, advertimos que los grandes hombres de empresa serían sometidos por el entonces aprendiz de dictador.
Por eso, a continuación un extracto de aquella entrega.
“No son pocas las voces que suponen, con razón, que los grandes capitales nacionales –y con ellos los grandes medios de comunicación–, no han entendido el papel histórico que impone un inevitable cambio de régimen.
“Por eso –porque ignoran el papel empresarial en la historia–, no pocos de esos grandes capitales hoy no sólo parecen domesticados sino que –a su vez–, creen que ellos serán capaces de domar al populista en el poder.
“Y entonces –en el intento de domar a la fiera–, vemos concurridas bodas “fifí”, felices comilonas de empresarios elogiando a lopistas, fastuosos foros de elogio mutua y hasta un repentino gusto empresarial por el béisbol.
“Todo ello sin olvidar las zalameras coberturas informativas, que lo mismo organizan Televisa, que Televisión Azteca, Grupo Milenio, Reforma y otros medios que compiten por el elogio sin freno al nuevo poder presidencial.
“Por eso, cada vez son más las voces preocupadas por la pasividad empresarial.
¿Dónde están hoy los hombres de empresa que –igual que sus pares hace medio siglo–, enfrentaron a Cárdenas, Echeverría, López Portillo…?
“¿Dónde están los modernos Eugenio Garza, Manuel Clouthier y, sobre todo, aquellos empresarios de todo el país que empujaron los ideales de Manuel Gómez Morín –y la creación del PAN–, ante el populismo de Cárdenas?
“Hoy, pocos hombres de empresa parecen dispuestos a hacer frente al populismo lopezobradirista, a pesar del manotazo autoritario que significó el derrumbe del NAIN.
“Por eso, vale recordar –frente al atolondramiento empresarial–, que en septiembre de 1973 un grupo de la liga comunista 23 de septiembre asesinó al patriarca del empresariado regiomontano, Eugenio Garza Sada en un supuesto intento de secuestro.
“Hoy existe certeza plena de que se trató de un crimen de Estado, no sólo solapado por el gobierno de Luis Echeverría, sino ideado desde el del poder mismo. Y es que el Grupo Monterrey –y su patriarca, Eugenio Garza–, habían enfrentado al populismo de Echeverría que amenazó con la estatización del Tecnológico de Monterrey, en un intento de doblegar al Grupo Monterrey.
“Paradójicamente, en esa batalla un actor central se llama Porfirio Muñoz Ledo, mientras que hoy son aliados del gobierno populista de AMLO grupos regiomontanos mediáticos como Tv Azteca, Reforma, Milenio y otros, cuyo servilismo avergonzaría a Eugenio Garza.
“Otro septiembre, de 1982, en su último informe, José López Portillo anunció la nacionalización de la banca. En respuesta, Manuel Clouthier –mítico dirigente de Coparmex y del CCE–, chocó contra el populismo estatista de “Jolopo” y movilizó al empresariado de todo el país.
El resultado fue un ingreso masivo de la IP al PAN –entre ellos Vicente Fox–, quienes dieron la batalla contra el populismo desde la trinchera política. Ya en 1939, muchos empresarios se habían sumado al movimiento de Manuel Gómez Morín, contra el populismo de Cárdenas, que dio origen precisamente al PAN.
¿Dónde están hoy los empresarios? ¿Los domesticó el populismo “lopista”? Al tiempo. (Fin de la cita)
En efecto, en sólo 36 meses, el populismo lopista “domesticó” a muchos de los más grandes empresarios mexicnos.
Pero la histdoria tampoco los olvidará
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.