Laboratorio Público/Derribando Muros
La apuesta de López Obrador siempre ha sido por la destrucción de la democracia mexicana.
Por eso, desde el primer día que asumió el poder presidencial arrancó la demolición de los pilares democráticos fundamentales.
Por eso impulsó verdaderos actos de traición a los valores democráticos, como la militarización de la vida nacional.
Por eso la premura de corromper a todas las instituciones del Estado; a los Tres Poderes de la Unión y a los tres órdenes de gobierno.
Por eso los reiterados golpes de censura y la compra y amedrentamiento de los propietarios de medios.
Y por eso la atrocidad de ordenar al Congreso de la Unión –a través de sus lacayos diputados y senadores–, “descuartizar y desmembrar” al (INE)
Pero la perversión oficial no termina ahí.
Lo cierto es que la mayor apuesta de Obrador es por la violencia, por la crisis poselectoral y, en especial, por la desestabilización política del país luego de una elección amañada y tramposa.
En efecto, una apuesta a favor de la revuelta civil –como la que vive hoy Perú–, capaz de justificar el golpe de estado para imponer una tiranía.
Sí, por increíble que parezca y por descabellado que se antoje, esa es la apuesta del presidente López.
Pero si lo dudan vamos a los datos duros que explican la verdadera perversión política de AMLO.
1.- Desde que se convirtió en presidente electo, Obrador arrancó con la destrucción de la economía mexicana, una condición esencial para acelerar el empobrecimiento de millones de mexicanos.
Y el primer golpe fue la destrucción del NAIM, que se había convertido en la punta de lanza para el desarrollo económico en México.
2.- De manera simultánea empezó el debilitamiento de la seguridad pública y desde Palacio se alentó la ocupación de importantes territorios del país por parte de las bandas criminales, las que desde entonces operan con la complicidad del Estado.
El presidente mismo alentó esa alianza con el crimen mediante una tregua institucional, motejada como “abrazos, no balazos”; pacto que ha provocado casi 200 mil muertos en solo cuatro años de gobierno.
3.- Al mismo tiempo Obrador ordenó el desplazamiento de militares, marinos y guardias nacionales, no para cuidar a los ciudadanos, sino para corromperlos mediante medio centenar de actividades que los convierten en prósperos burócratas de lealtad absoluta para el momento de la represión.
4.- Cual “tirano bananero” López también ordenó la persecución de periodistas críticos y el despido de todos aquellos que denunciaban su tiranía, al tiempo que amenazó a dueños de medios con investigar sus negocios paralelos.
5.- A la persecución de periodistas y críticos le siguió el asesinato de informadores en todo el país; una verdadera escalada de violencia y terror contra uno de los pilares de la democracia; la prensa libre.
6.- También desde el arranque la gestión de López la polarización social –entendida como la división entre mexicanos buenos y malos según la clasificación oficial–, juega un papel preponderante en el golpe de Estado lopista, ya que el dictador aspira a que el México bueno lo aclame una vez que se haya robado la elección presidencial del 2024.
7.- Y en la estratagema de polarización y adoctrinamiento la propaganda oficial juega un papel clave. Por eso y para eso las “mañaneras” desde Palacio, que no son más que la mayor fábrica de mentiras, falsedades, difamaciones y calumnias para alimentar a la otra fábrica de desinformación; las redes.
Y es que desde el poder presidencial se pagan millones de pesos para deformar la realidad a través de las “benditas redes” sociales.
8.- La colonización y sometimiento de instituciones fundamentales, como la CNDH, la Corte, el INE y el Tribunal Electoral ha sido una constante a la que el presidente dedica todo su tiempo.
Y es que se trata de dinamitar otros de los pilares de la democracia.
9.- La “fábrica de cortinas de humo” es otro recurso “engañabobos” que ha privilegiado el presidente mexicano; cortinas de humo como el reciente ataque fascista a la alcaldía Cuauhtémoc; como la preocupación oficial por el juicio a Genaro García Luna en Estados Unidos y como decenas de engaños construidos en los últimos cuatro años.
10.- Y el golpe final de la estratagema perversa diseñada en Palacio será la apuesta por la guerra civil; una crisis constitucional, legal y social que será detonada cuando López Obrador desconozca el resultado electoral; cuando le grite al mundo que le robaron la elección y cuando decida quedarse en el poder por la fuerza, con la ayuda de los militares.
¿Así o más claro el riesgo del llamado “Plan B” de López?
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.