Ráfagas: Voracidad panalista
Sí, parece una expresión excesiva.
Sin embargo, no resulta descabellado, sobre todo frente a los hechos y al desprecio a la vida que han mostrado los gobiernos de Morena.
Por eso debemos perder el miedo a las palabras y decir de manera contundente que en Morena y en Palacio quieren a Xóchitl sin vida.
Y esa tentación criminal está a la vista de todos y sólo basta ver lo que están haciendo para demoler a la senadora Gálvez, en el partido oficial, en el gobierno federal, en los gobiernos estatales y municipales y en todos sus centros de poder.
Sí, hacen todo para tentar a que una mano criminal se atreva a poner fin a la vida de la aspirante presidencial del 2024, por el Frente Amplio.
Y es que en Morena y en Palacio no sólo odian a la señora Xóchitl Gálvez, no sólo le tienen pavor, sino que han convertido el odio y el miedo en una causa política y han recurrido a bajezas y ruindades impensables para sacarla de la contienda presidencial.
En efecto, Xóchitl es insultada, ridiculizada, difamada y calumniada todas las mañanas por el mismísimo presidente desde el púlpito mañanero, usando dinero público y todo el peso del Estado y del hombre más poderoso.
Desde todos los frentes del oficialismo y mediante campañas pagadas con dinero público han pretendido quitarle a la senadora hidalguense no sólo la identidad indígena, sino la honestidad política y la autenticidad de su origen humilde y hasta su calidad de mujer ejemplar, que salió de los más sórdido de la pobreza, que escaló los peldaños del éxito hasta llegar a convertirse en una emprendedora exitosa reconocida en México y el mundo.
Le quieren quitar todo a la señora Xóchitl y, por si fuera poco, hoy también le quieren quitar su casa, con lo que dejan la puerta abierta para que una mano criminal le arrebate la vida.
Sí, cuando dan a conocer detalles de las empresas, la vida privada y la casa de Xóchitl, la apuesta del presidente y de Morena es esa; tentar a una mano amiga y criminal –de los muchos aliados criminales del poder y del presidente–, para que se encargue de acabar con el peligro que significa para el Maximato de AMLO, la senadora Xóchitl.
Y por supuesto que a muchos les puede parecer exagerado que desde el poder se pudiera alentando un magnicidio y a otros les puede parece impropio hablar de la posibilidad de arrebatar la vida a una candidata presidencial.
Sin embargo, no es novedad, para nadie, que al gobierno de López no le importa la vida de los mexicanos; no le interesa la vida de nadie y menos de sus oponentes y adversarios.
Y los ejemplos están a los ojos de todo el que quiera ver.
Durante toda la pandemia perdieron la vida casi un millón de mexicanos a causa de la estulticia y el manejo erróneo del gobierno frente al letal virus.
En cinco años han muerto a causa de la violencia tolerada por el presidente y por su gobierno, más de 170 mil mexicanos; han desaparecido más de 50 mil, se han producido masacres como nunca y vivimos una epidemia de feminicidios.
También en cinco años han sido asesinados más de 70 periodistas; manos criminales atentaron contra Ciro Gómez Leyva, mientras que el gobierno federal ordenó cerrar la investigación por la muerte nunca aclarada de la gobernadora de Puebla, Martha Érika Alonso y de su esposo, el senador Rafael Moreno Valle.
Peor aún, a nivel federal y en todas las entidades que gobierna Morena, no se ofrece ayuda alguna a las víctimas de violencia; sean crímenes, secuestros, feminicidio o desplazamientos forzados; además de que nadie persigue a los presuntos responsables.
Es decir, la vida no es un obstáculo para los hombres y las mujeres del poder en México. Por eso debemos insistir en el riesgo que corre Xóchitl.
Pero no es nueva tal advertencia. En el Itinerario Político del 19 de julio, titulado “Prepárate Xóchitl”, advertí del peligro que corría la candidata.
Así lo dije: “Sí, el presidente, su jauría sedienta de odio y su mafia política no solo lanzan todo tipo de amenazas a la integridad física de Xóchitl, sino que llevan a cabo una persecución que incluye mensajes anónimos, insultos en redes, teléfonos intervenidos, espionaje en calles y aeropuertos; pintas en el domicilio privado y la oficina y una interminable persecución de auditorias fiscales.
“Y si lo dudan, hoy echen una mirada al gasto descomunal para inundar las redes con memes, insultos, calumnias mentiras y ofensas contra la senadora Gálvez. Además de que el señor López ordenó cancelar los contratos del gobierno federal hacia las empresas de la hidalguense.
“Claro, eso sin contar con el uso faccioso y fascista de los medios del Estado, en donde al peor estilo del viejo PRI, difunden campañas para desacreditar a quien se atreve a retar al rey de Palacio.
“Campañas que, igual que el atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva, buscan un efecto ejemplar. Es decir, el mensaje es para que todos vean lo que le puede pasar a quien se atreve a retar al dictador. “¡Ay de aquel que se atreva!”, mandan decir”. (FIN DE LA CITA)
Sí, hemos visto suficiente y sabemos que López Obrador, su gobierno y sus aliados criminales son capaces de todo.
Y todo es todo.
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.