Ráfagas: Denuncian corrupción en Tribunal de Arbitraje Laboral
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<Yo me equivoqué y pagué, pero el balón no se mancha>>
Diego Armando Maradona. Futbolista y entrenador argentino (1960-2020).
Mientras cierro esta nota me entero de que Gerardo “Tata” Martino entrenador de la Selección Mexicana de Fútbol, fue recibido la mañana de ayer en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México en medio de rechiflas y reproches dentro de lo que destacó el que el resultado nefasto del conjunto mexicano de soccer se debió “por no llamar al Javier “Chicharito” Hernández. Uno de los momentos más tensos fue cuando un aficionado increpó al entrenador a lo que su asistente técnico Norberto Scoponi, entrenador de porteros, respondiera al susodicho con un “no digas boludeces… Soy más mexicano que vos, yo sí pago impuestos” ¡Vaya pues! Uno se queda sin comentarios después de la respuesta cómoda del asistente ¿no?
Y bueno, una cosa es el desahogo y otra por demás la desgastante incidencia en el tema, ello después de que pese a ganar 2 a 1 a la selección saudí el pasado miércoles, el equipo de futbol resultara eliminado debido al puntaje negativo que le impidió pasar a la siguiente fase “¡El peor resultado en años!” “¡No se veía nada igual desde el 78 Qué vergüenza!”, gritan gran parte de ellos comentaristas deportivos. El asunto ya ha llegado incluso a las conferencias mañaneras de nuestro Huey Tlatoani; el secretario de Relaciones Exteriores también dio su veredicto y fue igual de severo que el de la afición.
No faltaron los desequilibrados en culpar al presidente (para variar) porque según esto “Como a él no le gusta el futbol sino el beisbol ¡Qué le va importar el resultado!”, peor aun los subnormales en redes aduciendo memes comparativos de un lado el escudo anterior de la selección y del otro el que se implementó a partir de este sexenio con el mediocres comentarios como “por lo menos con el escudo anterior pasábamos a la siguiente fase no que ahora hasta en eso esta salada la 4T”.
En fin, no dudo que hasta en los sermones dominicales este tema haya sido parte de su liturgia. Una cosa es que dicho tema sea el de moda y la otra es la de intentar generar debates infructuosos con argumentos mediocres para una afición simple, cual PERRA BRAVA que no entiende razones y que deja empeñado hasta el perico con tal de ir a “rifársela” al otro lado del mundo para apoyar a su selección, aunque ésta mal pague ¡Si Chicha Cuerera! Y su nieve ¿De qué la quieren? Cómo dijera Chava Flores en una de sus canciones más populares “A qué le tiras cuando sueñas mexicano”
Como lo dije en la nota de la semana pasada, nadie está en contra del futbol como deporte, al contrario, pero una cosa es eso y otra “la pasión” con la que la afición pone más empeño, incluso que a las tareas y a la educación de sus hijos. Lo que es un hecho es que los resultados futbolísticos hicieron al fin a todas luces evidente la cloaca de corrupción que existe en esta industria deportiva y del entretenimiento en nuestro país. No digamos la corrupción que se confabula alrededor de los equipos, patrocinadores y televisoras, sino sus nexos políticos y empresariales, y los hay como la supuesta “maldición del Cruz Azul”, leyenda que termino curiosamente en cuanto la UIF y la Interpol le pusieron el dedo a Billy Álvarez, quien aún hoy sigue prófugo de la justicia.
Al anterior podemos sumar los escándalos y corrupción detrás de el 99% de los equipos de futbol mexicano; los Tiburones de Veracruz, Los Xolos de Tijuana, los Tuzos del Pachuca y el Grupo Hidalgo, y qué decir de Televisa y todos sus agremiados los cuales giran alrededor de la joya de su corona; las Águilas del América. Me quedo corto con los ejemplos y falto de espacio para escribir detalles. Sin embargo, cabe señalar que no se ha descubierto el hilo negro de las cosas, como aseguran algunos futbolistas, cronistas deportivos y comentócratas de redes sociales, es solo que hasta ahora se alza la voz sin temor a la censura del sistema y se enuncia lo es evidente desde hace décadas; que la industrial del futbol está al servicio de la corrupción. Es un brazo maniqueo que tiene por función enajenar a las masas mientras que empresarios, televisoras y políticos hacía de este su botín.
Quien no recuerda acaso como en sexenios pasados “curiosamente” un partido de futbol en el que se decidía el todo por el todo de la selección mexicana venia acompañado de acuerdos en lo oscurito e iniciativas en la cámara legislativa en perjuicio de las mayorías y que al final del día se daba el caso de que los medios de comunicación en particular la televisión hablaban más de aquel partidazo, aquel gol, aquel sufrimiento, aquella gloria perdida o ganada mediocremente en la cancha, y se desestimaban los ajustes presupuestales como el alza en la canasta básica o las iniciativas de ley que disminuían privilegios y beneficios al pueblo.
Será difícil que lo que resta de este sexenio genere respuestas y castigue culpables en esta área. No obstante, cierto es que el dedo se ha puesto en la yaga y que pese a que al menos ya gran parte de la sociedad mexicana (o eso creo) no se traga los falsos positivos y cajas chinas impuestas por Televisa o TV Azteca. Pese a ello, aún queda una tarea más difícil, la de reeducar en el deporte y esparcimiento a una sociedad mexicana tan compleja para que se quite un poco ese chip futbolero de aparador y diversifique sus pasiones en pro de otros deportes y actividades que con menos recursos dan mayores resultados, y sí me refiero al Tae Kwon Do, al Box, a los atletas paraolímpicos, y por supuesto a las olimpiadas y campeonatos internacionales juveniles de robótica y matemáticas en donde las nacientes generaciones le apuestan algo mas que a la televisión; a la ciencia.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.