Así no, presidenta
“Estoy endrogado hasta el cogote”, solía ser una frase coloquial expresada por alguien—hace muchos años– en plática entre amigos o familiares para dar a conocer que había contraído deudas casi impagables.
La situación económica de nuestro país, desde hace cincuenta años, es similar al ejemplo anterior debido a las deudas adquiridas de 1970 a la fecha por los expresidentes Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que han dejado a los mexicanos endrogados hasta el pescuezo, hasta el cogote.
Así empezó la espiral
En 1970, el presidente Echeverría recibió una deuda de seis mil millones de dólares heredada de su antecesor Gustavo Díaz Ordaz. La deuda externa, seis años después se cuadruplicó a 26 mil millones de dólares.
El régimen echeverrista se significó porque aumentó el gasto público en forma considerable, emitiendo papel moneda sin valor; creó empresas paraestatales para sostener empleos a costa de ineficiencias y corrupción.
Estableció fideicomisos y comisiones al vapor. Estimaciones de analistas, señalan que el presupuesto sexenal aprobado por el Congreso de la Unión, por 600 mil millones de pesos, creció sin control a un billón 300 mil millones de pesos.
Una coincidencia de billones
Ayer, la agencia de noticias Apro—de la revista Proceso– publicó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) subestimó de manera sistemática los ingresos del presidente Enrique Peña Nieto, lo que le permitió gastar 1 billón 823 mil millones de pesos de manera discrecional, fuera del control y monitoreo de la Cámara de Diputados. La cifra anterior equivale más o menos a los excesos presupuestarios gastados por Luis Echeverría en seis años.
López Portillo “administró” la riqueza petrolera
En 1982, último año de gobierno de José López Portillo, la deuda externa mexicana ascendió a 86 mil millones de dólares, pese al hallazgo de enormes yacimientos petrolíferos que motivaron a López Portillo, devaluador del peso y “expropiador” de la banca, a festinar que íbamos a administrar esa negra riqueza. Además, fracasó rotundamente el Sistema Alimentario Mexicano (SAM) en el que se invirtieron—a fondo perdido—miles de millones de dólares.
La deuda que deja Peña Nieto
La secretaría de Hacienda dio a conocer en su oportunidad que antes de terminar el sexenio del presidente Peña Nieto el monto de la deuda había crecido a 453 mil 500 millones de dólares, lo cual obliga a México a reembolsar 8 billones 863 mil millones de pesos, equivalentes a 35.3% del producto interno bruto.
Con esas enormes deudas los mexicanos estamos endrogados hasta el cogote—pescuezo o cuello—a consecuencia de los excesos de esos presidentes entre ellos el del famoso copete.
¿Qué nos espera con la cuarta transformación de la república? Estamos viendo que el gobierno reparte dinero a manos llenas: a los jóvenes, a los ancianos; madres solteras, estudiantes, a discapacitados, incluso a los huachicoleros, más o menos como lo hizo en su época el presidente populista Luis Echeverría.