No alcanza
Pachuqueños: Démosle cuerda al Reloj; ya no suenan 40-52 campanadas por hora
Las malas condiciones de sincronización de la maquinaria y el carillón del Reloj Monumental de Pachuca producen, desde 1984, el deficiente sonido de las campanas: en vez de la sonatina del Buen Míster sólo repiquetea cada cuarto de hora un alocado y confuso compás de sonidos similar a un “a rebato” y el apagado repique de las horas.
Esta añeja situación hace necesaria la participación de los habitantes de la ciudad de Pachuca con el propósito de que se realicen las reparaciones indispensables a la maquinaria y se emprenda una campaña de sensibilización para salvar de esa disonancia crónica al símbolo de nuestra capital.
Sería deseable proponer que los pachuqueños “le demos cuerda al reloj” mediante aportaciones económicas depositadas en un patronato idóneo que pudiera alternar con las tareas que lleva a cabo el Comité Técnico para la Preservación y la Conservación del Centro Histórico de la Ciudad de Pachuca.
Dicho Comité, creado mediante decreto, es una entidad legalmente constituida que trabaja y sesiona los viernes de cada semana, desde hace más de veinte años en forma ininterrumpida, integrado por arquitectos, ingenieros, profesores, economistas.
De 40 a 52 las campanadas del Reloj
Existen suficientes antecedentes para poner en marcha una cruzada tendiente a devolver al Reloj sus sonidos originales. Por ejemplo, en acertados comentarios publicados en 1988 en la revista Memoria del Reloj, don Leoncio Medina Calderón escribió lo siguiente:
“El sonido de las campanas estaba conformado musicalmente en la escala de Do mayor en compás de cuatro tiempos de la clave de Sol; eran cinco sonidos repetidos en los cuartos de hora, la media hora, tres cuartos de hora y la hora. En los cuartos, sólo cuatro sonidos o toques rítmicos; en las medias horas, ocho toques; en los tres cuartos de hora, doce toques, y en las horas, dieciséis toques, más los que se añadían según la hora: si son las doce horas (mediodía) doce toques más.
“Desgraciadamente, la incuria, la falta de conocimiento sobre la maquinaría de parte de quienes la manejan o le dan cuerda, o un inadecuado cuidado en su funcionamiento, han originado que en varias ocasiones esté a punto de destruirse este maravilloso mecanismo cuando se paraliza su funcionamiento.
Bueno es recordar que se formó—en 1988– un patronato que cuide y conserve (¿nomás la estructura?) esta joya de arte; que se aboque por cosas tan importantísimas como el cuidado de su maquinaria, su aspecto exterior que lo embellezca; su historia, su arraigo, su cimentación, su tipografía y la misión que cumple al servicio de la población y la tradición que entraña en lo que se ha dado en llamar «La Bella Airosa».
Antecedente técnico, de 1960
Uno de los once relojeros que tuvo a su cuidado el mantenimiento del Reloj durante 20 años, el señor Enedino Hernández, nos ilustró en 1960 con el siguiente razonamiento: “muchos martillos o martinetes accionados por la maquinaria para el toque acompasado de las campanas han sido renovados o repuestos en varias ocasiones.
“Para eso es necesaria la dotación de muelles para los martinetes, ya que la mayoría de los resortes se han vencido con el tiempo, restándole sonoridad a las campanas. Esos resortes, vencidos, desgastados, impiden que los martillos despeguen oportunamente y obstaculizan la vibración normal”.
Eso se dijo en 1960 cuando las campanas sonaban fuerte y armónicamente. A partir de 1984 comenzaron a debilitarse.
En Radio Universidad de Hidalgo usan, con grata nostalgia para muchos pachuqueños, la antigua sonatina del Reloj Monumental.
Carta a la Reina Isabel II
Treinta años han transcurrido que, por decreto del entonces presidente municipal, Ricardo Hernández Fernández, se formó el comité pro restauración del Reloj Monumental de Pachuca cuya principal encomienda – fallida, por cierto– quedó para el anecdotario, sin embargo trascendió la iniciativa de enviar una carta a la Reina Elizabeth II de Gran Bretaña solicitándole ayuda para que nos recomendara a técnicos que mantienen el Big Ben.
En la misiva, el alcalde de Pachuca le dice a
“Su grandiosa Majestad:
“Por este conducto, nosotros, la gente de Pachuca, mandamos nuestros saludos a usted, su Majestad, y a la gente de Inglaterra.
La ciudad de Pachuca, su Majestad, es la capital del estado de Hidalgo en la República Mexicana. Fue fundada por los españoles en 1534, y desde entonces ha sido productora de plata y oro.
“Rodeada de montañas, la ciudad está localizada a 90 kms al norte de la ciudad de México. Actualmente la ciudad ha crecido sobre las montañas y, esparciéndose de sur a este, ha llegado a ser una ciudad moderna. La parte antigua de la ciudad todavía conserva monumentos coloniales, desde las iglesias que fueron construidas en los siglos XVI y XVII.
“Algunas viejas construcciones fueron levantadas por gente de Inglaterra cuando fundaron la Cía. Real del Monte y Pachuca; existen algunas de reciente construcción (1906), entre ellas el Reloj Monumental de Pachuca, cuyo mecanismo es una réplica del Big Ben de Londres.
“La razón por la que nos atrevemos a distraer su atención, de todos los compromisos que usted ha de tener, es la siguiente:
A partir de junio de 1984, el mecanismo de nuestro Reloj se rompió. No hemos encontrado un técnico que sea capaz de arreglar nuestro Reloj, que le regrese el tono correcto de sus campanadas. Pudiera ser, su Majestad, que en Inglaterra hubiera un hombre capaz.
La gente de Pachuca le estará sumamente agradecida por la ayuda que nos prestará.
“Respetuosamente
“Ricardo Hernández Fernández
“alcalde de la Ciudad de Pachuca, Hgo., México, 20 de mayo de 1987”.
La contestación
El 23 de junio de 1987, la embajada de Gran Bretaña en México, contestó:
“Estimado Lic. Hernández Fernández
“Su atenta carta del 20 de mayo, dirigida a Su Majestad la Reina en la cual solicita asesoría sobre la persona que sería recomendable para reparar el reloj de la ciudad de Pachuca, fue remitida a esta embajada para su respuesta.
“Me permito sugerirle que se ponga en contacto con la compañía Thwaites & Reed Ltd., la cual está a cargo del mantenimiento del Big Ben de Londres. La dirección de esta compañía es:
“Thwaites & Reed Ltd.
“Burgess Road
“HASTINGS
“Sussex
“TN35 4 NR
“Great Brittain
“Teléfono: 0424 423537
“Esperamos muy sinceramente que tenga éxito en su esfuerzo por reparar el Reloj Monumental de Pachuca. Sírvase informarnos si le podemos ser de mayor ayuda.
“Muy atentamente
“Sarah Thomas.”
Pendiente contrato de técnicos británicos
Varios meses después, la compañía Thwaites & Reed Ltd., fijó como condiciones para que sus técnicos viajaran a Pachuca a revisar la maquinaria de nuestro Reloj, el pago de pasajes y viáticos, así como honorarios durante los días que trabajaran en Pachuca, honorarios que deberían ser en libras esterlinas.
A causa de que el señor Ricardo Hernández Fernández terminó su periodo de gobierno municipal en enero de 1989 y el siguiente alcalde (Adalberto Chávez Bustos) no dio continuidad a las gestiones, quedó pendiente y después en el olvido la posible contratación de los técnicos británicos.
La idea consistía en lanzar una campaña de recaudación para que cada pachuqueño aportara una o más libras esterlinas con el fin de sufragar los gastos.
Eso sucedió hace treinta años, y las condiciones deficientes y el desgaste de la maquinaria del Reloj Monumental aumentan cada día.
Aún es tiempo de restituirle los sonidos originales a nuestro emblema. Todo es cuestión de que queramos. Sabemos que la autoridad administrativa de la ciudad, encabezada por la señora Yolanda Tellería, podría tener una chispa de lucidez. Ojalá.
Once relojeros en once décadas
Durante casi 110 años, la maquinaria del Reloj ha estado bajo el cuidado de once personas que con gran o mediana capacidad han logrado mantener en buenas y regulares condiciones el preciado mecanismo.
A partir de la inauguración de la Torre, el15 de septiembre de 1910, fue designado el señor Alberto Dross; posteriormente, Gregorio Márquez.
Durante el gobierno del coronel Matías Rodríguez, el relojero Ramiro Chanes fue designado durante 1929, al siguiente año fue sustituido por Miguel Torrijos, auxiliado por Filiberto Becerra.
Durante la década de 1940, los hermanos Ortiz, afamados relojeros de la ciudad, proporcionaron sus cuidados. Uno de ellos, dio a conocer que, por indicaciones del presidente municipal, Salvador Gil, se instaló una batería de campanas, de 30 a 40 centímetros de altura que, mediante un mecanismo manual, hacían sonar el himno nacional en determinadas fechas del año.
Después, el señor Enedino Hernández vigiló el Reloj durante unos veinte años. A él le correspondió tocar las campanas el 16 de septiembre de 1960 al cumplirse el cincuentenario del monumento a la Independencia.
Otro relojero, José Rojo, Capeto, estuvo encargado durante algún tiempo, cediéndole el puesto a don Guillermo Barragán en 1964, quien desarrolló durante dos décadas una óptima tarea al mantener en buenas condiciones la maquinaria y el carillón hasta 1988.
Sustituyó a don Guillermo su ayudante, Víctor Acosta Palacios, quien tuvo dificultades para lograr la sincronización de las campanas. En la década de 1980, comenzó la discordancia metálica del símbolo: ya no pudo entonar la melodía del Buen Míster por falta de recursos materiales, técnicos y económicos.
Hubo breve aparición del relojero Carlos Peña, relevado por Jorge Daniel Olguín Martínez en 1988.
En 1991, el alcalde Mario Viornery contrató los servicios de los señores Olvera, reconocidos relojeros de Zacatlán, Puebla, quienes instalaron un cilindro electrónico que reprodujo las notas del Himno Nacional, pero, por otra parte, no lograron la sincronización de las ocho campanas del carillón para los toques de los cuartos, las medias, los tres cuartos y las horas.
El relojero Gastón Contreras, trabajó a las órdenes de los alcaldes Juan Manuel Sepúlveda y José Antonio Tellería.
Cielito
lindo con tambor electrónico
Jorge Daniel Olguín, empleado por segunda vez en 2003 y
hasta nuestros días, aduce que su tarea consiste en revisar cada parte de la
maquinaria para evitar fallas. Dice que en el Big Ben de Londres hay 17 personas
que se encargan de su conservación
y que en Pachuca sólo él lo hace. Afirmó que la
máquina tiene todas las piezas originales y funciona al cien
por ciento.
Desde hace años el cilindro electrónico entona, desafinado, por el natural deterioro, el Himno Nacional, a las 18 horas, y la melodía Cielito lindo, a las 21 horas.