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Libros de ayer y hoy
El tránsito de la mayoría de diputados locales que han integrado las últimas legislaturas ha sido anodino: sin la preparación elemental sólo han “llenado el expediente”, es decir, asisten a las sesiones, levantan el dedo para aprobar lo que sus líderes de bancada les exigen, escuchan las “iniciativas” o propuestas de los espabilados y cada quincena cobran las llamadas dietas que suman varias decenas de miles de pesos.
Hace días el legislador priista Ernesto Vázquez Baca propuso, sin pensar seriamente en el asunto, que se considere “homicidio calificado” cuando alguien asesine a un periodista. Con otras palabras, que para el caso es lo mismo, escribió “cuando la víctima se dedique al ejercicio de las labores periodísticas, y el resultado se provoque con motivo del ejercicio de su profesión”.
Comúnmente se considera homicidio calificado al existir las agravantes alevosía, premeditación, ventaja y traición, lo cual tiene que demostrar el ministerio público ante un juez con el debido juicio.
Obviamente, la forma como han matado a muchos periodistas ha sido con todas las agravantes.
Para dorar un poco la píldora de su desatinada y entremetida propuesta, Ernesto Baca se justificó alegando con charlatanería que “es de vital importancia que Hidalgo se sume a la protección de quienes desempeñan actividades periodísticas, porque “bla” “ bla” “bla” (….) del 2000 al 2016 se contabilizaron 105 asesinatos de periodistas”.
Otro diputado, ahora del PAN, Santiago Hernández Cerón, planteó la propuesta para que funcionarios de todos los niveles los tomen en cuenta y rindan cuenta de sus quehaceres y comparezcan en la tribuna legislativa.
Pide obligar a los funcionarios o dependencias a responder a los exhortos que realice el Congreso, en un plazo no mayor a 30 días, pues en el primer periodo ordinario de sesiones de la presente legislatura se presentaron más de 70 puntos de acuerdo en los que se exhortó a diversas autoridades de la administración pública estatal, de los cuales menos del 10 por ciento dio algún tipo de respuesta.
Al diputado Hernández Cerón le faltó agregar a su iniciativa, “La verdad no nos pelan”.
RIBETE LLAMADO ELEAZAR GARCÍA
El ribete para los señores diputados de la 63 Legislatura: ¿de veras quieren trabajar? ¿En verdad ostentan la autonomía del Poder Legislativo?
¿Desean como buenos ciudadanos que sus nombres sean recordados por los hidalguenses?
Siendo así, señores, soliciten la comparecencia del ex presidente municipal de Pachuca, ingeniero Eleazar García Sánchez, para que ante la sociedad, a la cual ustedes representan, dilucide las siguientes incógnitas:
¿Dónde están las piezas metálicas del andamio que el presidente municipal Omar Fayad Meneses adquirió en el año 2008 para realizar la remodelación integral del Reloj Monumental de Pachuca?
(El andamio tuvo un costo de cinco millones de pesos. Su valor actual es superior a la cifra anterior).
¿Dónde quedaron guardados o en poder quién los dos mil ejemplares del libro Pachuca, un tiempo y un espacio en la historia, de la autoría del cronista del estado de Hidalgo, licenciado Juan Manuel Menes Llaguno?
Las anteriores no serán las únicas interrogantes que debe contestar el ex alcalde. Surgirán otras. Ustedes también piensan y preguntarán.
La solicitud va dirigida a todos los diputados, pero sin saltar trancas a la señora presidenta de la junta de gobierno, María Luisa Perusquìa, primera mujer que, aunque esté mal decirlo, sin faltar al respeto, ha sabido arrear el rebaño legislativo, hasta el momento muy bien, sin que nadie se le haya salido del redil.