Así no, presidenta
PACHUCA Hgo., 1 de marzo de 2017.- El tema Trump ha traspuesto todas las barreras del mundo, y digo tema porque el progresivo odiado nombre del presidente de los Estados Unidos no da lugar para que se hable del hombre, de sus virtudes o defectos, sino de un fenómeno que se está incrustando en lo social, lo político y lo económico, en la mayoría de las naciones donde domina el dólar.
Donald Trump ha sobrepasado todas las expectativas como nunca lo han tenido los anteriores mandatarios del vecino país del norte. Sale sobrando que apuntemos los calificativos que se le han aplicado no sólo en español, en numerosos idiomas cuyos hablantes se sienten ofendidos o desprotegidos contra los embates del belicoso empresario gringo.
En México se ha tomado muy en serio la construcción del muro fronterizo lo cual ha dado motivo para tejer toda clase de especulaciones, independientemente de los yerros diplomáticos de nuestros gobernantes.
El gobierno de Peña Nieto lanza programas de rescate de los migrantes aludiendo que “México es país de oportunidades” para nuestros paisanos, deportados paulatinamente y que en su momento lo dejaron porque no encontraban trabajo.
Donald Trump es más de lo mismo: lenguaraz y agresivo; amante de las guerras porque la economía de su país está fincada en el armamentismo.
Donald Trump soñaba convertirse en el gendarme del mundo. Ya lo es con un garrote más grande y pesado que el de sus antecesores.
Ya anunció que artizará la guerra en el Medio Oriente para que intervengan otros países, como ya lo están Rusia y el Reino Unido.
Las fábricas de tanques, aviones, cañones, bombas volverán a funcionar activamente. Cuando se incremente la conflagración, muchos gringos jóvenes tendrán que “enlistarse”.
¿De dónde provendrá la mano de obra para levantar cosechas; cuidar jardines; servir mesas; trabajar en las fábricas?
¡De México y de Centroamérica!
Eso mismo sucedió, en 1950, cinco años después de terminada la Segunda Guerra Mundial, con la intromisión del ejército gringo en la guerra de Corea y se volvió a repetir en la década de 1960 en Vietnam.
TRUMP EL SALVADOR
Sin embargo, Trump hará crecer el modo de vida gringa, anhelo de los migrantes como “el sueño americano”, pero sólo para los de casa.
Algunos están comparando a Trump con Adolfo Hitler, creador del nacionalsocialismo.
Trump ha crecido, está creciendo, pero como dice un dicho mexicano, entre más grandotes más duro es el zapotazo.
No hay mal que dure cien años ni gringos que los aguanten.
Hay que darle tiempo al tiempo. Ser tolerantes con los soberbios.
Y aquí le paro, Trump no merece que se gaste más saliva ni más papel. Tarde que temprano se tendrá que ir.
Si eso no sucede ¿entonces en dónde quedó el espíritu democrático, del país más demócrata del mundo?