Ráfagas: CAASIM, del desastre a la ocurrencia
Posibles Escenarios y Retos Estratégicos para México con el Regreso de Trump a la Presidencia de EE.UU.:
Perspectivas para la Administración de Claudia Sheinbaum
Parte Dos
“Los grandes cambios de la historia se logran no solo enfrentando el desafío, sino transformándolo en oportunidad.”
Nelson Mandela.
PACHUCA, Hgo., 15 de noviembre de 2024.- En la entrega anterior abordamos algunos escenarios y retos, a nivel interno, que deberá enfrentar la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en un nuevo contexto geopolítico. En esta ocasión haremos algunas aproximaciones sobre los desafíos que, de manera exterior, surgirán en esta nueva etapa de la relación entre México y Estados Unidos tras el regreso de Donald Trump a la presidencia.
Este escenario no solo exige respuestas ante la complejidad de su retórica proteccionista y el endurecimiento de sus políticas si no también nos orienta hacia un análisis profundo de cómo México, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, puede capitalizar oportunidades y mitigar riesgos estratégicos que derivan de esta reconfiguración de poder. La diplomacia, el fortalecimiento de su economía interna y el manejo hábil de las tensiones bilaterales serán fundamentales para enfrentar con visión y estrategia los desafíos que se avecinan.
La reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en las elecciones del 5 de noviembre de 2024 genera una serie de escenarios y retos estratégicos para México que, deben ser enfrentados con una combinación de diplomacia, política económica y pragmatismo. La relación bilateral, histórica y compleja, no solo puede determinarse por el tono y enfoque del presidente estadounidense, sino por la capacidad de México para anticipar, negociar y responder de manera estratégica.
Nearshoring: Oportunidades y Tensiones
La tendencia al nearshoring, que ha cobrado auge en América del Norte, ofrece oportunidades significativas para México como un eslabón clave en la cadena de suministro regional. El interés de empresas estadounidenses por relocalizar sus operaciones más cerca de casa, en respuesta a los problemas globales de suministro, podría ser un elemento diferenciador para la administración de Sheinbaum. Sin embargo, la retórica proteccionista de Trump, que históricamente ha exigido «América Primero», podría implicar presiones para limitar los beneficios de las empresas que establezcan sus operaciones en México. Esto podría traducirse en un endurecimiento de los requisitos o regulaciones, así como en una política de incentivos internos en Estados Unidos que haga menos atractiva la inversión en México.
Para enfrentar esta realidad, el gobierno mexicano necesitará establecer una estrategia coordinada con el sector privado, fortaleciendo la competitividad mediante políticas fiscales atractivas y garantías de seguridad para la inversión. Es clave fortalecer el diálogo con las empresas y los grupos de presión en Estados Unidos que ven al nearshoring como una herramienta para el crecimiento económico compartido.
La Migración: Un Campo de Tensión y Oportunidad
El regreso de Trump también reavivará el endurecimiento de las políticas migratorias, lo cual impactará la relación bilateral. La estrategia de contención en la frontera, el endurecimiento de las deportaciones y la criminalización de los migrantes podrían ser nuevamente la norma. Esto representa un desafío humanitario, económico y político para el gobierno mexicano.
La administración de Claudia Sheinbaum tendrá que redoblar esfuerzos para proteger los derechos de los migrantes mexicanos y centroamericanos, al tiempo que negocia soluciones más integrales con el gobierno estadounidense. Podría ser vital la participación en foros internacionales, buscando aliados en Canadá, Europa y Latinoamérica para presionar por un enfoque humanitario y multilateral.
Revisión del T-MEC: Potenciales Escenarios y Desafíos Estratégicos para México
La reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2024 trae consigo una alta posibilidad de que se intente renegociar o revisar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este tratado, que ha sido fundamental para el comercio y la inversión en la región de América del Norte, podría volver al centro de las tensiones bajo una administración Trump, que históricamente ha buscado condiciones más favorables para Estados Unidos y no ha dudado en presionar a sus socios comerciales para obtener concesiones.
Perspectivas de Revisión y Riesgos Potenciales
La administración de Trump podría buscar modificar aspectos clave del T-MEC con miras a proteger los intereses de ciertos sectores económicos estadounidenses, endurecer cláusulas de contenido regional, aumentar restricciones para sectores estratégicos o incluso imponer nuevas condiciones que reduzcan la competitividad de las empresas mexicanas. Esto podría incluir:
Respuesta Estratégica de México
Frente a este escenario, la administración de Claudia Sheinbaum tendrá que plantear una estrategia robusta para proteger los intereses de México y mantener la certidumbre en el comercio bilateral y trilateral. Esto implicará una serie de acciones estratégicas:
El Factor Diplomático y la Perspectiva Regional
El enfoque diplomático de la administración de Trump, que podría ser menos receptivo a la cooperación y más orientado al unilateralismo, requerirá que México despliegue una diplomacia inteligente. La presidenta Sheinbaum y su equipo tendrán que buscar apoyo no solo en aliados tradicionales, sino también en congresistas y gobernadores estadounidenses que comprenden la importancia del T-MEC para sus propias economías locales. Es clave destacar los beneficios mutuos del tratado y el impacto que tendría cualquier revisión desfavorable en sectores clave como la agricultura, la manufactura y los servicios en ambos lados de la frontera.
El Posible Endurecimiento de los Aranceles
La amenaza de Trump de imponer o aumentar aranceles a bienes mexicanos podría regresar, especialmente si hay fricciones en temas comerciales o migratorios. Durante su primer mandato, Trump utilizó esta herramienta como un medio de presión y podría recurrir a ella nuevamente para buscar ventajas políticas internas. Ante este panorama, México debe prepararse con una estrategia de diversificación de mercados internacionales que reduzca la dependencia de su vecino del norte. Un pilar fundamental sería revitalizar acuerdos comerciales con Asia y Europa, así como mejorar la relación con América Latina.
El fortalecimiento del T-MEC y su modernización en temas como la sustentabilidad y el comercio digital también serán imprescindibles, siempre buscando que Estados Unidos respete las reglas del juego. La diplomacia económica deberá estar presente para proteger los intereses mexicanos y garantizar el acceso al mercado estadounidense.
Inversión Extranjera: Incertidumbre y Necesidad de Estabilidad
El clima de inversión será otro campo de tensión. Trump buscará atraer capital hacia su país mediante incentivos fiscales y un entorno regulatorio flexible, lo que podría restar atractivo a México como destino de inversión. La administración de Sheinbaum debe centrarse en ofrecer certidumbre jurídica, infraestructura de calidad y estabilidad política. Esto requerirá mantener diálogos abiertos con inversores y actuar de manera decisiva ante cualquier amenaza que mine la confianza empresarial.
Además, México puede capitalizar la preferencia internacional por cadenas de suministro diversificadas, fortaleciendo sectores estratégicos como la manufactura, las energías renovables y la tecnología. Las políticas públicas deben alinearse con la necesidad de crear un entorno competitivo y seguro para los inversores.
La Diplomacia: Un Factor Decisivo
Con un mandatario estadounidense que ha mostrado poca disposición a la diplomacia tradicional, la administración de Claudia Sheinbaum deberá ser cautelosa pero firme. La relación no puede basarse únicamente en la confrontación o el sometimiento, sino en un enfoque pragmático. México necesitará construir puentes con aliados clave dentro de Estados Unidos, como gobernadores, congresistas, líderes empresariales y organizaciones de la sociedad civil, para contrarrestar políticas que puedan perjudicar a México. La reactivación de mecanismos bilaterales, como comisiones conjuntas en temas de seguridad, comercio y medio ambiente, será esencial. México deberá jugar un papel activo para demostrar su relevancia en los retos compartidos de la región, como el cambio climático, el tráfico de armas y drogas, y la estabilidad regional.
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marca un punto de inflexión para México, que deberá navegar un escenario geopolítico desafiante bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum. Esta nueva etapa requiere de un enfoque estratégico que vaya más allá de la simple respuesta reactiva. México tiene la oportunidad de redefinir su relación bilateral, fortaleciendo sus lazos internos, diversificando su comercio exterior y construyendo puentes diplomáticos sólidos que aseguren su estabilidad y crecimiento económico.
La estrategia de Sheinbaum deberá estar anclada en la defensa de los intereses nacionales, con un énfasis en la cooperación y el pragmatismo, sin perder de vista la necesidad de mantener la soberanía y el bienestar de sus ciudadanos. Los retos relacionados con el nearshoring, la migración, el T-MEC, la inversión extranjera y la diplomacia deben ser abordados con una visión integral que permita aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos que surgen de este nuevo contexto internacional.
La clave estará en actuar con inteligencia, unidad y determinación para asegurar que México no solo resista las presiones externas, sino que también se fortalezca y avance hacia un futuro más competitivo, resiliente y próspero. La historia demuestra que los momentos de tensión también pueden ser catalizadores de cambio, y México, con visión estratégica, puede y debe ser un actor relevante en la redefinición de las dinámicas regionales y globales.
Nos saludamos pronto.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.