Así no, presidenta
El distanciamiento social que vivimos como medida de prevención para disminuir los contagios del COVID 19 genera una reducción de la dinámica social y con ella un tejido social menos fuerte con las implicaciones que esto conlleva.
En cuanto el semáforo se va acercando al color verde las actividades permitidas aumentan y las medidas de restricción disminuyen, sin embargo, nos hemos centrado en las actividades económicas, dejando de lado las de carácter social, sobre todo aquellas enfocadas a la comunidad.
Reactivar los espacios públicos donde las actividades sociales no económicas se llevan, es de vital importancia para reforzar los lazos entre familias y comunidades. La apropiación y rescate de espacios públicos ha sido una estrategia eficaz para reforzar el tejido social, fomentar el deporte, la convivencia, así como para reducir la delincuencia y drogadicción.
Colombia diseñó y aplicó políticas públicas innovadoras centradas en la construcción de comunidad como mecanismo de pacificación. Se rescataron espacios públicos y crearon proyectos que permitieron generar una dinámica social fuerte con la finalidad de reconstruir y robustecer el tejido social. Centrados en revitalizar las comunidades se han obtenido resultados sobresalientes, sobre todo al enfocar los esfuerzos y presupuestos a los lugares donde las carencias sociales, la marginación y la vulnerabilidad es mayor.
Nuestro país presenta un contexto similar al colombiano, el narcotráfico e inseguridad crecen constantemente, generar estrategias centradas en las personas con el objetivo de construir comunidad es trascendental. Es una tarea de todas y todos, sin embargo, el rol de los gobiernos y de las asociaciones civiles o colectivos ciudadanos es primordial para obtener mejores resultados.
En cuanto el semáforo permita la reactivación de escuelas, parques, plazas públicas, lugares de encuentro de la comunidad, será un reto enorme revitalizar estos espacios para que sean puntos de aprendizaje y esparcimiento. Tras más de un año de medidas restrictivas la gente está ansiosa por salir y recuperar la dinámica social.
Es relativamente fácil reconocer los espacios públicos con potencial para convertirse en nodos que permitan fortalecer el tejido social y que tienen valor social, lo difícil será el convertirlos en lugares de construcción de comunidad.