(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
La herencia colonial ha dejado profundas huellas en nuestras estructuras institucionales y en la mentalidad de quienes ejercen roles de poder. Enfrentar y erradicar estas influencias coloniales es un paso crucial para construir un sistema más equitativo y sensible a la diversidad de nuestras sociedades.
La descolonización comienza con el reconocimiento y la valoración de las múltiples identidades presentes en una nación. En muchos casos, las personas servidoras públicas han sido entrenadas bajo modelos occidentales, lo que puede llevar a una falta de aprecio y comprensión de las culturas y tradiciones locales. Al fomentar la valoración de la diversidad cultural, se pueden generar políticas y servicios más apropiados y respetuosos hacia todos los ciudadanos.
Es esencial también examinar las estructuras de poder dentro de la administración pública. A menudo, los altos cargos han sido ocupados históricamente por individuos provenientes de las élites, perpetuando así una visión sesgada de la realidad y manteniendo desigualdades. La promoción de líderes provenientes de comunidades marginadas puede traer consigo perspectivas más amplias y sensibles a las necesidades de todos los ciudadanos.
Además, la descolonización requiere revisar las políticas y prácticas institucionales que puedan perpetuar la discriminación y la opresión. Desde la educación y el empleo hasta el acceso a servicios básicos, es fundamental garantizar la equidad en todas las áreas de la sociedad. Esto implica eliminar barreras que afecten a minorías étnicas, culturales y lingüísticas, promoviendo así la igualdad de oportunidades para todos.
La descolonización también pasa por una reconexión con la tierra y el medio ambiente. En muchos lugares, las prácticas coloniales han llevado a la explotación irresponsable de los recursos naturales y al desplazamiento de comunidades indígenas. El gobierno tiene un papel clave en la protección del medio ambiente y en promover la sostenibilidad, respetando los conocimientos y cuidados ancestrales de la tierra.
La descolonización en el servicio público requiere una formación continua en temas de diversidad, inclusión y justicia social. Capacitar a los funcionarios en la apreciación de diferentes culturas y la historia de su nación puede ayudar a construir una conciencia más amplia y una administración pública más sensible y receptiva.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.