Subestimando a la presidenta
Sin importar el ambiente en el que nos desarrollamos, seguramente en más de una ocasión nos hemos topado con pared chocando contra estructuras, normas o expectativas que nos orillan a pensar que “esto es así” y que no puede cambiar.
Comúnmente se debe a estructuras formales y arcaicas. Por ello es viable generar cambios a nivel micro, en procesos y formas. La resistencia en muchas ocasiones se encuentra dentro de nosotros mismos, influenciados por el entorno que nos hace pensar que no es viable o posible generar cambios. Gran equivocación.
Sin embargo, con un mundo que cambia tan rápido como se desarrollan las tecnologías y las formas de interacción. Debemos aprender ante estas realidades emergentes que el cambio es posible, empezando por generar nuevos procesos, acciones y modificar estructuras de pensamiento, comprender que lo valioso no está en tener la razón, sino que puede residir en equivocarse y aprender lo más rápido posible.
Muchas de las acciones o ideas que vemos cómo erróneas e imposibles no lo son en sí mismas, sino que al ser novedosas y estar fuera de los límites a los que estamos acostumbrados suponemos que no son viables o están equivocadas.
Nuestros distintos miedos forman barreras que nos hacen repetirnos que “esto es así”, donde hacer algo de una manera diferente nos hará perder el control, o pondrá sobre nosotros miradas incómodas.
El mundo, la dinámica social, los esquemas y equipos de trabajo son nuevos, sobre todo después del COVID-19. Seguir actuando bajo las reglas de un mundo que ya no existe es ilógico y desafortunado.
Liberar el potencial de lo que puede ser y no únicamente pensar que “esto es así” nos permite visualizar un sinfín de posibilidades. La innovación busca alimentar y liberar ese potencial.
Actuar de manera innovadora nos lleva a mejores resultados, por lo menos nos genera conocimiento y experiencia. Día a día estamos frente a la posibilidad de generar impacto en los distintos lugares en los que participamos: en nuestro hogar, comunidad y lugar de trabajo. Debemos cambiar el resignado “esto es así” por un convencido e inspirado “esto podemos mejorarlo”.