
La calculada victimización
La inteligencia artificial a pesar de tener años en desarrollo se presenta como una tecnología disruptiva y que cada vez muestra mayores posibilidades para su uso.
Existen diversos prototipos que pueden ser utilizados, uno de los más famosos es ChatGPT, un chatbot de Inteligencia Artificial desarrollado por OpenAI y que se especializa en crear dialogos.
El modelo de lenguaje que utiliza se ha ajustado con técnicas de aprendizaje tanto supervisadas como de refuerzo. Es el más famoso, en parte por las polémicas a su alrededor.
Entre los casos que se destacan por su uso se encuentran un caso de suicidio, el que haya aprobado un examen MBA con alta calificación, que escribió un libro en 72 horas, su prohibición en escuelas y ciertos espacios de Estados Unidos y Francia o que generaba contenidos para páginas famosas.
Su uso es bastante versátil y permite un sin fin de opciones, como disrupción importante no hay que minimizarla, es probable que genere una revolución en la manera de generar contenidos.
Otros prototipos de Inteligencia Artificial pueden generar imágenes con las características que el usuario ingrese, muchas de ellas se han vuelto vírales en redes sociales.
Cómo toda disrupción importante conocer sus posibles aplicaciones es importante para aprovecharla, sin dejar de lado el generar estrategias y protocolos para su uso correcto.
Diversos chats de inteligencia artificial han revelado datos sensibles o compartido información que debe ser tratada con precaución.
La programación de esta nueva tecnología debe prever generar mecanismos para que su uso genere beneficios, reduciendo los posibles riesgos y malas prácticas.
Como nueva tecnología también es importante saber utilizarla para que sume a nuestras actividades cotidianas y no perder de vista su evolución. Manejar nuevas tecnologías es un diferenciador en el mercado, su uso puede ayudarnos a generar mayores ingresos o a simplificar procesos.
Es importante no minimizar los datos, la inteligencia artificial tiene el potencial de generar una disrupción importante como la aparición del internet o los teléfonos inteligentes, las disrupciones tecnológicas no deben ser menospreciadas en cuanto a su potencial para modificar la sociedad y nuestras formas de consumo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.