
Radar político/8M, saldo negativo
PACHUCA, Hgo., 10 de marzo de 2025.-En México, la Matriz de Marco Lógico es la herramienta estándar para medir el desempeño gubernamental. Su estructura permite organizar objetivos, indicadores y metas de manera ordenada, facilitando el monitoreo de los programas y la rendición de cuentas. Sin embargo, esta metodología tiene límites que, en un entorno cada vez más complejo, podrían superarse con enfoques más flexibles y centrados en el impacto real de las políticas públicas. La Teoría del Cambio se presenta como una alternativa que no solo permite medir resultados, sino comprender mejor cómo y por qué ocurren.
El principal inconveniente del Marco Lógico radica en su rigidez. La obsesión por indicadores cuantificables muchas veces deja fuera elementos clave que explican el éxito o fracaso de un programa. Un indicador puede mostrar cuántas escuelas fueron construidas, pero no si la calidad educativa ha mejorado. En cambio, la Teoría del Cambio permite formular hipótesis sobre los factores que influyen en los cambios esperados, identificando qué condiciones deben darse para que una intervención realmente transforme la realidad.
Otro punto clave es la capacidad de adaptación. El Marco Lógico se basa en una lógica lineal que rara vez se ajusta a los problemas públicos, donde múltiples variables interactúan de forma impredecible. La Teoría del Cambio, al enfocarse en la relación entre acciones y cambios, permite ajustes conforme avanza la implementación. En un contexto donde las políticas deben responder a necesidades cambiantes, esta flexibilidad resulta invaluable.
Quizá el punto primordial es que la medición de impacto de las políticas públicas tiene como objetivo conocer si es eficaz y eficiente una política o acciones específica y con base en evidencia tomar decisiones, la Teoría del Cambio permite visualizar y tener en foco los elementos necesarios para esta toma de decisiones, muchos proyectos sociales fuera del ámbito gubernamental utilizan esta Teoría para medir su impacto.
Adoptar la Teoría del Cambio no significa descartar la medición rigurosa, sino mejorarla. Necesitamos evaluar no solo si se cumplen metas administrativas, sino si las políticas generan el impacto deseado en la sociedad. Si queremos gobiernos más efectivos, es momento de probar nuevas maneras de medir lo que realmente importa.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.