Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
Las redes sociales han cambiado diversas dinámicas entre ellas las relacionadas con recibir, compartir u opinar sobre la información de nuestro entorno donde la inmediatez es tan común que en ocasiones no le ponemos atención o no corroboramos datos.
De inmediato fuentes de información, medios y cualquier persona pueda dar a conocer algún suceso, las personas se pueden volver fuentes de información o de desinformación directa.
Las redes sociales nos permiten tener tanta información y tan variada que debemos poner atención en cuál es la que nos puede dar una mejor percepción de los acontecimientos.
Hay mucha gente que asume como real la información que ve en redes sociales, aunque pueda tratarse de Fake News que al salir se comparten como si su contenido fuese real y que en ocasiones incluso diversos medios de comunicación han citado como fuentes de información pero no es fidedigna.
De igual manera esta inmediatez hace que se tomen diversas páginas y perfiles públicos como fuentes de información y que se generen opiniones a raíz de lo que ahí se dice, cuestión que comúnmente está rozando las fronteras entre lo público y lo privado (aunque se encuentre en una red social), los contenidos a pesar de que se comparten en redes pueden ser hasta cierto grado personales.
Lo que se sube e incluso lo que no se comparte puede estar sujeto al escrutinio público el publicar o no compartir información o fotos, comentar, reaccionar o no hacerlo se vuelve un tema de discusión no solo en temas controversiales como la religión, los deportes o la política.
Las redes sociales son un espacio donde se puede compartir información y opiniones, aunque en su mayoría son permitidas empiezan a aparecer filtros de las propias redes o legislativos, sobre todo cuando se trata de violencia política en razón de género.
La línea entre la libertad de expresión, la autocensura y las expresiones tendenciosas en muchas ocasiones es imperceptible. No nos queda más que como lectores, fuentes de información o miembros de una comunidad tener un criterio propio y ser objetivos y sensatos en nuestro actuar en redes sociales.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.