
Ráfagas: Tras pelea con CAASIM, la UAEH se refugia en diputados
PACHUCA, Hgo., 12 de junio de 2025.- Apenas arrancaba la administración del gobernador hidalguense Julio Menchaca Salazar y los integrantes de su gabinete, literalmente fueron enviados a la escuelita para recibir un curso intensivo sobre las normativas para servidores públicos, desde la ley de responsabilidades hasta auditoría gubernamental, redacción de oficios, comportamiento ético en el servicio público, atención a la ciudadanía, transparencia y rendición de cuentas, etc.
La capacitación con validez de diplomado fue denominada “Academia para la Transformación” con una duración de aproximadamente cinco meses, era obligatoria para secretarios, subsecretarios, directores generales y como suele suceder en un ambiente escolar, había desde los alumnos destacados y aplicados, hasta aquellos que no eran tan sobresalientes, haciendo notoria su poca habilidad durante los módulos.
Uno de ellos era el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, quien pese a la alta responsabilidad que ya tenía (la segunda de mayor importancia después del gobernador) no mostraba interés en la capacitación ni en atender los ejercicios que se les encomendaban para evaluar su desempeño, según me confesó uno los especialistas encargados de brindar dichas asesorías.
Esto, podría quedar como una simple anécdota burocrática sin mayor importancia, pero toma relevancia porque ese mismo desinterés que Olivares Reyna mostró cuando lo mandaron a capacitarse es lo que hoy lo tiene sumido en una crisis política y de credibilidad, provocando que ciudadanos, activistas, funcionarios e incluso los propios diputados, cuestionen su permanencia al frente de la Secretaría de Gobierno.
La gota que derramó el vaso fue la torpeza de Olivares Reyna para comunicar correctamente los indicios existentes sobre el caso de la desaparición en Pachuca de la menor Abril Farías (hallada días después en el estado de Puebla) y terminó emitiendo juicios de valor, imperdonables para una autoridad.
Olivares Reyna es uno de los funcionarios de primer nivel que han sufrido mayor desgaste en estos primeros 2 años y 9 meses de administración, atribuida principalmente a su inexperiencia y su nula capacidad de reacción ante las crisis políticas y mediáticas, le sucedió con el caso de Abril Farías; cuando lo acusaron de presionar y amenazar a los alcaldes de Hidalgo; cuando su sistema de inteligencia y planeación falló en el municipio de Yahualica donde varios pobladores molestos se plantaron al final de una de las giras del gobernador y cuando en alguna ocasión se hizo de palabras con otro funcionario en plena reunión de gabinete o cuando se le responsabilizó presuntamente por encubrir a los supuestos responsables de abusar de dos menores en el municipio de Zimapán.
En ninguna de estas circunstancias, Olivares supo reaccionar adecuadamente y optó por minimizar la gravedad de los hechos, revictimizando a las personas afectadas, reflejando una falta de perspectiva en derechos.
Hoy, muchos ponen en duda la permanencia de Olivares Reyna al frente de la Secretaría de Gobierno, aunque eso parece no ser una opción para el Gobierno de Hidalgo, pues su salida mandaría una señal de debilidad, principalmente a los adversarios de Olivares que llevan meses pidiendo su destitución de la Segobh, entre estos funcionarios de primer nivel y su más acérrimo enemigo, el senador morenista Cuauhtémoc Ochoa Fernández quien le declaró la guerra abiertamente.
El tiempo apremia y la Segobh de Olivares Reyna es un desastre, porque que su inacción y declaraciones muestran un patrón consistente de insensibilidad frente a problemáticas sociales graves, especialmente en temas de derechos de la infancia, violencia de género y derechos humanos.
X:@AlexGalvezQ