Ráfagas: Otra más de la CAASIM
PACHUCA, Hgo., 7 de octubre de 2017.- El líder del Grupo Universidad, Gerardo Sosa Castelán recibió una sopa de su propio chocolate. Fue chamaqueado ni más ni menos que por los diputados del Partido Acción Nacional y hasta por el de Morena Efrén Salazar Pérez, quienes le hicieron pensar que lo apoyarían en su pleito legal contra el Congreso local, pero a final de cuentas lo engañaron.
En días pasados los 10 diputados que votaron en contra de la reforma del Congreso local (5 del PAN, 3 del PRD, 1 de Morena y 1 de Movimiento Ciudadano) mediante la cual se creó la figura de los organismos internos para auditar a instituciones públicas, entre ellas la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), recibieron una oferta de Gerardo Sosa para llevar a las instancias jurídicas su rechazo a dicha inciativa y firmaran la acción de inconstitucionalidad promovida por el abogado de la máxima casa de estudios Juan Velásquez.
Hubo una reunión en la cual se acordó que los 10 legisladores firmarían el documento. El encargado de cabildear el tema fue el diputado de Movimiento Ciudadano (MC), Miguel Ángel de la Fuente incondicional de Sosa, pero al final fracasó y sólo convenció a las perredistas Margarita Ramos Villeda y Simey Olvera Bautista; los panistas y el Morenista reviraron que siempre no.
El plan B se dio ayer lunes, Sosa Castelán llamó a cuatro ex rectores universitarios tratando de enviar un desesperado mensaje al gobierno de Hidalgo de que no sólo manipula a la UAEH, sino a sus ex directivos quienes se han unido a la pelea, obligados por el jefe del clan universitario.
El mensaje político para el gobierno hubiese sido letal, de no ser por que los aliados de Sosa Castelán se encuentran en plena decadencia política y moral.
«Me quieren subir al ring con el gobernador», se justificó el jefe del patronato universitario buscando culpables de un pleito que sólo es de él, pero al cual ya echó por enfrente a cuatro ex rectores.
La UAEH de Sosa tiene un plazo de 30 días naturales a partir de que se públicó en el periódico oficial la reforma a la ley organica para iniciar su acción de inconstitucionalidad, pero todo indica que esta no prosperará al menos por ahora, porque no logró reunir el 33 por ciento del total de las firmas de los integrantes del Congreso local como lo establece el artículo 105 de la Constitución Política.
DE MI LIBRETA
Crece la mala reputación del secretario de Cultura, Olaf Hernández Sánchez, a quien integrantes de organizaciones artísticas, reporteros y hasta sus propios compañeros de gabinete no bajan de «holgazán».
A excepción del resto de secretarios, la jornada laboral de Olaf comienza después de la 1 de tarde, cuando presuntamente se despierta, ya que antes de esa hora resulta ilocalizable el servidor público, por lo que suena fuerte el rumor de que éste flojo funcionario tiene los días contados en el cargo.
Twitter: @AlexGalvezQ