Ráfagas: ¿Malos manejos en la Comisión de Búsqueda de Personas?
O´Brazil.
Twitter: @OswaldoRamirezG
<<Brasil no es para principiantes>>
Tom Jobim. Musico y compositor brasileño (1927-1994)
Esta nota llega con unos días de retraso… Contiene algunos guiños del año pasado pero que nos conectan con el presente, los mismos que a manera de epilogo son el parteaguas y cierre de una época en el balompié. La muerte de Edson Arantes do Nacimento “Pelé” el pasado 29 de diciembre firma con letras de oro en la memoria de su nombre no solo en este deporte sino como uno de los personajes icónicos de la segunda mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Se dice que el futbol puso en el mapa mundial a Brasil porque cierto es, guste o no, las proezas que Pelé hizo en la cancha fueron adelantadas para su tiempo, y como dijeran por ahí “cualquier cosa que veas que algún jugador hace el día de hoy…Pelé la hizo primero…”
Líder indiscutible del Santos F.C., en donde debutó a tierna edad en 1956. Único jugador que ostenta en su legado haber ganado tres veces la copa mundialista, de las cuales la tercera sería en el Mundial de México 70, evento en el cual anunció su retiro profesional. Carismático, sencillo; el verdadero “10” surge con él, sus orígenes humildes que le caracterizaron, y la prudencia para opinar de cuestiones que no tuvieran que ver con el futbol fueron en gran medida las que lo mantuvieron fuera de foco de la política, aun en los momentos más difíciles durante el gorilismo militar en la década de 1970. Cierto que los gobiernos represores, como el de Emilio Garrastazu Médici capitalizaron su imagen y él hasta cierto punto encantado, se mantuvo al margen. Pero se le perdona, porque después de todo el futbol en aquella época fue lo poco o único que le mantenía esperanza y sonrisas al pueblo brasileño.
No obstante, debo decir que difiero de aquellos quienes piensan que el futbol puso en el ojo mundial a dicho país. Si bien es cierto fue un catalizador importante, no se nos deben de olvidar otras expresiones que emergieron a la par y mucho más que con el fenómeno de la globalización han alcanzado notable popularidad. El Carnaval de Rio de Janeiro que data de 1723 (pese a que dicha celebración tiene sus antecedentes desde 1650), el cual a lo largo de la historia ha sufrido cambios siendo los más notables la introducción de la samba en 1917 como una respuesta e influencia cultural de herencia africana.
Ahora bien, si hemos de hablar de ritmo, por la misma época en la que El Rey Pelé iniciaba a crear magia con el balón, surge un movimiento musical considerado respuesta contracultural al jazz estadounidense. La Bossa Nova (voz nueva) tiene sus orígenes en 1957 en la que como mencionamos atrás será la sede mundial de uno de los carnavales más vistosos, Rio de Janeiro. Los precursores de este género fueron Tom Jobim, Vinicious de Moraes y Joao Gilberto. Pocos podrán decir que no conocen la inolvidable “Garota de Ipanema” canción icónica interpretada por Astrud Gilberto y de la cual aún hoy siguen haciéndose diversas versiones.
Ahora bien, siguiendo el rastro del balón, pocos de los que ahora leen estas líneas podrán decir que vieron jugar a este astro; otros como Luiz Inácio Lula Da Silva, actual presidente de Brasil contaron con nostalgia y recordaron al Rey a manera de obituario en su respectivo Twitter. A propósito de este último recién a inicio de este año se reestrenó como presidente en el que es su tercer mandato en el ejecutivo (2003-2011).
En este sentido, la lucha discontinua del partido que abandera Lula, el Partido dos Trabalhadores (PT) fue interrumpida de una manera legaloide después de que Dilma Rousseff, la cuarta mujer electa presidente en Sudamérica y la 36va como líder de la República Federativa del Brasil, fuera destituida de su cargo en 20186 acusada de fraude fiscal sucediéndole al cargo Michel Temer, el cual hizo honor a su apellido y sirvió de transición para la reinserción de la ultra derecha con el gobierno de Jair Bolsonaro (2019-2023), el cual además de sumir en corrupción y violencia a su gestión tuvo un pésimo manejo en cuanto a la crisis sanitaria e COVID-19.
La gestión de Bolsonaro fue vergonzosa hasta el último de sus días; pese al apoyo de grupos cristianos y ultraderechistas, fue claro el evidente regreso de Lula a la política para liderar a su país. Tanta fue la algarabía que no hubo festividades mas alegres de inicio de año en ningún otro país. La ofensa del susodicho expresidente a pueblos indígenas, trabajadores y afrodescendientes fue pagada cara. Sin embargo, la resistencia de la oposición dio sus primeros tumbos el pasado fin de semana cuando un grupo de manifestantes bolsonaristas invadieron el Congreso Nacional en Brasilia la tarde del domingo, para lo cual las fuerzas del orden público actuaron con rapidez evitando más desorden, y es que, a diferencia de nuestro país, Lula llega a su tercer mandato con un país polarizado por la elección (aproximadamente un 48% de preferencias frente a un 41% de Bolsonaro), lo que sin lugar a dudas dificultará su gestión.
A este respecto, la derecha brasileña emulando a los movimientos similares como el de Añez en Bolivia, el cual no terminó bien para su facción o el de Perú con la reciente destitución de Castillo y la ascensión de Dina Boluarte demuestran que son impacientes para un golpe blando y caen en el descaro de no respetar la voluntad electoral de sus pueblos. Confiamos en que la unidad y presteza de Lula con el pueblo no decaigan en otro sinsabor como los ya mencionados.
Finalmente, siguiendo el cuestionamiento de Lilia M. Schwarcz y Heloisa M. Starling en su obra “Brasil. Una biografía” (2016) las cuales en la conclusión de su libro hacen el cuestionamiento ¿Qué hace que Brasil sea Brazil o Brazil, Brasil? Creo que más allá de entre buscar en su historia, Brasil lo hace su gente, sus raíces, sus encuentros y desencuentros culturales y en efecto, así como nadie sea historiador u antropólogo externo podrá dar más que una respuesta parcial; Brasil solo se entiende así mismo por su pueblo y con su pueblo, un pueblo que lucha en aras de un revival político democrático. En fin, sirva esta pequeña síntesis de matices para entender un poco a nuestro hermano sudamericano de la verde amárela.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.