Laboratorio Público/ 100 días
Itinerario Político
Sólo era cuetión de tiempo.
Y, siempre implacable, el tiempo habló.
Y terminó por darnos la razón, una vez más.
Ayer lunes, López Obrador aceptó que su gobierno perdonó a sus aliados políticos, los Abarca de Iguala, quienes cumplían condenas por su presunta responsabilidad en el crimen de “Los 43”. Están perdonados.
¿Y la justicia?
Que nadie se diga sorprendido; todos saben que en el gobierno de López no existe justicia, tampoco leyes y menos respeto a la Constitución; sólo existe perdón a los amigo y aliados –a pesar de ser criminales–, y venganza contra los adversarios.
Y es que antes de 2014, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, financiaron el naciente partido Morena en Guerrero y hoy, el presidene hace todo por el perdón a los responsables del crimen de “Los 43”.
¿Y qué dicen a eso los padres de los jovenes secuestrados, asesinados e incinerados; qué dice la sociedad toda; que dice la CNDH, qué dicen los integrantes de los poderes Legislativo y Judicial…?
Todos guardan silencio de complicidad, a pesar de que el presidente mexicano ordenó una monstruosidad legal, para beneficiar a sus amigos y socios, los jefes de la banda criminal motejada como “Guerreros Unidos”, quienes ordenaron el secuestro, tortura, muerte e incineración de “Los 43”.
El presidente dijo que su gobierno busca que los detenidos por “El caso Ayotzinapa” serán testigos protegidos, “porque hubo un pacto de silencio para que no se hablara y hay que romper ese pacto de silencio”, explicó Obrador.
Pero fue más allá cuando aseguró que los detenidos “están contando lo que sucedió y como hay nuevas detenciones, hago el llamado a las familias de los detenidos para que ayuden dándo a conocer información veraz sobre los hechos y con ello van a tener consideraciones de caracters legal”.
Dicho de otro modo, resulta que, sin ninguna facultad legal, el presidente mismo ordena que los criminales acusen a los enemigos del régimen, a los que el propio presidente perseguirá.
Así la monstruosidad de “la justicia dictatorial” de López Obrador.
Pero tampoco es una novedad. ¿Por qué?
Porque el 21 de octubre de 2019 –hace casi un año–, en el Itinerario Político titulado “¡En Culiacán empezó la amnistía de AMLO al crimen!”, dijimos que la primera amnistía pública del gobierno de Obrador –a un criminal–, había sido a Ovidio Guzmán, “El Chapito”.
En esa entrega recordamos que el caso de “Los 43” había sido usado con fines propagandisticos por el entonces candidato Obrador, a pesar de que los responsables del crimen, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, habían financiado la construcción de Morena en Guerrero.
En aquella entrega pronosticamos que “el siguiente grupo criminal perdonado por AMLO serán “Los Abarca”, culpables del crimen de “Los 43”.
Volvimos al tema el 24 de julio del 2020, con el Itinerario Político titulado “Un cochinero el caso Lozoya” en el que revelamos que “el caso extremo de “el garrote” llamado Fiscalía General, se llevó a cabo para desmontar la llamada “versión oficial” del caso Ayotzinapa”.
Así lo explicamos: “ya se brinda protección y los beneficios de la figura de Testigo Colaborador a los principales presuntos responsables del crimen de “Los 43”. Sí, los hermanos Sidronio y José Angel Cobarrivias –líderes de Guerreros Unidos–, y responsables de ordenar la muerte de “Los 43”, ya son “Testigos Colaboradores” de la Fiscalía General y están en custodia en un hospiral privado, igual que Lozoya. Y seguirán José Luis Abarca y su esposa, María de lo Ángeles Pineda, quienes pronto serán declarados testigos colaboradores”.
Más aún, en el Itinerario Político del 26 de agosto del 2020, titulado “La Gran Estafa de AMLO: 30 pruebas”, realizamos un recuento de las alianzas de AMLO con el crimen organizado.
En el punto 15, documentamos lo siguiente: “La práctica de recolectar dinero se transformó en un rentable negocio para Obrador quien, ya como jefe del PRD, incursionó en la venta de candidaturas a puestos de elección popular.
“Y el caso más escandaloso ocurrió en Guerrero, en donde AMLO vendió a José Luis Abarca, la candidatura a edil de Iguala. Abarca era jefe del grupo criminal Guerreros Unidos; banda que a la postre ordenó el secuestro, muerte y desaparición de “Los 43 de Ayotzinapa.
“Mas aún, el Itinerario Polìtico del 28 de octubre de 2014, titulado “Pruebas de que AMLO miente”, documentamos la imposición, en una asamblea que se llevó a cabo en Iguala, en donde los asistentes denunciaron publicamente que Obrador había entregado la candidatura a Abarca, a cambio de dinero para su naciente partido Morena.
“Y la mejor prueba es que hoy, por pura curiosidad, un juez federal prácticamente exoneró de los cargos por el crimen de “Los 43”, a María de los Ángeles Pineda y en semanas también será exonerado su esposo, José Luis Abarca. Es decir, el régimen de AMLO perdonó a los matarifes de Los 43”. Fin de la cita.
Ayer lunes, 28 de septiembre de 2020, López Obrador confirmó lo que aquí documentamos a lo largo de todo un año; que para sus aliados políticos y para quines financiaron el nacimiento de Morena, no hay justicia sino perdón, a pesar de que son de los mayores criminales de la historia.
Así o más claro.
Al tiempo.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.