Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
Si las condiciones y autoridades de salud así lo permiten, el domingo 18 de octubre los hidalguenses acudiremos a las urnas para votar y con ello elegir a las y los 84 presidentes municipales, así como a los síndicos y regidores integrantes de los ayuntamientos, en lo que será un proceso electoral inédito que habrá de distinguirse por la implementación de protocolos especiales para garantizar la sanidad y sana distancia durante las votaciones, así como por la difusión de propuestas y realización de campañas sin eventos masivos y privilegiando el uso de las nuevas tecnologías.
El Instituto Nacional Electoral avaló durante su sesión virtual del 30 de julio, que se reinicie el proceso que fue suspendido en abril a causa del COVID-19 y en lo que parece ser un acuerdo entre el INE, partidos políticos, el Gobierno del Estado y el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo, éste último que preside la consejera Guillermina Vázquez Benítez, ya validó el calendario electoral para que en cada instituto político continúen su selección interna de candidatos, registren planillas del 14 al 19 de agosto, día que también será límite para que se separen del cargo los actuales funcionarios que deseen postularse y el IEEH valide a más tardar el 4 de septiembre los registros que sean procedentes.
La etapa de proselitismo será del 5 de septiembre al 14 de octubre y la jornada comicial el día 18, por lo que a partir del 21 se conocerá quienes serán las autoridades electas, habrá tiempo para que se interpongan los recursos y medios de impugnación que correspondan y para el 15 de diciembre estarán tomando posesión los nuevos ayuntamientos que sustituirán a los Concejos de Administración Municipal que ejercerán el cargo 3 meses y 10 días.
MORENA, INCONFORME…
La planeación suena muy bien, pero si la pandemia, contagios y decesos continúan en ascenso, el COVID-19 podría echar abajo los planes como ya lo hizo en abril, argumento que pretende hacer valer el Movimiento de Regeneración Nacional (morena), para rechazar el reinicio del proceso; sus diputados locales se han manifestado en contra y también lo ha hecho el propio partido a través de su representante ante el IEEH, Alejandro Olvera Mota.
Se ha hecho público que el Consejo Estatal de Morena que preside Andrés Caballero Cerón, analiza la posibilidad de no participar en la elección de presidentes municipales, algunos consejeros apoyan esa idea y también la secretaría de organización a cargo de Luis Enrique Cadena, pero queda claro que no se trata más que de un amedrentamiento, pues su intensión es que el proceso se empate con el federal del 2021 para colgarse –como lo hicieron en el 2018- de lo que haga o deje de hacer Andrés Manuel López Obrador.
Según morena están muy preocupados por la salud de los hidalguenses y por aprovechar el “ahorro” que pudiera significar el empate electoral, aunque todos sabemos que lo que menos les importa es el bienestar de la gente, y que la salud es un pretexto para que su partido no pague en las urnas el costo político de todas las promesas incumplidas por parte de Andrés Manuel, de la militarización del país, el fracaso económico y en el rubro de seguridad y principalmente el erróneo manejo de la pandemia, lo que se traduce en una cifra oficial de casi 50 mil muertos.
UNIDAD EN RIESGO…
Mientras morena se decide a participar o no, en el partido Revolucionario Institucional la dirigencia que encabezan Erika Rodríguez Hernández y Julio Manuel Valera Piedras como presidenta y secretario general, se enfrentan al reto de mantener –hasta donde sea posible- algo de unidad entre los priistas, pues si algunos pensaban que el tricolor estaba perdido para la elección en Hidalgo, la actuación del gobierno federal le abre la posibilidad de alcanzar algunos triunfos, quizás no muchos, pero sí algunos importantes, lo que ha desatado la ambición en el tricolor.
El mismo secretario general Julio Valera ha manifestado que 588 de sus militantes buscan una de las 84 candidaturas a presidentes municipales y que son mil 952 los inscritos esperando una postulación para síndicos o regidores, lo cual significa que al menos mil 500 de los aspirantes que se creen con méritos se quedarán con las ganas, pero también con la rabia de no ser los elegidos, lo que abre la posibilidad de que se vayan o de que se queden a sabotear a los beneficiados, unos por atributos y trayectoria, otros por el dedazo.
REVISIÓN COMPLETA…
Asunto que no hay que perder de vista, es el reinicio de auditorías y revisiones a la cuenta pública por parte de la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH), pues el auditor Armando Roldán Pimentel anunció que conforme a sus facultades revisarán a los ayuntamientos salientes, sin duda también vigilarán el proceso de entrega-recepción y obviamente lo harán con lupa para detectar cualquier irregularidad en el manejo de los recursos públicos.
La advertencia de la ASEH suena a palabrería, más porque sabemos que se tiene pendiente la revisión del ejercicio fiscal 2019 y en lo que se refiere al 2020 todavía está lejos el plazo para que se entregue; pero la posibilidad de que los auditores vayan en serio, pone nerviosos a muchos de los alcaldes en funciones por los señalamientos que hacen sospechosos los manejos de los recursos públicos en sus demarcaciones.
En el caso del municipio de Tula de Allende, alguien busca causarle problemas al alcalde Ismael Gadoth Tapia Benítez y enfocar las sospechas hacia su gobierno; pero no es el único, también hay que seguir con atención lo que pueda surgir de las auditorías en Tulancingo de Bravo, Tenango de Doria, Zempoala, Tizayuca, Tolcayuca, Acatlán o Huejutla y otros, pues en cada uno de ellos los indicios de posibles actos de corrupción y desvío de recursos crecen cada día.
Las opiniones y conclusiones expresadas en el artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente reflejan la posición de Quadratín.