![](https://hidalgo.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/juez-poder-judicial-reforma-judicial-sentencia-juzgado-quadratin-1-107x70.png)
Insensato regocijo
PACHUCA, Hgo., 4 de Julio de 2016.- El linchamiento de dos personas ocurrido en Tlaxcoapan, donde la tarde del sábado perdiera la vida una de ellas, pone en evidencia una vez más, el clima de inseguridad que se vive en Hidalgo, donde la población cansada de tantos delitos, decide cada vez con mayor y preocupante frecuencia el “hacer justicia” por mano propia, incurriendo –como en este caso- también en delitos graves como lo es el homicidio de una persona que era inocente de lo que se le imputaba.
Lo mismo en Mineral de la Reforma, que en Tlaxcoapan, Ajacuba, Tula y otros lugares, el linchamiento ha sido la forma en la que la sociedad agraviada y afectada por la inseguridad ha respondido ante la ineficacia de las autoridades responsables de la seguridad pública y, mientras el secretario Alfredo Ahedo Mayorga, el gobernador Francisco Olvera y presidentes municipales de diversas regiones, insisten conforme a las estadísticas de delitos mayores, que Hidalgo sigue siendo una de las entidades más seguras del país.
Sin embargo en los últimos días ha vuelto a registrarse –especialmente en la región de Tula- un clima mayor de violencia, nuevamente hay ejecuciones e intentos de ejecución, tan solo este domingo localizaron dos cadáveres ejecutados en San Agustín Tlaxiaca y uno más en el canal Requena en la zona de Teocalco perteneciente a Tlaxcoapan, lo cual indica que o los índices de delincuencia que la autoridad tiene no coinciden con lo que percibe la gente o simplemente el concepto que tienen de seguridad, no es el mismo que tiene la sociedad.
Minimizan hechos…
Si la sociedad ha decidido en diversos sitios hacer justicia por propia mano, es por la desconfianza que se tiene hacia las autoridades, para nadie es desconocido que en muchas regiones de Hidalgo y del país, las policías no sirven para garantizar su seguridad, pero si para agraviar a la población, extorsionarla, reprimirla, para abusar de ella; las cámaras de video-vigilancia en Pachuca –por citar un ejemplo-, no sirven para perseguir a los delincuentes, pero sí para infraccionar a los conductores; se persigue a la sociedad, no a quienes cometen delitos.
Pero la desconfianza surge también de la tendiente actitud de la autoridad a minimizar los hechos que tienen que ver con violencia o inseguridad; es el caso de lo ocurrido en Tlaxcoapan donde una persona perdió la vida y otra resultó lesionada de gravedad como producto del linchamiento, pero por los hechos que ocurrieron en paralelo, tanto la Procuraduría de Justicia como la Secretaría de Seguridad reconocen que cinco elementos de la policía resultaron lesionados, uno de ellos grave, en cambio omiten de manera deliberada que también se lesionó a dos reporteros y una reportera.
Reconoce la autoridad que 20 patrullas sufrieron afectaciones, sin precisar el grado, pero en cambio omiten decir que también fue incendiado e incinerado un pequeño automóvil y se afectaron varias unidades particulares; es más, en un comunicado conjunto de ambas dependencias se ignora lo ocurrido con los representantes de los medios de comunicación y por supuesto tampoco se incluye que la misma policía dependiente del secretario Alfredo Ahedo, lejos de garantizar el ejercicio periodístico en la situación se riesgo que se registró, fue una de las que más lo obstaculizó, amedrentando a los reporteros e incluso retirándoles sus acreditaciones.
Mensaje claro…
El mensaje de la gente hacia la autoridad es muy claro, están hartos de la inseguridad y la delincuencia, de la injusticia y la impunidad; no confían en los cuerpos de seguridad porque son corruptos e ineficaces y no reconocen tampoco la presunción institucional del “Hidalgo Seguro”.
Las autoridades gubernamentales mostraron ineficacia incluso para negociar con los pobladores de Tlaxcoapan, trataron de convencer “por la buena” a una turba enfurecida para que les entregaran a las personas que eran linchadas y exhibidas en la plaza pública; la intervención tardía de la policía permitió que se consumara un homicidio y se causaran muchos daños materiales en la comandancia del pueblo.
Inexplicablemente, las autoridades municipales no se hicieron presentes en el lugar, eso según el comunicado de la Procuraduría y de la Secretaría de Seguridad, habrá que esperar a conocer la versión y obligada explicación por parte del gobierno municipal de Tlaxcoapan; ¿dónde estaban en ese momento los representantes del Ayuntamiento y el alcalde Miguel Ángel López?
En octubre
Y en el Partido Acción Nacional la situación se pone cada vez más difícil para el aun dirigente Asael Hernández Cerón, lo que quedó en evidencia durante la sesión del consejo estatal, la cual tuvo que abandonar luego de que no se lograran acuerdos para incluir en el orden del día, lo referente a la entrega de un informe financiero que le han exigido algunos de los consejeros.
Se pretende que sea en octubre cuando se lleve a cabo la renovación de la dirigencia y ya hay quienes se apuntan para la presidencia del partido, como el actual secretario general Juan Alejandro Enriquez, pero mientras llega el momento de la renovación en el PAN, la división se hace cada vez más profunda entre los grupos que buscan controlar al instituto político y son cada vez más grandes las acusaciones entre ellos.
Integrantes de la fracción edilicia del PAN en Pachuca, que se han distinguido por servir a los intereses del presidente municipal Eleazar García Sánchez, por aplaudirle sus acciones y aprobarle sus negocios, en vez de ver por el interés de la ciudad, son quienes sin el menor pudor le exigen cuentas a Asael Hernández, que obviamente está obligado a rendirlas y a transparentar las finanzas partidistas, pero no deja de causar risa que quienes le exigen honestidad y compromiso, son precisamente quienes no han demostrado ni lo uno ni lo otro en su actuar en el Ayuntamiento.
Twitter: @JoelSanRadar