(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
En medio de la emergencia sanitaria y los graves efectos que esta genera en la economía nacional, una crisis más se agrava en el terreno laboral en el que tan delicada es la situación, que las autoridades han tenido que aceptar públicamente que del 13 de marzo al 6 de abril, se perdieron 346 mil 878 empleos en México a causa del COVID-19.
La cifra es una información oficial que con ese carácter fue dada a conocer por la secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, funcionaria del gabinete de Andrés Manuel López Obrador que reconoció que la mayor parte de esos empleos perdidos en solo tres semanas, lo fueron en Estado de México, Ciudad de México, Quintana Roo, Nuevo León y Jalisco, pero también dijo que no son las únicas entidades con tendencia a la baja en esta materia.
Por si existía duda de la gravedad de la situación, éste fin de semana el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoe Robledo Aburto, detalló que tan solo en el mes de marzo se perdieron 130 mil 593 empleos formales según las cifras del IMSS, en las que obviamente no se contemplan aquellos trabajos que se generan en la economía informal y que también tienen una reducción considerable por el cierre de establecimientos, comercios y todas aquellas actividades consideradas como no esenciales y que por lo tanto han tenido que suspender sus labores en cumplimiento a las disposiciones sanitarias.
SECTOR SALUD, A PRUEBA…
Desde el inicio de la crisis por el coronavirus se afirmó que la pandemia pondría a prueba al sector salud y la capacidad de reacción de las autoridades, que al menos en la primera y la segunda fase han podido afrontar la gravedad del problema sin contratiempos, porque en algunos estados como en Hidalgo, se anticiparon a la situación e implementaron medidas de manera oportuna como el Hospital de Respuesta Inmediata COVID-19 y la suspensión de clases.
Pero según avanzan las estadísticas, el pronóstico indica que a partir del próximo fin de semana el número de casos positivos por COVID que requieran hospitalización, rebasarán la capacidad hospitalaria y aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador presuma falsamente que tenemos los hospitales, los médicos, equipos, las camas y medicamentos necesarios, la verdad es que no es cierto, porque todos sabemos que ni los respiradores hay y que ni siquiera en tiempos normales se cuenta con suficientes espacios para internamiento.
El mismo subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, ha señalado que la parte más importante para afrontar la tercera fase será la reconversión hospitalaria, que incluye la ampliación, reconfiguración y fortalecimiento de la infraestructura con la que se cuenta, lo que incluye aquellos nosocomios cuya operación estarán a cargo de la SEDENA, como lo es el Hospital de Huichapan que será habilitado para atender a pacientes que lo requieran por el COVID-19.
En ese mismo sentido crece la versión de que uno de los espacios que será habilitado, es el hospital de especialidades del IMSS en Pachuca que no ha terminado de construirse desde hace 10 años, pero que por sus características y ubicación será mucho mejor que si adaptaran un gimnasio o un auditorio como ha ocurrido en otros lugares, por lo que fuentes del Seguro Social señalan que ya se ha empezado el proyecto para limpieza y adaptación de lo que hoy es una obra negra, pero que será sumamente útil en lo que se viene.
Y EL CICLO ESCOLAR?…
Quien también tiene un serio reto ante él, es el secretario de Educación Pública de Hidalgo, Atilano Rodríguez Pérez, pues mientras el ciclo escolar se mantiene sin actividades presenciales a causa de la emergencia sanitaria, el calendario avanza de manera irreversible sin dar oportunidad al cumplimiento de las metas en materia educativa y generando una cada vez mayor incertidumbre entre maestros y alumnos, especialmente del nivel básico, en el que la impreparación de los docentes para impartir clases en modalidad virtual, ha imposibilitado el avance en los programas académicos.
En los niveles medio superior y superior, aunque con muchas dificultades, se ha avanzado en el temario, pero aun así prácticamente se ha perdido el cuatrimestre en las universidades politécnicas y tecnológicas, y se considera muy poco probable en subsistemas educativos como el COBAEH y los CECyTEH se esté en posibilidades de regresar a clases para culminar el semestre, situación que si acaso le preocupa a las autoridades educativas, se han cuidado mucho de no manifestarlo públicamente por lo que da la impresión de que les da lo mismo.
Se espera que en los próximos días, cuando en el sector salud definan las acciones a seguir ante la inminente llegada de la fase 3, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo informe de qué manera se atenderá lo referente a la continuación de las clases.
ASUNTO IMPORTANTE…
Tema en el que también las secretarías de Gobierno y de Seguridad Pública a cargo de Simón Vargas Aguilar y Mauricio Delmar Saavedra deberán hacer un pronunciamiento, es el referente a cómo se implementará un cerco para al menos intentar que no se presenten casos de COVID-19 al interior de las cárceles del estado de Hidalgo, pues a lo mucho en tres de ellas se cuenta con un área básica de enfermería y “hospitalización”, pero ninguna tiene capacidad para atender a ni un solo enfermo que contraiga el coronavirus.
En las cárceles no hay ni siquiera hay espacio para “Susana Distancia” ya que desde hace varios años se ha rebasado la capacidad planeada para sus “huéspedes” y en la mayoría el nivel de hacinamiento hace que en este momento se consideren un punto de riesgo en el que se vuelve necesario que se imponga un cerco de mayor aislamiento ir seguridad y salud de los propios internos y sus familias, quienes deben entender que no hay opción ante la emergencia.