(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
INDICADOR POLÍTICO
Hasta 1970, el método de selección de candidato presidencial del PRI, con altas y bajas, había pasado a formar parte de la estructura de gobernabilidad, continuidad y estabilidad del régimen priísta. Desde 1976, el modelo designación del candidato del partido en el poder entró en la lógica de la rebatinga y se perdieron los beneficios de la seguridad político-institucional del Estado.
El asesinato del candidato presidencial priísta Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994 terminó de liquidar los beneficios del mecanismo piramidal de toma de decisiones políticas del PRI. Desde entonces, el presidente de la república –sea del PRI, del PAN o de Morena– perdió su principal brazo operativo y el sistema político priísta vigente hasta ahora dejó de ser garantía de estabilidad.
A 28 años de distancia de Lomas Taurinas, la revista digital Palacio Nacional 2024 en su edición No.15 (https://indicadorpolitico.com.mx/?page_id=12227) regresa al asesinato de Colosio y percibe que sigue siendo un enigma porque así lo ha querido la estructura política vigente. En este sentido, la investigación periodística del tema sigue descubriendo de cuando en cuando algunos indicios numerosos que también continúan quitándole vigencia a la conclusión de la investigación gubernamental: la imposibilidad práctica y política de un asesino solitario.
La tesis central de Palacio Nacional 2024 es muy sencilla de explicar: en política no hay asesinos solitarios en tanto que no puede cualquier criminal de poca monta tener acceso a un personaje central de la vida política. La investigación del caso Colosio fue controlada de manera directa por el presidente Carlos Salinas de Gortari, quien a la vez aparecía en los escenarios hipotéticos de interpretación: Salinas había decidido quitarle la candidatura a Colosio porque ya no garantizaba la continuidad personal de proyecto y de grupo y ponía en riesgo inclusive la viabilidad del Tratado de Comercio Libre que había sido firmado por Estados Unidos en noviembre de 1993 y que había apresurado la nominación de Colosio como el garante de su aplicación estricta.
La investigación oficial a través de varios fiscales dejó muchos huecos abiertos que algún día deberían de abrirse para investigar las razones políticas, aunque existe la certeza de que tendría que ser un gobierno totalmente ajeno a los grupos de poder actuales e inclusive tampoco existen indicios de que el propio hijo de Colosio quisiera en algún momento reabrir el expediente y llegar a la identificación el verdadero móvil del asesinato en Lomas Taurinas.
En la revista Palacio Nacional 2024 que ayer lunes comenzó a circular en redes se revisan los diferentes enfoques de interpretación que dejó como hilos sueltos la investigación salinista del asesinato. Desde 1994, el método de selección de candidato del partido en turno ya no fue garantía de estabilidad y se convirtió en un elemento más de lucha por el poder por cualquier vía: la alternancia panista en el 2000, el fraude electoral del 2006, el regreso de Salinas con la candidatura de Peña Nieto en 2012 y la victoria de López Obrador en 2018 revelaron que la nominación presidencial del candidato es la esencia de una crisis política y garantizada.
Ahora mismo en que el presidente López Obrador ha decidido adelantar y conducir el proceso de nominación del candidato presidencial de Morena, la disputa entre grupos de poder ha comenzado a causar estragos al interior de los acuerdos mínimos que debieran existir en la frágil coalición gubernamental. La lista presidencial oficial dejó fuera a Ricardo Monreal Ávila y por ahí se puede adelantar el colapso del proceso sucesorio.
La analista Patricia Campos repasa el escenario y encuentra cuando menos el deseo y la operación política del poderoso empresario de medios Ricardo Salinas Pliego para convertirse en candidato de la alianza PRI-PAN-PRD. Diego Velázquez detecta a tiempo la construcción de un nuevo segundo frente opositor con Movimiento Ciudadano a la cabeza. Marcela Maldonado indaga la veracidad real de la existencia/inexistencia del pueblo más allá de la demagogia de plaza pública. Samuel Schmidt analiza un factor que pocos han enfocado como problema político: el COVID-19 como reorganizador de relaciones políticas y de poder. Y Mentor Tijerina incluye el último libro de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como un elemento en la sucesión en curso.
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Política para dummies: la política es la memoria olvidada.
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