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CIUDAD DE MÉXICO, 10 de octubre de 2016.- Todos comprendemos que la mejor ciudad para vivir no solo es aquella en donde hay empleo, comodidad y buenos servicios públicos, un factor determinante para lo anterior es la seguridad pública, concepto que se determina por la incidencia delictiva, la cual genera cifras y se puede estudiar cómo los ciudadanos perciben la inseguridad.
Una comunidad con incidencia delictiva grave es la que tiene una constante en homicidios dolosos y éstos se van acumulando, marcando tendencias de estudio, desde luego se asume que debajo de los asesinatos existen otros delitos que se acomodan en la escala de la inseguridad como el abuso sexual (no menos grave y a veces ligado al homicidio), las lesiones, los robos (calificados y menores) y otras faltas. En conclusión, puede haber robos y ciertos delitos, pero cuando hay homicidios dolosos la inseguridad puede salir de control y las ciudades con más asesinatos son naturalmente las ciudades más peligrosas.
Vivimos un momento en que se presentan todo tipo de estudios sociales, este furor se debe quizá a una inquietud por saber el bueno o mal efecto de las políticas públicas rumbo a un gran proceso electoral que viviremos para el año 2018. Recientemente se presentaron varios estudios, uno de ellos fue elaborado por Data4, organización de minería de datos o big data que midió, con números oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública, cómo se ha dado el delito de homicidio doloso, con esta información el sitio Animal Político (1) ha generado una lista de los 50 municipios con más homicidios y los 50 con menos homicidios (el estudio determina tomar solamente municipios que corresponden a ciudades de más de 100 000 habitantes); el estudio de Data4 (2) creó un índice promedio con base en el número de homicidios por cada cien mil habitantes.
El estudio revela que las primeras 50 ciudades con más crímenes en el país están en los estados de Colima (el menos poblado del país) y Guerrero, es alarmante pensar que una de cada mil personas en esas entidades han sido asesinadas en las concentraciones urbanas. La lista la encabeza Tecomán, Col., con un índice de 116.80 homicidios por cada cien mil habitantes; le siguen Acapulco de Juárez (115.57), Manzanillo (103.87), Iguala de la Independencia (95.77), Chilpancingo de los Bravo (81.89), Zihuatanejo de Azueta (76.07) y Colima (75.28). Ya después están ciudades michoacanas, tamaulipecas, bajacalifornianas y sinaloenses. Manejar estas cifras es algo frío pero si las entendemos podríamos figurarnos que estamos en condiciones de guerra civil.
La segunda parte de este estudio es respecto a las 50 ciudades con menos homicidios, para los hidalguenses es bueno saber que ahí se encuentran los cuatro municipios núcleo de las cinco zonas metropolitanas de nuestro estado que son: Tula de Allende, Tulancingo, Huejutla de Reyes y Pachuca de Soto con Mineral de la Reforma, mientras que Tizayuca no figura al no tener ni muchos ni pocos casos. Para empezar, Tula de Allende es una ciudad con tasa cero y primer lugar de este índice, empatada con Santiago Ixcuintla, Nay., lo cual quiere decir que a pesar de contar con más de cien mil habitantes este municipio no reporta homicidios este año -aclaro que es lo que dicen las cifras oficiales y corresponden al territorio municipal, las noticias han reportado asesinatos en zonas circunvecinas como Tlaxcoapan, Atitalaquia o Tezontepec de Aldama-. El estudio dice que Mineral de la Reforma le sigue con un índice de 0.87, después está Huejutla de Reyes con 1.17; estos tres municipios de Hidalgo están entre las 10 ciudades con menos homicidios del país. Pachuca está con un índice de 4.40, que aunque sea poco, es notable que otras ciudades más complejas como Toluca (4.53), Saltillo (4.14) o Tampico (4.82) tienen índices similares.
Finalmente, hay que notar que aunque Hidalgo no tiene niveles alarmantes de homicidios sí hay zonas próximas a la entidad que tienen problemas graves y, por así decirlo, “hay riesgo de contagio”, hablo de sitios que están entre los 50 municipios con más homicidios como: Pánuco, Poza Rica de Hidalgo y Papantla de Olarte, en el estado de Veracruz, además de Tlalnepantla de Baz y Zumpango de Ocampo, en el Edomex.
Otro estudio relevante analizó si los ciudadanos se sienten seguros en su ciudad, fue realizado por el INEGI y a éste se le denomina Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (3), el cual revela que 7 de cada 10 ciudadanos se sienten inseguros en su ciudad. La recolección de datos para este estudio se realizó por medio de encuestas en hogares de 48 ciudades del país, dividiendo la Ciudad de México en cuatro zonas, la indagatoria implicó cuestionar a una muestra de población diversas preguntas acerca de qué tan seguros se sentían.
Los resultados deben ayudar a conocer si las estrategias de seguridad pública han funcionado, qué tanto crecen los delitos y los cambios que las actividades delictivas han generado en la población; los sitios de mayor inseguridad revelados en el estudio son los cajeros automáticos y los bancos, el transporte público, calles, carreteras, mercados, sitios públicos, escuela, automóvil y casa habitación.
El estudio indica que la ciudad más insegura es Ecatepec de Morelos con un índice de 95.3% y la zona oriente de la Ciudad de México 94.2% y Coatzacoalcos con un 93.4%; el resto de los casos son ciudades en donde hay presencia del narcotráfico o crimen organizado en general, ubicadas en Veracruz, Guerrero o Tamaulipas. Las ciudades más seguras, de acuerdo al estudio son: Mérida con un 33.2% de percepción de inseguridad, Tepic y Campeche.
Contario a lo que pudiera pensarse, Pachuca es una ciudad con una percepción de inseguridad ubicada en un 50.8%, es de las más bajas del país y debajo de la media, pero se aleja de la presunción de ser una ciudad segura, de acuerdo con cifras del INEGI es la tercera ciudad con más casas abandonadas (después de Ciudad Juárez y Chihuahua capital) y los delitos menores van en aumento como son el robo a casa habitación y el hurto parcial o total de automóviles, sin duda esta encuesta refleja eso que la población en general siente. Un delito creciente visto en las notas periodísticas es la desaparición de mujeres jóvenes que en algunos casos fue por móvil de secuestro o terminó en homicidio.
La preocupación por la seguridad ciudadana debe crecer como ha crecido el delito, es obvio, este índice demuestra también lo poco que la gente confía en sus autoridades, pues se cree que no están preparadas o los policías bien remunerados o no hay agentes y equipo suficiente, o hay impunidad en las acciones de la justicia, por lo que también es notable la intención (a veces consumada) de linchar a los presuntos delincuentes en los fraccionamientos periféricos de Pachuca en donde las calles lucen advertencias preventivas si alguien intentase robar alguna casa o comercio.
Un último punto de reflexión es la cercanía y conexión que el sur de Hidalgo tiene con las zonas urbanas conflictivas del Estado de México, de donde han procedido en no pocas ocasiones algunos delincuentes detenidos por la autoridad hidalguense, es quizá el llamado efecto cucaracha que se da cuando se dificultan los actos delictivos, ya sea por la eficacia policial o porque ya son tantos los malhechores que éstos buscan nuevos horizontes para poder actuar con mayor facilidad.
(1) Consultado en: http://www.animalpolitico.com/2016/09/asesinatos-mexico-ciudades-seguras-inseguras/
(2) El estudio de donde Animal Político obtuvo los datos puede ser consultado en: http://data4.mx/projects/violencia-en-las-ciudades-de-mexico-un-analisis-de-tres-periodos/
(3) Consultado en: http://www.beta.inegi.org.mx/proyectos/enchogares/regulares/ensu/