En tela de juicio | De dónde y quiénes somos: de Hidalgo III

CIUDAD DE MÉXICO, 30 de enero de 2017.- El paso de los años en los que existe la Nueva España llega a un momento descollante de productividad y saberes en el que poco a poco se crea esa entelequia llamada México, los ciudadanos llamados criollos y los mestizos forjan cierto orgullo con la identidad y las ideas de lo que sería una nación independiente, lo que sería la unión de uniones, ya parece una nacionalidad procreada que necesita emanciparse. Eso de la independencia es sólo una declaración que da nombre al episodio, pues Nueva España es dadora de riquezas, parecería que la dependencia era al revés, la península Ibérica esperaba una renta de la cual subsistía, en ocasiones el continente europeo salvaba su vida con lo que venía de tierras americanas, incluso en hambrunas y epidemias o en guerras en las que los recursos provenían de los altos impuestos cobrados en América. Por otro lado, las instituciones científicas novohispanas eran de primer orden, la imprenta existía aquí mucho antes que en las 13 colonias norteamericanas, había algunas universidades y se gozaba de un mercado interno gracias a una producción agropecuaria, minera y con ello el comercio.

En el siglo XVIII en Pachuca, para Europa es el llamado Siglo de las Luces en Europa, como en la novela del mismo nombre de Alejo Carpentier, en cuyo capítulo uno describe que la alta sociedad vive entre objetos de lustrosa plata que no podemos dejar de imaginar que quizá vino de estas tierras; luego de varias inundaciones en las minas y reinversiones para su desagüe, se sigue extrayendo plata, es la industria más lucrativa del reino y los distritos mineros de Pachuca, Real del Monte, de Morán y Zimapán son altamente productivas.

En 1766 se da la gran huelga minera en la que los obreros habían acudido a diversas instancias esperando se suprimiera la orden de Pedro Romero de Terreros de eliminar un incentivo que ganaban los obreros y aumentar sus jornadas laborales, los trabajadores recurrieron al paro de labores y ello desencadenó hechos de violencia, en los hechos fueron lapidados y asesinados por la turba los capataces de la empresa minera y también el alcalde mayor; fue una huelga inusitada y no falta de ilustración, pues los cabecillas del movimiento fueron capaces de elaborar documentos expresando las razones de la protesta.

Tiempo después y ya entrados en el siglo XIX llega el varón de Humboldt, un noble aventurero que recorre los distritos mineros y da cuenta de la magnificencia geográfica de estas tierras, recorre las minas, mide distancias, latitudes y altitudes, elabora dibujos captando sus impresiones visuales como es el paisaje de los prismas basálticos de Huasca. No queda más que empujar las acciones con las ideas, comienza la furibunda libertad que el cura Hidalgo inicia con los Insurgentes desde la conspiración de Querétaro y luego en el pueblo de Dolores, la gran hazaña tiene actos reflejos, los pueblos indígenas otomíes de Guanajuato, Querétaro y de la Intendencia de México se unen en ese ejército que avanza por el Camino de Tierra Adentro hacia la capital de la Nueva España.

Más actos reflejos de rebelión, hay la movilización en Ixmiquilpan y Pachuca es tomada en 1812, lugar en donde Osorno incauta 250 barras de plata, algunas de ellas van a manos de José María Morelos para financiar a su ejército. En 1812 un sobreviviente del exterminio de los caudillos insurgentes y secretario de Miguel Hidalgo parte de Tlalpujahua hacia Huichapan cargando una imprenta y con su ejército, ahí se instala y organiza una nueva resistencia, para ello es necesario repetir el grito de Hidalgo conmemorando el segundo aniversario de ese simbólico hecho, López Rayón además de actuar militarmente también inicia la escritura de un borrador de la constitución. A raíz de la revolución de Independencia, en este territorio se consolidan ejércitos que ganan un renombre y se volverán indispensables en las batallas del siglo XIX, así surgen los Dragones de Zacualtipán y los Dragones de Tulancingo.

En 1821, con la consumación y nacimiento de la nación mexicana, los capitales e intereses hispanos se alejan, como nación independiente México se puede abrir al mundo y una de las primeras inversiones extranjeras es la que trae en 1823-1824 la compañía de mineros ingleses, industriales procedentes de Cornwall en Inglaterra, quienes compran la empresa del hijo del conde Romero de Terreros, con minas inundadas y en recesión por falta de mantenimiento y azogue (mercurio), para ahí hacer una gran inversión, para ello llegan más de 1200 toneladas de maquinaria de vapor que transformará la producción, es la llegada de la Revolución Industrial a México, la cual había iniciado hace aproximadamente cincuenta años atrás.