No alcanza
PACHUCA, Hgo., 13 de febrero de 2017.- Ante la embestida de Donald Trump por evitar que las enormes inversiones de empresas automotrices se den fuera de los Estados Unidos, quizá la noticia más celebrada por los hidalguenses y por esta industria en México es el reciente anuncio de la alianza de Giant Motors (FAW) con JAC Motors (Anhui Jianghuai Automobile) para empezar a producir automotores en la planta de la primera empresa en Ciudad Sahagún.
La industria automotriz significa mucho para México, pues se ha demostrado la sustancial generación de empleos directos y muchos más indirectos, ello representa que sea importante opción de desarrollo económico; también sucede que la inversión es de tipo extranjera directa, ello representa flujo de divisas y aunque, no necesariamente la venta de automóviles representa consumo interno, pues son para exportación, también hay favorecimiento del mercado interno en aspectos como: insumos industriales, servicios, componentes y autopartes fabricadas en México, necesidades de capacitación y el pago de impuestos.
México tiene una presencia importante en el mundo en la producción de automotores de marcas de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Francia, Alemania, Italia, Suecia, China y México, los cuales se venden mayormente en mercados del primer mundo. Los estados de Puebla, México, Morelos, Querétaro, Guanajuato, Jalisco, Aguascalientes, San Luis Potosí, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Sonora, Baja California e Hidalgo representan un amplio corredor de ensambladoras de automóviles, camionetas, camiones pesados y autobuses, esta necesidad representa mucha mano de obra, servicios y el formar capital humano especializado.
El polo de industria pesada para Hidalgo se ubica en Ciudad Sahagún, en donde, además de varias empresas de manufactura ferroviaria, se ubican las tres empresas automotrices de mayor capital nacional, dos de ellas 100% mexicanas: la renaciente Dina Autobuses (lo poco que quedó de la gran paraestatal) y American Coach de México (fabricante de autobuses y plataformas para autobuses), mientras que Giant Motors Latinoamérica es una industria fabricante de camiones ligeros y medianos diseñados por la marca china FAW, empresa en donde Carlos Slim tiene una inversión de un 50 % del total de la misma por medio de Inbursa, su banco y agente financiero.
Con la noticia, destaca la posibilidad de que JAC dedique sus esfuerzos en fabricar camionetas SUV (vehículos utilitarios deportivos por sus siglas en inglés), sin descontar la posibilidad de autos con motores eléctricos, además de camiones ligeros, mismos que desde hace algunos años se venden en México bajo la marca International. Sus productos son tan necesarios en el mercado nacional como en otros mercados ya explorados por la empresa automotriz, como es el caso de Chile, Brasil, Uruguay o Colombia, países en donde la marca demostró buena relación calidad-costo, lo cual ha generado una amplia preferencia entre los consumidores de esas naciones, lo cual abre posibilidades de exportación.
JAC Motors anunció que invertirá 4.400 millones de pesos (alrededor de US$213 millones), el Gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses anunció que se producirán 11,000 vehículos en los próximos cuatro años para alcanzar la cifra de 40 000, además expresó que en un principio la producción se destinará en un principio al mercado mexicano.
Lamentablemente el mercado de autos nuevos para México aún no tiene una presencia importante en ventas, lo cual es evidente cuando observamos en las calles una añeja y contaminante flota de vehículos que en promedio van de los 10 a los 20 años de uso; en conjunto las empresas automotrices apenas logran vender un par de millones de unidades al año (aunque tampoco es un mercado despreciable), debido al escaso poder de compra de la población, la cual para adquirir un auto subcompacto o compacto requiere de una tenaz deuda, en otros sectores de la población, como en el campo, sigue siendo una opción el poder internar un vehículo de segunda o de tercera mano desde los Estados Unidos.
Carlos Slim, visto más como un hombre de empresa que como un magnate, lo cual lo hace distinto a Trump, seguramente considera favorable y estratégica esta negociación. Slim podrá tener posibilidades de ser el financiador y asegurador de vehículos por medio del Grupo Financiero Inbursa; sumado a lo anterior, Carlos Slim es fabricante de componentes automotrices como son los amortiguadores, cables y conductores, en otro momento fabricó neumáticos, pero aún los distribuye ampliamente en sus tiendas departamentales. Por otro lado, su constructora y fábricas de materiales para construcción seguramente estarán involucradas en la edificación de la nueva planta industrial y de las agencias de ventas.
Cabe señalar que las empresas de Carlos Slim tienen una importante presencia en el estado de Hidalgo, en donde además de la existencia de sus cadenas comerciales Sears y Sanborns, sus empresas telefónicas Telmex y Telcel y los servicios financieros de Inbursa, en Hidalgo hay plantas industriales de Grupo Elementia, en donde Slim es socio de Antonio del Valle (el que fuera dueño de banco Bital), un consorcio dedicado a los materiales de construcción, poseedor de Cementos Fortaleza, con plantas en Santiago de Anaya y dos en Atotonilco de Tula (antes Lafarge), también tiene en Tizayuca las plantas industriales de Comecop (Compañía Mexicana de Concreto Pretensado), fabricante de tubos de desagüe y durmientes de ferrocarril, y Mexalit-Eureka, fabricantes de depósitos de agua.
Carlos Slim es también concesionario del libramiento Arco-Norte y su constructora fue responsable de construir la planta de tratamiento de aguas residuales de Atotonilco de Tula, responsable del proceso de buena parte del agua residual del Valle de México. Uno de sus excéntricos negocios es su participación accionaria en el Grupo Pachuca, consorcio que posee no solamente el Club Tuzos del Pachuca y sus empresas anexas, el Club León, equipos de la división de ascenso, además de tener inversiones en el Club Everton de Chile y Talleres de Córdoba en Argentina.
La participación de Carlos Slim en la economía del estado de Hidalgo es ya un factor importante de desarrollo aunque parezca atomizada, por otro lado, favorecer el mercado interno y la inversión extranjera procedente de Asia o de Europa es una necesidad urgente para reventar esa reacción en cadena que han generado las primeras decisiones del gobierno de Donald Trump.