(W) Ecos Sindicales: Roberto Zerón Sánchez
Los calendarios electorales están en marcha con certidumbres e incertidumbres.
Cierta certidumbre en el estado de México, donde la oposición no encuentra ni entendimiento ni abanderado para enfrentar al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
E Incertidumbres en Coahuila y Nayarit porque en la primer entidad no hay manera de desplazar a los Moreira -el gobernador Rubén y el ex gobernador Humberto, cuyas decisiones priman en la estructura estatal tricolor- y la inminente ruptura priísta.
Por partes: primero la tierra de Eruviel Ávila.
El fracaso de las negociaciones para tener candidato de unidad fue adelantado aquí desde el 17 de agosto del año pasado, cuando titulamos la columna Edomex: la alianza PAN-PRD se cae, se cae…
Recordamos:
“Si nadie frena los egos, no volveremos a ver la escena de 2011.
“El 27 de marzo de aquel año, pasadas las nueve de la noche, aparecieron en cadena nacional los jerarcas perredista y panista para disipar la gran duda del día en la política.
-Mejor, imposible –dijo Gustavo Madero en compañía de Jesús Zambrano para resumir una consulta inusual.
“Los asistentes a las urnas, confirmaron ambos dirigentes, habían votado mayoritariamente por unir ambas fuerzas para enfrentar al priista Eruviel Ávila por la gubernatura del estado de México.
“No contaban con el factor Andrés Manuel López.
“El tótem tabasqueño frenó aquella alianza anti natura izquierda-derecha y postuló a su escudero incondicional Alejandro Encinas al amparo del partido amarillo”.
RUMBO A LA TERCERA DERROTA
Hoy, sin mejor abanderado, la dirigente perredista Alejandra Barrales sueña con Alejandro Encinas para una tercera derrota.
Peor la tiene el panista Ricardo Anaya, cuyos principales cuadros se han rebelado contra esa unión y amenazan con sublevarse en caso de optar por Encinas, condición sine qua non del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Los mismos problemas enfrenta Acción Nacional (PAN) en Coahuila, pues el favorito de Ricardo Anaya, el calderonista Guillermo Anaya, no tiene la aceptación de toda la estructura azul y parte de los senadores insistirá en apoyar a su compañero Fernando Salazar.
El pronóstico está a la vista:
Anaya será el candidato y como el perredismo no tiene ni carta ni arrastre en aquel estado, se integrará aunque los seguidores de Salazar se abran para no hacer compaña por el ex primer compadre del país.
LA PREVISIBLE DIVISIÓN PRIÍSTA
Menos oposición tiene Anaya en Nayarit, donde la investidura del alcalde de Tepic, Leopoldo Domínguez, es inevitable y el PRD de Alejandra Barrales ya considera sumarse al respaldo.
Donde hay nubes negras es en el cielo tricolor: el ex alcalde, ex diputado y ex senador Raúl Mejía recibió la invitación del dueño de Movimiento Ciudadano (MC), Dante Delgado, para hacerlo candidato a gobernador.
Mejía, ante la inminente postulación del dirigente cenecista Manuel Cota, prometió responder en una semana y siente tener suficiente respaldo de organizaciones civiles para entrar en competencia.
Un hueco para el PRI, sin duda, y una inesperada oportunidad para el PAN.