Tiempos de guerra y zozobra

Twitter: @OswaldoRamirezG

<<Nadie es tan tonto como para desear la guerra y no la paz; pues en la paz los hijos llevan a sus padres a la tumba, en la guerra son los padres quienes llevan a los hijos a la tumba>>

Heródoto de Halicarnaso. Historiador griego (484 AC-425 AC).

Hablemos pues de esos países ex colonialistas, que prácticamente son toda Europa Occidental (Francia, España, Portugal, Alemania, Bélgica, Reino Unido) y de su heredero proscripto, Estados Unidos de América. En ese mismo orden de los segundones ganadores parciales hasta finales del siglo XX, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que después de 1994 se convirtió en una serie de repúblicas independientes y en la Federación Rusa. Producto también de las revolucione socialistas y de la Guerra Fría cabe señalar al dragón de oriente, la República Popular China.

            Pues bien en ellos converge la estabilidad y la zozobra de nuestra sociedad mundial actualmente. El primero junto con Europa Occidental, por negarse a revirar en una economía que no se base en la guerra y en el saqueo de países por medio de tratados desiguales. Todavía no les han quedado claras las lecciones de la pandemia y lejos de revisar sus políticas interiores siguen actuando como potencias en plenitud, como si el mundo se tratase solo de ellos. El segundo, Rusia, cuya estrategia nacionalista en aras de ganar mayor terreno en el mercado no solo ha emprendido una franca expansión regional desde inicios de este milenio, sino que se ha convertido en el principal socio abastecedor de gas de la Unión Europea. La cosa no pinta bien cuando en lugar de razonar una aceptable área de influencia para la OTAN (léase prácticamente toda la Unión Europea con sus anexos en Turquía), cede a los caprichos de Estados Unidos sacrificando su estabilidad social económica. La discordia como sabemos se generó desde que el telepresidente de Ucrania, Zelensky prestó a su país como caldo de cultivo para una lucha de poder entre ambos frentes económicos y militares.

            Por si fuera poco estamos a un paso de que el tercero en discordia, China entre en la contienda de un amanera  más activa, el problema es que  sus intereses oscilan para ambos lados; por un lado si apoya a Rusia garantiza una barrera de defensa económica (y de influencia militar) en contra de la OTAN y Estados Unidos. El problema es que para cómo están pese a que las ofensivas de Rusia en territorios ucranianos han logrado avanzar, el pronóstico dicta que pese a que pudiera ganar y llegar a un acuerdo las ganancias no harán que la moral y la sociedad rusa se recupere, sino todo lo contrario. No obstante, si China decidiera mantenerse “neutral” probablemente las divisas y negociaciones reviertan el papel y lo reafirmen como el principal acreedor de los Estados Unidos. Sin embargo, este panorama no pinta muy bien si consideramos la reciente visita a Taiwán de Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos en agosto pasado ha generado un punto de quiebre, hermetismo y molestia por parte del gobierno Chino que históricamente aun consideran dicha isla como parte de su territorio. La escalada de la Unión Americana de aplicar el clásico “divide y vencerás” para Rusia y China, tal vez no surta efectos en esta ocasión y lo que es más, genere tensión  prematura en el pacífico y lejano oriente.

            Por su parte este fin de semana Rusia anunció una enorme ofensiva para recuperar algunos territorios ucranianos; hecho que conmocionó a su sociedad debido a que las leyes marcan reclutamiento obligatorio de la mayor cantidad de efectivos masculinos (y mujeres que cuenten con profesión de enfermera o medico), so pena de ser multados o encarcelados de no acudir al llamado. Razón demás hace dudar con este reclutamiento para suponer si realmente la estrategia militar rusa está dando el resultado deseado. De igual manera genera preocupación que en determinado momento un arrebato del gobierno ucraniano arremeta con armas nucleares en blancos civiles lo cual pueda causar confusión y entonces sí un conflicto mayor entre ambos frentes. A cuyo caso en la estrategia económica Vladimir Putin, mandatario ruso aplicará la siempre confiable “plan tierra quemada”, esta vez no como en el histórico avance y contraofensiva durante la Segunda Guerra Mundial  en la URSS de Stalin, sino como un método que ahogue en carestía de gas a sus ex socios europeos hasta llegados el invierno y una vez llegada esta estación climática a Europa se verá si es posible negociar como moneda de cambio los territorios pro rusos ucranianos y el restablecimiento de nuevos tratados comerciales. Por lo pronto el primer desesperado ya cayó en la trampa pues la adquisición de gas fue el principal motivo de la visita del presidente alemán a tierras mexicanas la semana pasada.

 Finalmente como consecuencia de todo esto habrá que resistir más arremetidas al precio de nuestros bolillos, conchas y galletas o bien ir pensando en otro alimento que las sustituya…

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