¿Preparados para Kamala o Trump?
“Ser artista es: no calcular, no contar, sino madurar como el árbol que no apremia su savia, mas permanece tranquilo y confiado bajo las tormentas de la primavera, sin temor a que tras ella tal vez nunca pueda llegar otro verano. A pesar de todo, el verano llega. Pero sólo para quienes sepan tener paciencia, y vivir con ánimo tan tranquilo, sereno, anchuroso, como si ante ellos se extendiera la eternidad.”
Rainer Maria Rilke.
Hace un par de semanas aproximadamente el INEGI publicó los resultados del levantamiento de su Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT 2023), en el cual se arrojaron resultados interesantes respecto de la asistencia de los mexicanos a eventos culturales, tomándose en consideración obras de teatro, conciertos, espectáculos de danza, exposiciones y proyecciones de cine.
El dato que más se ha destacado de manera institucional y mediática es que 48.7 por ciento de los encuestados, mayores de 18 años, asistieron por lo menos una vez a algún evento cultural de los antes mencionados, siendo las proyecciones cinematográficas y los conciertos los más concurridos.
Si bien aún no se alcanzan las cifras como en el año 2019 (57.8 por ciento), se ha de resaltar que el público que más asiste a eventos culturales es grupo etario entre 18 y 24 años (77 por ciento de participación) y así la curva asistencial va decreciendo en proporción al aumento de la edad de los encuestados.
Asimismo, más del 60 por ciento de los encuestados se enteran de los eventos culturales por vía del internet y las redes sociales, exhibiendo el impacto de las mismas en relación a los medios tradicionales de difusión.
Por otro lado, los motivos principales (que manifestaron los encuestados (63.9 por ciento) para asistir a eventos culturales fueron dos: las entradas a bajo costo y la cercanía de los foros para concurrir a los eventos.
Se comparte esta información, a criterio de quien escribe estas líneas, ya que persisten los efectos de la pandemia en este campo. Los eventos culturales tardaron mucho en recuperar sus aforos tradicionales y también el paradigma de los públicos dio un giro en relación al acceso a tales manifestaciones, imponiéndose las opciones virtuales como una alternativa importante teniendo presentes los costos de acceso a las mismas.
De igual forma es llamativo el poco interés que se sigue mostrando por eventos como la danza y el teatro. Las cifras aquí citadas han de motivar que las instancias gubernamentales implementen incentivos para formar nuevos públicos que se acerquen a estas disciplinas. México cuenta con una tradición de compañías de danza y de teatro muy destacable y resulta penoso que no se logre llegar a nuevos espectadores que disfruten de éstas.
Antes de concluir, ha de señalarse una vez más el fracaso de la actual administración federal en materia de cultura. No se ayudó a artistas ni gestores a enfrentar la crisis de salud ni mucho menos ha sido factor para recuperar los programas y apoyos que hasta ahora se han borrado. La fuga de creadores es una crisis silenciosa de la que no se habla y de cara al 2024 debe ponerse en el ojo público.
Bajo lo aquí expuesto, sin duda en México es una proeza y casi heroico dedicarse a la cultura y las artes de manera profesional y sobrevivir en el intento. Se le debe un reconocimiento a todos esos artistas y creadores que salen adelante todos los días allende las adversidades.
Finalmente, con la información que brinda el INEGI se espera rectifiquen algunas acciones de gobierno y resulta alentador que las juventudes sean quienes muestren interés en este campo. México es una capital cultural de Occidente y sus habitantes deben ser más conscientes de ello. La cultura siempre será el mejor camino para lograr la trascendencia como sociedad.
Bismarck Izquierdo Rodríguez
Secretario de Cultura del CEN del PRI
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