Así no, presidenta
Deportaciones; acciones preventivas (1ª parte)
CIUDAD DE MÉXICO, 3 de abril de 2017.- Muchas de las iniciativas y acciones que Donald Trump prometió durante su campaña entre las que se cuentan la cada vez más improbable construcción del multicitado muro fronterizo o su fallido intento por eliminar el servicio de salud llamado “obamacare”, han sido el inicio de una serie de fracasos de este neófito y villamelón aprendiz de político que poco a poco se va dando cuenta que para ser un verdadero presidente, no basta con bravuconadas y echadas que solo ponían contentos y creían sus ultra derechistas e incultos seguidores.
Sin embargo y mientras son peras o manzanas, la inercia y clima de agresión y rechazo hacia los migrantes es una triste y exacerbada realidad que se vive día a día en muchos lugares de la unión americana. Estas agresiones se presentan tanto por parte del segmento racista y xenófobo de la población, como por parte de las autoridades, principalmente migratorias.
Es precisamente ante estas, principalmente ICE, qué nuestra gente, la que vive del otro lado de la frontera y vive estos riesgos, debe estar perfectamente informada para evitar riesgos hasta donde sea posible. Es por ello que la activista y abogada hispana Ángela Sanbrano nos comparte algunas recomendaciones que es de suma importancia conozcan bien nuestros paisanos en los Estados Unidos, ya sea compartiéndoles esta columna o comunicándoselas tomando en cuenta que ha habido de casos en los que simplemente con hacer valer sus derechos, algunos inmigrantes han podido defenderse de ser arrestados en un momento dado:
-No abrir la puerta si no sabe quién está tocando.
Primer regla que hay que internalizar es: NO abras sin saber quién toca. Especialmente si llegan entre 4 y 6 de la mañana. Los agentes de ICE usualmente llegan en horas de la mañana buscando a alguien en particular. A menudo anuncian que son “policía” pero la policía y ICE tienen uniformes muy distintos. ICE lleva uniformes negros con letras blancas que dicen ICE and POLICE. Familiarícese con los uniformes de su policía local y vea si puede cómo están vestidos, antes de abrir.
A menudo los agentes de ICE se identifican solo como POLICIA, ocurrió en algunas redadas en febrero 10, y la ciudad de Los Ángeles se quejó directamente con el gobierno federal de este hecho, que confunde las tareas de los agentes federales con las de policía local, que no tienen nada que ver la una con la otra.
Se les debe pedir una orden judicial firmada, el documento debe tener la firma de un juez y el nombre de la persona que están buscando. También es importante revisar las fechas, las órdenes judiciales caducan después de 14 días. La abogada recomendó que si no tienen una orden judicial no se abra la puerta aunque ellos digan que no la necesitan. En varios casos en que la gente no ha abierto la puerta, los agentes se han ido.
-Si lo interrogan agentes de ICE solo diga su nombre.
Si se encuentra con agentes de ICE en cualquier circunstancia, ya sea en la calle o en cualquier otro sitio y comienzan a hacerle preguntas, SOLO DIGA SU NOMBRE. Le van a preguntar más cosas, seguramente. Tienen maniobras para intimidar y sacar información, pero si le preguntan cómo entró o de donde es y usted responde, puede ser un problema.
El derecho a guardar silencio durante un arresto para no dar información que pueda incriminarlo está garantizado por la Quinta Enmienda de la Constitución y esto aplica también para indocumentados. La razón por la cual uno guarda silencio es para dar tiempo a hablar con un abogado y protegerse. Si se tiene una orden de deportación es posible que con un buen abogado se pueda tener una defensa, por eso es mejor no hablar más de la cuenta y no facilitar una posible deportación. También es recomendable tener a mano una de las tarjetas de “derechos” que están distribuyendo grupos pro inmigrantes y que sirven para entregárselas al agente en cuestión y que señalan que la persona invoca su derecho a no hablar y consultar a su abogado.
Continuaremos la próxima semana con las recomendaciones en una segunda entrega.