Ráfagas: Tatiana Ángeles, cuentas pendientes
“Luchar por mismos derechos, como el del Matrimonio Igualitario no me hace gay, como luchar contra el racismo no me vuelve negro, pero ambas luchas me hacen más humano” – Víctor de Currea Lugo –
No, no estamos en el siglo XVI o a mediados del siglo pasado, periodos que la historia considera como algunas de las peores épocas del racismo y la discriminación mundial; De hecho, la discriminación actualmente es ilegal y está penada.
Cualquier persona con un mínimo de cultura sabe y entiende que una sociedad que pretende considerarse civilizada, no puede permitirse el cáncer de la discriminación por ningún tema, ya sea por raza, credo, preferencia, nacionalidad, condición física, edad, etc. Desafortunadamente en la sociedad mexicana todavía es posible que ciertos grupos, (vulnerables por su poca fortaleza intelectual y limitada preparación) sean manipulados con información acotada, tendenciosa y tergiversada poniendo cara y diana a un segmento de la población que le guste o no a los discriminadores, son sencillamente mexicanos productivos y con exactamente los mismos derechos y obligaciones que el más “mocho” o el más liberal connacional. Son parte muchas veces de familias como cualquier otra persona, trabajan, pagan impuestos y participan de la vida de la nación desde todas las trincheras.
Evidentemente me refiero a las marchas que oscuros intereses retrógrados organizaron el sábado pasado en varias ciudades del país, algunas bastante nutridas y otras prácticamente insignificantes, todas ellas centras en su odio y desprecio hacia los homosexuales.
Curiosas imágenes circulan en videos de redes sociales donde se hace evidente que muchas y muchos asistentes vestidos de blanco, son cuestionados respecto del motivo de su presencia en la protesta, y la respuesta (que honestamente no me asombra) es prácticamente en todos los casos respondiendo que “en defensa de la familia”, pero sin saber contra que la “defienden” o ignorando completamente el contenido de la propuesta del ejecutivo, -detonante de estas marchas- como sucedió con unas cuantas personas que participaron en esta convocatoria y con quienes pude comentar al respecto y no supieron mencionar nada sobre la intención de esta iniciativa que solo busca dar certidumbre jurídica igualitaria a los mexicanos que incorrecta e injustamente no la poseen actualmente.
Consagrar las garantías de poder contraer matrimonio y de adopción en igualdad de condiciones a personas del mismo sexo, respecto de personas heterosexuales, establecer el divorcio sin expresión de causa y garantizar la identidad de género, son básicamente los puntos que integran el contenido en cuestión, mismo que como ya mencione, desconoce la mayor parte de quienes alegaban lo “maligno” de esta iniciativa.
Lo triste e interesante, como asegura Alejandro Solalinde, sacerdote y defensor de Derechos Humanos quien manifestó su oposición tras estas manifestaciones, es el que tantas personas permitan ser manipuladas por la jerarquía católica para promover odios y fobias sin sustento real, al grado de una indignación acéfala pero perniciosa y peligrosa. Curiosamente este tipo de manifestantes son los mismos que pueden ver como el país se cae en pedazos sin reaccionar y sus pastores no convocan a los feligreses “Para protestar por la corrupción, por la impunidad, la visita de Donald Trump, ni dan signos de solidaridad con la gente dolida y más agraviada como son los desaparecidos, los secuestros, lo curas pederastas y las mujeres asesinadas” y cuestionó: “¿Por qué no hay esa sensibilidad de esas causas en un México tan violento y agraviado? La Iglesia católica está en crisis porque sigue con la manía de juzgar y Jesús no juzgaba, sigue la manía de etiquetar y excluir y Jesús promovía el amor incluyente y muchos no saben qué es el amor incluyente”.
Hidalgo puede impulsar la educación universitaria a distancia para migrantes
Imposible dejar de mencionar que en la prensa latina de los Estados Unidos, destaque la noticia de que un grupo de 83 hispanos de varias edades se graduó este sábado pasado de un programa de educación a distancia que ofreció títulos de educación general básica, educación secundaria y estudios universitarios. El programa es resultado de la colaboración entre el INEA, la Universidad de Guadalajara, el consulado mexicano en Los Ángeles y el Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN).
La mayoría de participantes de este programa pertenece a familias con bajo poder adquisitivo y dos tercios de los graduados son mexicanos, mientras que el otro tercio procede de diferentes países latinoamericanos. Durante la ceremonia, en la que algunos de los graduados obtuvieron más de un diploma, se entregaron 13 títulos de educación primaria, 13 de secundaria, 7 diplomas de alfabetización, 35 títulos de robótica e informática y 18 diplomas en el área de negocios.
Lo interesante de esto es que en Hidalgo, varias personas que conocemos y nos hemos involucrado en la problemática migrante y de sus necesidades, así como en el área académica, hemos avanzado bastante en el desarrollo de un proyecto hidalguense, similar –ya probado- que permitiría a nuestros paisanos y demás migrantes de habla hispana que viven del otro lado de la frontera, el acceder a educación universitaria de calidad, económica y con aplicación y factible desarrollo en otros países, dejando de lado la inercia de que los migrantes solo pueden con trabajos obreros, campesinos y de servicios. Ojalá la entrante administración estatal, así como la SEPH, nos permita exponer esta iniciativa y eventualmente llevarla a la realidad.