
Ráfagas: Fernández Hasbun, prueba de fuego
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de agosto de 2017.- Venezuela es la nota de diario en la mayor parte del mundo occidental, y en el caso del continente americano, muchos de sus gobiernos y cancilleres sospechosamente parecieran no tener otro objetivo que criticar al país bolivariano, pero como cita el dicho, “Ven la paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga en el propio”.
Esto le viene como anillo al dedo al aprendiz de Canciller, Luis Videgaray, quien forma parte de un gobierno cubierto con un manto de ilegitimidad desde su elección, debido a las mismas argucias y actos ilícitos que apenas hace unos días volvieron a aplicar, y les permitió muy dudosamente “ganar” la gubernatura del Estado de México. Todos los medios lo vieron, muy pocos lo consignaron.
Sirva pues la columna de esta semana, además de informar a sus lectores, para que algún funcionario de la Secretaria de Relaciones Exteriores tome nota y le informen a su jefe de la situación que viven cerca de 70 jornaleros mexicanos en una comunidad cercana a Seattle, Washington.
De hecho la Secretaría de defensa de Derechos Humanos del CEN de morena, es la entidad que desde el viernes 11 de este mes, sacó a la luz esta situación y emitió un pronunciamiento donde denuncian la explotación de los jornaleros agrícolas migrantes en Estados Unidos, calificándola como similar a la esclavitud, y evidenciando que además, no reciben la atención necesaria, lo que los pone en peligro de muerte. Y es que, estos jornaleros mexicanos empleados por la firma Sarbanand Farms en la comunidad de Sumas al norte de Seattle, estado de Washington, fueron despedidos por protestar por las malas condiciones de trabajo y la muerte de uno de sus compañeros como consecuencia de una negligencia que impidió su atención pronta.
Actualmente, el Estado de Puebla, de donde son la mayoría de estos trabajadores legales, tiene alrededor de dos millones de migrantes en los Estados de los Estados Unidos, principalmente en Nueva York, California, Nueva Jersey, Nevada y Pensilvania, lo que lo coloca como la quinta entidad federativa del país, con mayor expulsión de migrantes, y quienes aportan casi el 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto estatal.
La denuncia pública se presenta, porque hace unos días, Honesto Silva Ibarra, de 30 años, visiblemente enfermo fue obligado por la empresa a trabajar en medio de una ola de calor intenso, por lo que, aún habiéndose agravada su salud, se le negó la atención médica, y fue hasta 2 días después que recibió atención médica, pero fue muy tarde y falleció, además de que los gastos corrieron por su cuenta, porque la empresa se negó a pagar su hospitalización.
Cuando su amigo Honesto Silva Ibarra fue hospitalizado, estos hombres, sus compañeros, se negaron a trabajar protestando por lo que denuncian son terribles condiciones en la granja. Ibarra murió el 6 de agosto en el Harborview Medical Center en Seattle.
Los trabajadores acampan en este momento en el pequeño patio trasero de la casa de una pareja que de manera solidaria les ha permitido permanecer ahí, a una milla de donde estaban trabajando hace una semana, hasta que estén seguros de que todo el incidente no les causará futuros problemas en sus visas tipo H-2ª. Por lo pronto, subsisten gracias a la solidaria respuesta que se ha dado vía donaciones que hacen personas de buen corazón de la localidad.
Pero además, ese corporativo, se niega a pagar los gastos de regreso a México, por lo que es imperativa la intervención de, al menos el Consulado Mexicano para mediar este conflicto ante las autoridades estadounidenses en apoyo y solidaridad con los jornaleros, quienes han tenido que migrar por la falta de oportunidades laborales en México y la pésima situación económica.
Los migrantes como siempre son el gran sector ignorado por el gobierno mexicano, pero son también los ciudadanos que con las remesas que envían, constituyen uno de los pilares económicos más importantes del país.
¿En qué momento se nos dará la importancia, atención y reconocimiento mínimos que merecemos?