No alcanza
CIUDAD DE MÉXICO, 20 de marzo de 2018.- El estado de Maryland recibió con enorme alegría que el pasado viernes 16 de marzo, la Cámara de Representantes estatal (que es el equivalente a una Cámara de Diputados local), aprobó un proyecto de ley que pretende facilitar el acceso a la universidad a los “soñadores o dreamers” y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS), en beneficio principal de la comunidad latina.
Esta propuesta legislativa permitirá a los amparados por el programa de Acción Diferida (DACA) y por el TPS, finalizar sus estudios universitarios, precisamente en momentos en que la tensión por el destino de casi 700,000 soñadores en todo EUA está en juego, a pesar de que ambos planes migratorios hayan sido eliminados para los nacionales de varios países por el presidente, Donald Trump.
Un estudiante residente en Maryland paga aproximadamente 10,000 dólares anuales como promedio en una universidad estatal, en tanto que los estudiantes internacionales tienen que cubrir montos de hasta 35,000 para poder estudiar en los mismos planteles, y de hecho atendiendo a la actual legislación, si un estudiante con DACA o TPS pierde su estatus, debe pagar como si fuera un estudiante internacional, siendo una cantidad imposible de pagar por la gran mayoría de los muchachos, lo que les impide la posibilidad de costear sus estudios universitarios.
Esta medida es verdaderamente importante para los alumnos de bajos recursos, dándoles la oportunidad de trabajar durante más tiempo, y así poder ahorrar la cantidad necesaria para costear sus estudios universitarios, sin embargo la propuesta, está pendiente de ser aprobada por el Senado estatal, para después ser firmada por el gobernador de Maryland, el republicano Larry Hogan, con lo que se ampliará el tiempo que tienen los estudiantes que finalizan la escuela secundaria, que son cuatro años para entrar en la universidad, extendiendo este plazo a seis años.
Además, la legislación eliminará un requisito de la actual ley educativa de Maryland que requiere a los estudiantes indocumentados aprobar 60 créditos en un colegio comunitario antes de entrar a la universidad. Es un gran número de estudiantes los que están listos para comenzar de inmediato la educación superior en una universidad de cuatro años. Este proyecto les permitirá a estos ‘soñadores’ continuar su carrera académica en la universidad que elijan y con ello tener acceso a un mejor nivel de desarrollo y de vida.
Por si esto fuera poco, la Cámara de Representantes estatal también dio luz verde el pasado jueves a otra propuesta que, en caso de ser finalmente firmada por el gobernador Hogan, permitirá a los alumnos sin documentación en regla calificar para becas universitarias.
Hasta ahora, los indocumentados no podían optar a este tipo de ayudas a pesar de tener las mismas necesidades económicas que estudiantes nacidos en los Estados Unidos o con una situación migratoria regularizada: Ambas leyes podrían entrar en vigor a partir del próximo 1 de julio, según el reglamento estatal.
En septiembre pasado, Trump anunció el fin de DACA, pero dio al Congreso hasta el 5 de marzo para encontrar una solución para los 690,000 jóvenes indocumentados que gracias a ese permiso, proclamado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama, han podido residir y trabajar legalmente en los Estados Unidos, sin embargo y hasta el momento, el Congreso no ha logrado alcanzar un acuerdo sobre DACA y gracias a una decisión del Tribunal Supremo tomada en febrero, se anuló la vigencia de la fecha límite proclamada por Trump y dejó con vida el plan migratorio.