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CIUDAD DE MÉXICO, 9 de octubre de 2017.- Solo si el Congreso adopta una ley que incluya un muro fronterizo, la deportación de niños no acompañados en la frontera, y un sistema de visas con base a “mérito”, Donald Trump permitirá la legalización de los “Dreamers”.
Esto fue lo que el presidente estadounidense afirmó este domingo, y de inmediato este paquete migratorio se topó con el rechazo generalizado de los demócratas y los grupos pro-inmigrantes.
De inmediato los medios nacionales de los Estados Unidos dieron cuenta de lo que Trump plantea: “Sin estas reformas, la inmigración ilegal y la migración en cadena, que injusta y severamente abruman a los trabajadores y contribuyentes, continuarán sin fin”, afirmó Trump, al explicar que el paquete refleja la revisión que ordenó sobre los problemas del sistema migratorio, y agrego que “La reforma migratoria debe crear más empleos, salarios más altos, y más seguridad para los estadounidenses, ahora y para futuras generaciones. Las reformas delinead son necesarias para garantizar la prosperidad, oportunidad y seguridad para cada miembro de nuestra familia estadounidense”.
En su comunicado, Trump mintió al afirmar que la puesta en marcha de “DACA” en 2012 alentó un aumento de la inmigración ilegal en EEUU, pese a que el programa explícitamente delineaba los estrictos requisitos para los cerca de 800,000 jóvenes que eventualmente se ampararon al programa.
La “lista de deseos de Trump” se basa en tres puntos: la seguridad fronteriza, incluyendo el muro; reforzamiento de la vigilancia al interior del país mediante la contratación de 10,000 agentes adicionales a los ya existentes, y un sistema de visas legales con base en “méritos”, reduciendo las visas por vínculos familiares. Marc Short, asesor para asuntos legislativos de la Casa Blanca, explicó que para ellos, “Es hora de que el Congreso adopte estas prioridades migratorias, y pedimos que éstas sean incluidas en cualquier legislación respecto al estatus de los beneficiarios de DACA”. El documento con las mencionadas peticiones fue elaborado dentro de un proceso de deliberaciones entre los departamentos de Seguridad Nacional, de Justicia, y de Estado, así como con otras agencias federales, y fue entregado a los principales líderes del Congreso, y su difusión se produce en medio de negociaciones entre bambalinas para la eventual legalización de los “Dreamers”, después de que la Administración anunciara la eliminación escalonada del “programa de acción diferida” (DACA) de 2012.
Representantes del partido demócrata y múltiples grupos defensores de los inmigrantes han pedido la aprobación del “DREAM ACT” antes de fin de año, y han rechazado que ésa o cualquier medida de legalización de los jóvenes indocumentados incluyan el muro fronterizo. Además la propuesta del gobierno federal no ofrece detalles sobre la construcción del muro, su costo o su eventual ubicación a lo largo de la frontera, y tampoco precisa por cuánto se reducirían las visas legales por vínculos familiares.
No está claro si Trump vetará una eventual legislación que no incluya todos estos elementos pero, sin una ley consensuada, cerca de 690,000 “Dreamers” quedarán expuestos a la deportación a partir de 2018, cuando empiecen a vencer sus permisos de dos años, como hemos consignado ya en entregas anteriores.
Por si fuera poco, en su lista de deseos, la Administración Trump quiere eliminar también el llamado “Acuerdo Flores” de 1997, que regula las normas para la detención y trato de niños no acompañados bajo custodia de las autoridades federales; agilizar la deportación de niños centroamericanos no acompañados y una reforma del sistema de asilo para evitar supuestos reclamos fraudulentos, y adicionalmente pide también el uso obligatorio del programa federal “E-Verify” para impedir la contratación de trabajadores indocumentados, y eliminar ciertos fondos policiales para “ciudades santuario”, como también hemos mencionado en esta columna.
De inmediato se hizo patente el rechazo de los demócratas y activistas; Los principales líderes del partido del asno en el Congreso, Nancy Pelosi, en la Cámara de Representantes, y Chuck Schumer, en el Senado, dijeron en un comunicado conjunto que, a su juicio, la Administración no puede estar hablando en serio, si de entrada, divulga una lista que contraviene los intereses de los “Dreamers”, la comunidad inmigrante y la mayoría de los estadounidenses en general, y mencionaron que le comunicaron al presidente en una reunión, que estaban abiertos a medidas de seguridad fronteriza razonables en paralelo al DREAM Act, pero esta lista va mucho más allá de lo razonable.