Radar Político: Penchyna, de moda
CIUDAD DE MÉXICO, 24 de octubre de 2016.- En un singular acto proselitista en la ciudad de Phoenix, capital de Arizona, Michelle Obama sacudió una sala repleta y entusiasta el pasado jueves, donde llevo a cabo un emotivo discurso a favor de la elección de Hillary Clinton en las próximas elecciones presidenciales.
En Arizona, un estado emblemático para el racismo y la discriminación especialmente hacia los migrantes, donde dicen que todos los días, al salir de su casa, los latinos tienen que dar un último beso a su esposa y a sus niños porque no saben si van a regresar, esta elección en puerta es crucial. En esta entidad predominantemente desértica, a los migrantes la policía los persigue, los arresta sin motivo y les hace la vida imposible. También soportan la violencia de los grupos de extrema derecha que los insultan, los golpean y los amenazan de muerte, y además son víctimas de las leyes antiinmigrantes más duras del país. Así de dramático es el escenario para los hispanos en este estado, donde según se afirma, es el más racista y xenófobo de todo Estados Unidos.
Al hablar durante casi 30 minutos en un evento de promoción del partido Demócrata, la popular primera dama pintó un retrato del candidato Republicano a la presidencia como un “multimillonario fuera de contacto con la realidad, y que vive en lo alto de una torre en un mundo de exclusivos clubes.» Trump, dijo, ha tenido poco contacto con la realidad estadounidense del siglo 21 y por lo tanto le resulta fácil ver el país a través de un prisma de nosotros contra ellos, que produce desprecio por los estadounidenses y migrantes de grupos minoritarios que, según él, “son diferentes a ti.”
Trump tiene una visión de los E.U.A., radicalmente diferente de la que posee la candidata Demócrata Clinton, “Tal vez por eso este candidato pretende hacer ver a ciertos inmigrantes como delincuentes, en lugar de reconocer que es gente que trabaja hasta que sus dedos llegan al hueso». Por eso también piensa que hay que tener miedo de nuestros hermanos y hermanas musulmanes, debido a que en realidad no tiene idea de lo que son.» dijo Michelle Obama, quien al referirse a la candidata Clinton, la calificó como «una estudiosa de la política, alguien que tiene una visión de la igualdad, la inclusión, la libertad y la justicia para todos y tiene las políticas para impulsar esos valores con una visión objetiva de la realidad», cualidades que en verdad el mundo quisiera que sean ciertas.
Hizo el anuncio de que la campaña de Clinton invertirá más de $ 2 millones de dólares en sus esfuerzos de publicidad en Arizona, como respuesta a las encuestas que han mostrado que si hay posibilidades de ganar este año una Arizona tradicionalmente roja, y por si esto fuera poco y para ayudar a la promoción de salir a votar en una elección que podría inclinar la balanza en cualquier dirección basada en la participación, tres refuerzos de alto perfil fueron enviados a Arizona la misma semana pasada: El senador Bernie Sanders de Vermont, quien fue a Flagstaff y Tucson el martes; la hija de Hillary, Chelsea Clinton estuvo en Tempe el miércoles, y la Sra. Obama en Phoenix el jueves, evento desarrollado en el Centro de Convenciones de Phoenix con una asistencia de casi 7 mil posibles votantes y al cual no pudieron accesar varios cientos que fueron rechazados debido a que la sala estaba llena, después de horas de espera en una línea que serpenteaba alrededor del lugar.
En síntesis, ganar Arizona implicaría varias victorias en una, se estaría pintando de azul un estado que siempre ha sido conservador y republicano, se daría un manotazo en contra de la elección también de funestos políticos como el innombrable y sádico extremista, Joe Arpio, Sheriff del condado Maricopa y quien ha perseguido por décadas a nuestra gente y se sentarían bases para la evolución política de un territorio mucho más cargado a la ignorancia política y a la apatía. Sería una gran victoria para nuestros paisanos.