No alcanza
CIUDAD DE MÉXICO, 27 de marzo de 2017.- Resultó tan poco brillante como líder de su país, que bien podríamos venderle a Donald Trump una solución “genérica” mucho más barata para que consiga su idea de sellar la frontera y evitarse la construcción del costoso muro de 12,000 millones de dólares. El truco consiste en tan solo, dejar pasar el tiempo y dejar que varios factores hagan efecto. Me explico:
-Ya es un hecho que la vigilancia se ha extremado con la contratación de más de 5,000 nuevos agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que serán asignados principalmente a la frontera.
-La todavía reciente “Gran Recesión” en Estados Unidos que restó atractivo a ese destino migratorio y la enorme inversiones en protección fronteriza que este país ha hecho desde hace 25 años.
-La migración neta proveniente de México, considerada anteriormente como la más numerosa, ya alcanzó niveles menores a cero, es decir, más gente se regresa o es deportada a México que los que pretenden irse.
-Actualmente, los que están llegando por la frontera son principalmente centroamericanos, casi todos mujeres y niños, huyendo de la violencia en los países del Triángulo Norte (El Salvador, Honduras, Guatemala).
-Ha comenzado el envejecimiento de la población en América Latina, fenómeno que se da cuando disminuye la tasa de natalidad, una tendencia que ya tiene tiempo ocurriendo, por lo que hay menos jóvenes, y por consiguiente, menos emigran.
Por tanto, la pregunta no es como detener la entrada de trabajadores, lo cual realmente ya casi se ha logrado del todo por las razones arriba citadas, sino que el enfoque debería ser como manejar una población bastante grande de indocumentados, que ya está establecida.
Para los economistas de UC San Diego: Gordon Hanson, Chen Liu y Craig McIntosh el problema de la migración de grandes cantidades de obreros poco calificados “es una discusión del pasado”, de hecho, dicen, Estados Unidos haría bien en enfocarse en ayudar a la integración de la enorme población indocumentada que ya tienen y que también está envejeciendo a pasos agigantados.
Pero como dicen sabiamente los antiguos, “A rio revuelto, ganancia de pescadores”, y la pregunta es, al margen del tema político institucional, ¿Quiénes se favorecen con esta situación? Los polleros
El endurecimiento de la política migratoria estadounidense ha hecho que el cruce clandestino de la frontera desde México sea más costoso, largo y peligroso, pero pese a todo, los inmigrantes indocumentados, aun siendo menos, siguen queriendo cruzar, lo cual ha provocado que las tarifas de los polleros aumentaran de 5,000 a 12,000 dólares en promedio. Si antes había seis policías de migración cuidando todo el cordón de la línea divisoria, ahora hay 22 divididos en diferentes horarios, los costos son muy elevados, las rutas más largas y complicadas, y los cruces se han vuelto más peligrosos.
Desafortunadamente quienes la llevan de perder, son los migrantes que además de pagar cantidades exorbitantes, se arriesgan más tanto por las rutas más peligrosas como por los riesgos que los mismos polleros representan al ser parte de mafias carentes de ética y obviamente por la acrecentada rigurosidad por parte de las autoridades migratorias que si los llegan a atrapar, los someten a maltratos, vejaciones, procesos carcelarios excesivos y deportaciones que dejan huella permanente tanto en sus expedientes como en sus mentes por lo traumático que representa todo el proceso.