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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de agosto de 2017.- Una de las principales promesas de campaña del globalmente malquerido presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue la aplicación de mano dura con la inmigración irregular. Pues tanto así ha sido, que recientemente nombró al secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, como su jefe de gabinete debido a lo contento que está con su desempeño al frente del Departamento de Justicia.
Y es que en realidad que los números han marcado una notoria diferencia, las órdenes de deportación aumentaron un 27.8 por ciento tan solo durante el primer semestre del Gobierno de Trump, con un total de 49,983, según cifras del propio Departamento de Justicia, aunque es importante precisar que la cantidad de órdenes de deportación no equivale al número de deportaciones efectuadas, ya que en muchos casos las autoridades federales, deben primero localizar a los inmigrantes indocumentados hasta después de que ya se haya emitido la orden respectiva.
Entre el 1 de febrero y el 31 de julio de este 2017, el total de órdenes de deportación emitidas por la autoridad, fue de 49,983, frente a las 39,113 del mismo periodo del año anterior, según reportes del propio Departamento de Justicia.
En los casos en que el inmigrante acepta dejar el país antes de una fecha determinada, conocidos como “salida voluntaria”, aumentaron en 30.9 por ciento, al pasar de 43,595 en ese periodo de 2016 a 57,069 este 2017.
El número de “decisiones finales”, que es cuando culmina el proceso a nivel de juez migratorio, también aumentó, en un 14.5 por ciento, pasando de las 63,850 en el semestre anterior de 2016 a las 73,127 este año.
El Departamento de Justicia, ha movilizado a más de 100 de los jueces migratorios existentes a centros de detención de todo el país, esto para dar cumplimiento a la aplicación de una orden ejecutiva de Trump, destinada a endurecer la política migratoria firmada el 25 de enero, logrando que el 90 por ciento de esos casos, hayan concluido en órdenes de deportación.
Y por si esto fuera poco, el Departamento de Justicia contrata nuevos jueces de inmigración cada mes, siendo que a la fecha y desde que inició la actual administración, el número ha aumentado en 54 jueces migratorios más de los que ya había en la era Obama, además de tener en desarrollo la revisión y proceso de “optimización” tanto de los manuales de procedimientos y prácticas, así como de la tecnología con la que se apoyan, con la finalidad de “identificar vías para aumentar la productividad de los jueces sin comprometer el debido proceso”.
Es un aumento considerable tanto en presupuesto como en la proyección de “productividad”, lo que se ha destinado a este rubro, lo cual indica que la perspectiva no es alentadora en este rubro que se ha convertido en icónico tanto para los grupos y agrupaciones Pro migrates, como para sus detractores y opositores.