Alrededor de 8 mdp costará elección extraordinaria en Cuautepec
PACHUCA, Hgo., 18 de abril de 2016.- Dicen que en el amor y en la guerra todo se vale, y esta máxima también es aplicable en la política, y más cuando se trata de sacar la chequera para soltar los millones, con tal de ganar una presidencia municipal, una diputación o en el mejor de los casos, hasta la gubernatura.
Precisar el costo real de una campaña política es complicado más no imposible, y aunque las cifras varían en función de cada partido político, en Hidalgo una presidencia municipal se cotiza hasta en los 50 millones de pesos, mientras que una gubernatura requiere una inversión de hasta 100 millones de pesos, según estimaciones de ex candidatos consultados por Quadratín Hidalgo.
Según los entrevistados, en Hidalgo las alcaldías más costosas son aquellas que concentran el mayor porcentaje de población en pobreza extrema, ya que precisamente en estos lugares la gente (sin pensarlo dos veces) vende su voto a cambio de unos cuantos pesos o una despensa para darle de comer a su familia.
El diputado local independiente Luciano Cornejo Barrera, asegura que en la huasteca hidalguense, (cuyos municipios según la Secretaría de Desarrollo Social y el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval) integran la lista de los más pobres y marginados) para ser alcalde “debes tener por lo menos 50 millones de pesos”.
“En Huejutla por ejemplo, dicen que si no tienes 50 millones de pesos para ser candidato a presidente, mejor no le entres”.
-¿Eso cuesta la presidencia municipal de Huejutla?
-Eso cuesta una presidencia en Huejutla, porque sabes perfectamente que tienes que repartir recursos a la gente para que vote por ti, a mí me parece una grosería, algo grotesco.
Cornejo Barrera quien hace cuatro meses abandonó las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) tras 26 años de militancia, recuerda que hace 23 años, él ganó la presidencia municipal de Tezontepec de Aldama “con 8 mil pesos”, cuando el sol azteca ganó por primera vez aquel ayuntamiento.
Luego en 1997 vinieron campañas para diputados federales, ahí gastó 150 mil pesos para obtener 45 mil votos, y hace tres años durante las elecciones para renovar el Congreso local “me gasté menos de un millón de pesos”.
“Las alcaldías más caras son donde hay más pobreza, porque te cuesta más el voto, paradójicamente, es curioso pero es una realidad”, insiste.
Y en efecto, se necesitan varios millones de pesos para ser competitivo en una elección, como lo demuestran cotizaciones solicitadas por Quadratín Hidalgo a empresas que tienen como principales clientes a los partidos políticos, sobre el costo de artículos que normalmente se reparten en campaña como playeras, lapiceros, gorras y encendedores, las cuales arrojan que cada candidato gastaría en total 111 mil 520 pesos por entregar mil unidades de cada uno de estos artículos.
El padrón electoral en Hidalgo vigente al 2015 y cuya copia obra en poder de Quadratín Hidalgo, señala en el municipio de Huejutla hay 83,458 votantes, y estimando que sólo menos de la mitad acuden a las urnas, para que un candidato se promocione entre una parte del electorado requería más de 41 mil artículos, lo que traducido en costos (según las cotizaciones), representaría un gasto de 4 millones 643 mil pesos.
El diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Javier Amador de la Fuente, desestima la parte económica que se le invierte a una campaña, y dice que lo más importante es lo que “le invierte uno como político, ya que los temas económicos hay un tope que marca el Instituto Estatal Electoral”.
-¿Sale ser caro ser diputado?, se le cuestiona Javier Amador, quien es hijo de Ricardo Amador Zamudio, ex alcalde de Jacala, municipio enclavado en la sierra hidalguense y el cual a gobernó a los 23 años José Guadarrama Márquez, actual candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) al gobierno de Hidalgo.
-Cuesta más la inversión de tiempo, la dedicación, la organización, los acuerdos.
El fallecido empresario José Antonio Tellería Beltrán, el único presidente municipal de oposición que ha gobernado Pachuca, presuntamente ganó la alcaldía capitalina “tan sólo con 100 mil pesos”, según el legislador panista Guillermo Galland Guerrero, quien formó parte del equipo de campaña y quien asegura que hace 10 años “se podía ganar una presidencia municipal con 18 o 20 mil pesos”.
“Prácticamente con la gasolina, y como lo hacíamos al estilo PAN, suelo, sudor y saliva, con eso ganábamos presidencias municipales”, dice Galland Guerrero, quien reconoce que él para su campaña de diputado local (perdió en las urnas pero entró de plurinominal) se gastó cerca de 600 mil pesos.
Sin embargo, el panista dice que los gastos ejercidos en una campaña para presidente municipal o una diputación no se comparan con los millones que se le destinan a una gubernatura, “la cual debe salir mínimo en 20 o 30 millones de pesos para ser competitivos, y eso estamos hablando de lo que se ve”.
Algunos operadores que participaron en 2011 en la campaña política al gobierno de Hidalgo de Xóchitl Gálvez Ruiz, actual jefa delegacional de la Miguel Hidalgo, afirman que la ex funcionaria foxista se gastó de 35 a 40 millones de pesos para buscar la gubernatura.
El dinero -según dijeron los entrevistados- lo consiguió con empresarios, algunos de ellos del estado de Guanajuato, ligados al ex presidente de la República, Vicente Fox Quesada.
La propia Xóchitl Gálvez en entrevista para Quadratín Hidalgo, detalla que en su campaña para la gubernatura se gastó entre 12 y 14 millones de pesos, “ni siquiera llegué al tope de gastos de campaña que puso el Instituto Estatal Electoral que era de 17 millones”.
Gálvez Ruiz sostiene que efectivamente en Hidalgo las campañas son muy costosas, y atribuyó su derrota debido a que “yo no pagué por votos”, mientras que para su campaña de jefa delegacional en la Miguel Hidalgo, dice haber gastado menos de un millón de pesos.
Municipios en la miseria, ¿los más caros?
Para el diputado local Héctor Pedraza Olguín, representante de los indígenas del Valle del Mezquital, el afirmar que las presidencias municipales con población en extrema pobreza son las más caras “es discriminar y hacer menos a los indígenas, porque ellos tienen la capacidad de análisis y saben quién les habla con la verdad”.
Pedraza Olguín originario de Ixmiquilpan, municipio enclavado en el corazón del Valle del Mezquital, una de las regiones marginadas de Hidalgo, dice no recordar cuánto se gastó en su campaña para diputado local, pero sostiene que cuando fue diputado federal “me gasté más de un millón de pesos”.
Omar Daladier Zerón, quien representa ante el Congreso local a pobladores del distrito de Huejutla, que contempla los municipios con el grado más alto de marginación y pobreza, califica de “exagerada” la afirmación de que las elecciones en la huasteca hidalguense se ganan a “billetazos”.
De acuerdo con la revista Forbes, los cierres o arranques de campaña de un candidato a gobernador pueden costar hasta 10 millones de pesos, tomando en cuenta lo que esto incluye alimentación, transporte, productos promocionales y entretenimiento (por lo general grupos musicales).
En las campañas políticas también existen aquellos grupos de apoyo o promotores del voto quienes reciben un pago semanal de entre 200 y 800 pesos dependiendo del nivel que tengan, afirma la publicación.
Despensas, otro gasto electoral
Una despensa como las que se reparten en Hidalgo con los productos más básicos entre estos aceite, arroz, atún, avena, azúcar, café, chiles, chocolate, frijol y sal, tiene un costo aproximado en el mercado de 215 pesos, según los precios establecidos por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En Hidalgo de acuerdo con el padrón electoral vigente hasta el 2015, existen 1 millón, 969 mil 273 electores, de tal forma que para llegar por lo menos a la mitad de la población con una despensa en tiempos electorales, se requeriría una inversión de 211 millones 696 mil pesos.
La misma revista Forbes añade que a esto se suma la consultoría que compran algunos candidatos, que tiene un costo de entre 3,000 y 400 mil pesos, según el cargo y que entre otras funciones se considera un sitio web, redes sociales, coaching, diseño de imagen, protocolo, entre otros.
A estos gastos se suma el recurso para promocionarse en espectaculares y que tienen un precio mensual de entre 2,500 y 40,000 pesos, dependiendo la ubicación.
Según la tarifa de precios de la empresa Cartel Bi que tiene cerca de 100 espectaculares en Pachuca y Mineral de la Reforma, la renta de estos van de los 9 mil a los 20 mil pesos mensuales, de tal manera que un candidato que normalmente renta al menos 10 espacios para promocionarse en esas elecciones pagará 90 mil pesos mensuales en la tarifa más barata y 200 mil pesos al mes la más cara, y tomando en cuenta que las campañas en Hidalgo durarán al menos tres meses la cantidad se triplica.