Rescata Profepa a jaguar en Pacula en estado de salud crítico
ATITALAQUIA, Hgo., 3 de octubre de 2015.- Las muertes por la contaminación derivada de la explosión de agroquímicos ATC, en abril de 2013, han aumentado la mortalidad de los atitalaquenses y vecinos de Atotonilco hasta en un 50 por ciento, acusaron integrantes de la asociación Caminando por la Justicia.
Lamentaron que a dos años y 7 meses de ocurrida la conflagración y aún con los evidentes daños al ambiente y a la salud de habitantes de ambos municipios, los 3 órdenes de gobierno, así como la empresa Velsimex –que operaba ATC- poco o nada han hecho para resarcir los estragos causados.
Por ello, comentaron en conferencia de prensa, el incidente de ATC, no se olvida, y que se seguirá en pie de lucha hasta que el Estado mexicano y la empresa de pesticidas reparen los daños.
Señalaron que las autoridades han hecho caso omiso para tratar el tema, o por lo menos para asumirlo con madurez, la lucha para hacerse escuchar la han seguido a través de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Instancia que afirmaron, en breve emitirá un dictamen con el que se busca obligar al Estado a atender con seriedad el tema, además de garantizar la reparación de los daños, así como a ejecutar acciones para que emergencias parecidas no vuelvan a suscitarse.
Reprocharon la actuación de los órdenes de gobierno y de Velsimex a partir de la explosión, pues indicaron que en aquel entonces su única preocupación fue minimizar los daños a través de los medios informativos y no reparar verdaderamente las afectaciones a la salud en la ciudadanía de Atitalaquia, Atotonilco y demás municipios de la región Tula.
Acusaron que a más de dos años no se ha sancionado verdaderamente a Velsimex por la explosión ni se han tomado las medidas precautorias para evitar que se vuelva a repetir otro evento de esta naturaleza.
Por último reconocieron que el movimiento que ha insistido en la atención del caso ATC, ha perdido fuerza, que se ha ido desmembrando poco a poco, pero indicaron que esto se debe a que han recibido presiones y amenazas para que “ya no sigan haciendo ruido”.