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PACHUCA, Hgo., 15 de enero de 2015.- No cabe duda que desde la implementación de las pruebas de alcoholemia, conocidos también como retenes de alcoholímetro, estos habrían ayudado al menos en una ocasión a salvar vidas aunque de igual forma se han convertido en objeto de extorsión para los automovilistas, cuyo incremento de multa encarecería la ‘mordida’ en lugar de inhibir dicho comportamiento, al menos eso demostraría un análisis estadístico elemental.
Con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), en el periodo comprendido entre 1997 y 2005, la proporción de accidentes vehiculares donde hubo presencia de aliento alcohólico en el conductor promedió 8 por ciento del total, en tanto que para el periodo comprendido entre 2006 y 2013, ya con la puesta en marcha en alcoholímetro, el promedio de accidentes donde hubo presencia de aliento alcohólico pasó a ser de 10.5 por ciento, es decir, que hubo más accidentes con la prueba de alcoholímetro que sin ella.
En términos absolutos, el promedio de accidentes anual de vehículos en la entidad donde hubo presencia de aliento alcohólico fue de 378 y la desviación estándar de 175.
El único año cuya variación absoluta fue superior a la desviación estándar fue entre 2001 y 2002, lo que quiere decir que no existiría un beneficio real, al menos desde el punto de vista estadístico-matemático, que justificase las pruebas de alcoholemia en lugar de priorizar programas de educación y difusión de la cultura vial así como del uso del cinturón de seguridad.
ACCIDENTES OCURRIDOS EN FINES DE SEMANA
La información estadística también se desagregó para los accidentes vehiculares ocurridos los días viernes y sábado desde 1997 y hasta el corte del año 2013.
Entre 1997 y 2005, el número de accidentes ocurridos en viernes con presencia de aliento alcohólico promediaron 45 de manera anual, es decir, menos de uno cada viernes del año.
Para el día sábado, que es cuando los enfiestados conducirían en estado de ebriedad, los accidentes anuales promediaron 615, es decir, alcanzando entre 12 y 13 sumando los sucedidos en viernes y sábado.
Sin embargo, para el periodo comprendido entre 2006 y 2013 el número de accidentes promedio ocurridos de manera anual se incrementó a 69 los días viernes y a 746 los días sábado, siendo ambos promedios superiores a antes de implementar las pruebas de alcoholemia.