En Navidad no todo es felicidad…
PACHUCA, Hgo., 30 de noviembre de 2014.- La Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) se sumará éste 1 de diciembre, para conmemorarse el Día Mundial de la Lucha contra el sida, enfermedad, que afecta a más de 35 millones de personas en el mundo, entre los que se encuentran más de dos millones de adolescentes entre los 10 a 19 años.
Actualmente los avances de la ciencia, han permitido la incorporación de nuevos medicamentos antirretrovirales, por lo que el Sida dejó de ser considerada mortal, para ser denominada enfermedad crónica, incluso los medicamentos dan una esperanza de vida de 70 a 75 años entre la población infectada con este virus.
Los pacientes diagnosticados con esta enfermedad que no cuentan con seguridad social, se incorporan al Centro Ambulatorio de Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), el cual actualmente atiende a más de 500 pacientes, y otorga tratamiento antirretroviral específico y gratuito al 100 por ciento de las personas que lo requieren.
En Hidalgo de 1983 a septiembre del 2014, se han confirmado dos mil 38 casos, el grupo de edad más afectado es de 20 a 44 años de edad, con una razón de hombre-mujer de 3:1, la vía de transmisión más frecuente es la sexual, representando el 75 por ciento de los casos.
Al mismo periodo, se han registrado mil 93 defunciones, ocurriendo en promedio anualmente 49 muertes por esta causa.
Los servicios de salud de Hidalgo con apoyo del gobierno federal, han realizado inversión de más de 15 millones de pesos anualmente para realizar acciones de detección oportuna, prevención y atención de la enfermedad, por lo que de enero a octubre del 2014 se han realizado 24 mil 957 pruebas de detección para VIH, de las cuales 13 mil 436 corresponden a mujeres embarazadas y 11 mil 521 a población general y se han distribuido 817 mil 102 condones.
En todos los centros de salud y hospitales de Hidalgo, se cuenta con tratamiento antirretroviral profiláctico para todos y todas aquellas víctimas de violencia sexual, el cual se tiene que iniciar antes de las primeras 72 horas posteriores al ataque sexual, esto con la finalidad de garantizar que funcione el tratamiento y evitar una nueva infección por VIH.