Rescata Profepa a jaguar en Pacula en estado de salud crítico
TULA, Hgo., 30 de octubre de 2014.- Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo aseguraron a Juan Carlos Barrios Tapia, Alma María Olguín Mejía y Luis Rubén López Castillo, como probables responsables del homicidio de Noé Lugo Montiel, quien fuera encontrado en la calle Francisco Villa de la comunidad de Bomintza, perteneciente al municipio de Tula de Allende, con múltiples heridas producidas por arma punzo cortante en el tórax y abdomen, así como señales de estrangulamiento y golpes en la cabeza.
Da la averiguación previa 16/I/2838/2014, los investigadores realizaron una serie de entrevistas, entre ellas a la esposa del hoy occiso, Alma María Olguín Mejía, quien al cuestionarle sobre la relación que llevaba con su esposo, ésta comenzó a caer en diversas contradicciones, hasta aceptar haber cometido el asesinato con la ayuda de Juan Carlos Barrios Tapia y Luis Rubén López Castillo.
Alma María Olguín, relató que sostenía una relación extra marital con Juan Carlos Barrios y que producto de esa relación procrearon un hijo hace siete años, señaló que ambos ya querían vivir juntos, pero que era necesario deshacerse de Noé Lugo Montiel.
Una vez asegurado, Juan Carlos Barrios añadió que a Luis Roben López le ofrecieron la cantidad de 10 mil pesos por ayudar a completar el ilícito. Manifestó que entre los tres planearon que Alma María se viera con el hoy finado frente a la central de microbuses de aquel municipio, metros más adelante Luis Rubén, como supuesto pasajero lo abordaría para pedir un viaje a la comunidad de Bomintza.
Describió que completada la primera etapa, él los siguió a distancia en su carro, un Cavalier color gris, para concretar el asesinato. Por su parte, Alma María Olguín comentó que una vez a bordo del taxi, comenzó a discutir con su esposo, en ese momento Luis Rubén sacó una cuerda de entre su ropa y comenzó a estrangularlo, mientras que ella comenzó a herir a Noé con un «cuchillo» en el estómago y Las tres personas aceptaron haber privado de la vida a Noé Lugo Montiel, para después dejar su cuerpo en el lugar conocido como La Quebrada y el automóvil del servicio público abandonarlo en un camino de terracería.
Los probables homicidas fueron puestos a disposición de las autoridades correspondientes para resolver su situación jurídica.