Se incendia pensión de autobuses en Tula, 10 unidades afectadas
TLAHUELILPAN, Hgo., a 18 de enero de 2022.- Más de doscientas personas acudieron esta mañana a la ceremonia religiosa dedicada a la memoria de las personas fallecidas por la explosión registrada hace tres años en un ducto de PEMEX.
Pobladores de la comunidad de San Primitivo, donde tuvo lugar la tragedia que se cuenta, por su fatalidad, como la peor ocurrida en la historia de Hidalgo, rindieron homenaje a quienes perdieron la vida en el lugar, donde un sacerdote católico ofició misa y pasó lista a los fallecidos.
La fuga de combustible cobró la vida de 137 personas, de las cuales varios habían acudido con la finalidad de colectar el hidrocarburo que manaba de una enorme fuga causada por una toma clandestina.
Las razones por las cuales se originó la tragedia aún enfrentan a quienes son empáticos con deudos y sobrevivientes de la tragedia y a quienes señalan la irresponsabilidad de las víctimas al desobedecer la indicación de alejarse del sitio de la fuga que inició la mañana del 18 de enero de 2019.
Mientras, quienes sobrevivieron a la explosión, así como familiares de las víctimas mortales y de quienes ahora viven con graves discapacidades derivadas de las quemaduras, afirman que los apoyos comprometidos en 2020, meses antes de la pandemia, no se han entregado en su totalidad y reclaman, además, que no se haya terminado la construcción del memorial del cual sólo se colocó la primera piedra.
Los afectados se dicen olvidados por las autoridades, que señalan que la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia de Covid 19 obligó a que las prioridades cambiaran, al menos, para el caso de los recursos que se destinarían a espacios en memoria de los fallecidos.
En julio de 2019, 68 familias de 11 municipios recibieron 108 becas escolares destinadas a menores de edad afectados por la tragedia, mismas que serían continuas mientras los estudiantes se mantuvieran inscritos en el sistema educativo.
Durante aquella ceremonia de entrega de apoyos, el Gobierno del Estado de Hidalgo insistió a la población que denunciara a quienes perforan ductos y se dedican al huachicol, instrucción que, hasta el momento, continúa ignorada mientras esta actividad delictiva va en aumento en graves proporciones siendo causa, además, de una ola de violencia nunca vista en tierras hidalguenses.
Contrario a lo solicitado, ahora, pobladores de varias comunidades en diversos municipios protegen y defienden a quienes se dedican al huachicol, que hoy mismo tuvo un recordatorio de la tragedia con una explosión en Nopala de Villagrán, donde no se registraron pérdidas humanas.
En municipios como Cuautepec, Tetepango, Atotonilco de Tula, quienes se dedican a la extracción de hidrocarburo de manera clandestina gozan de impunidad ante la constante protección de pobladores que incluso enfrentan a la policía y evitan detenciones a fin de mantener su actividad ilícita.
Asimismo, la ordeña de ductos ha resultado en al menos tres incendios graves en lo que va de enero, durante los cuales murió una persona, además de numerosos asesinatos en los últimos meses e incluso la evasión de reos ocurrida en el Cereso de Tula sin que hasta el momento haya autoridad de ningún nivel de gobierno que pueda detener ni controlar los actos delictivos que siguen siendo considerados “hechos aislados” sin darles el nombre aún de “crimen organizado”.
En Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, municipios con más afectados por la explosión de hace tres años, la vereda en la que sucedió la tragedia es un campo de cruces y construcciones en recuerdo de seres queridos en la que las parcelas ya reverdecen.
El ducto del kilómetro 226 no se nota ya como la zanja abierta alrededor de la cual se rescataron restos que apenas fueron suficientes para la identificación de víctimas.
Los afectados, en tanto, como parte de los daños por la pandemia, parecen perder la esperanza de contar con proyectos productivos que en 2020 se comprometieron y los trámites de visa para quienes viajaban para rehabilitarse de quemaduras quedaron detenidos por los cierres debido al confinamiento sanitario.
La oración de hoy es lo único que acompaña a los damnificados, de quienes se desconoce si algunos aún se dediquen a la extracción ilegal de combustible o si han participado de alguna forma para la denuncia de quienes se dedican a esta práctica.