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PACHUCA, Hgo., 6 de febrero de 2024.- “Para que el señor Sosa sepa desde cuando se lo querían chingar”, soltó en tono jocoso el diputado federal Rubén Moreira Valdés, como remate de la anécdota que contó cuando el entonces gobernador, Omar Fayad Meneses pidió ayuda al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto para quitarle el control de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) a Gerardo Sosa y meterlo a la cárcel.
El episodio, es parte de los “chismes” que Moreira Valdés prometió contar sobre las andanzas en la política de Fayad Meneses, durante el estreno de su programa con peras, manzanas y naranjas, transmitido por redes sociales y donde dedicó algunos minutos a contar tres anécdotas del ahora embajador de México en Noruega, como aquella cuando estando en la residencia de los Pinos, Fayad le dijo a Peña Nieto que en Hidalgo la universidad estaba muy mal.
“Y entonces puso sobre la mesa al personaje este que se apellida Sosa, Gerardo Sosa es el dueño de la universidad… écheme la mano presidente, para quitarlo y meterlo a la cárcel” pidió el último mandatario priista de Hidalgo al último presidente del PRI.
La reacción de Peña Nieto ante tal sugerencia -según Moreira- “obviamente el presidente dijo, quién sigue y lo brincó”.
En otra ocasión, -prosiguió Moreira- siendo él gobernador de Coahuila volvió a coincidir con Fayad también en Los Pinos, donde el hidalguense le propuso entregarle que le entregara al PAN el gobierno de su estado.
“Haz todo lo posible para que tu candidato (Miguel Ángel Riquelme) pierda, para que sea gobernador Memo Anaya, a cambio de eso te vas de asesor mío a Hidalgo”, le ofreció Fayad.
“Seguramente eso les hicieron aquí (en Hidalgo)”, redondeó Moreira en alusión al pasado proceso electoral donde el PRI perdió la gubernatura de Hidalgo.
Moreira contó una revelación más, al asegurar que su paisano el exsecretario de Gobierno de Hidalgo, Simón Vargas Aguilar le confió que era a él a quien le habían ofrecido una embajada en el gobierno de López Obrador y no a su jefe Omar Fayad.
“Me la ofrecieron a mí, la embajada del Vaticano”, le confesó Simón Vargas al legislador, quien le reviró de forma burlesca: “Le dije pérame güey, el demonio no puede entrar al convento”.
El también esposo de la actual secretaria general del CEN del PRI, Carolina Viggiano, recordó que en otra reunión con diputados federales y ante los crecientes rumores de que Omar Fayad habría pactado una embajada con el gobierno obradorista, el hidalguense les juró que no sería embajador, pues sus pretensiones estaban puestas en ser secretario de Relaciones Exteriores, cargo que para entonces ya había dejado Marcelo Ebrard para buscar la candidatura presidencial.
Según Moreira, el gobernador Julio Menchaca influyó para que Omar Fayad desistiera en sus pretensiones de ser candidato al Senado de la República:
“Se dejó ir a gobernación, a pedir que no se regrese, va a andar en todos los palenques y ya viene la feria, ya se fue que no regrese”.
Así, inauguró Moreira su espacio en redes sociales, rematando con la promesa de contar otros tres chismes de Omar Fayad, “pero me los reservo para cuando me contestes”.