Rescata Profepa a jaguar en Pacula en estado de salud crítico
TLAXCOAPAN, Hgo., 19 de febrero de 2018.- Poco antes de este mediodía, pobladores de diversas comunidades y trabajadores de la alcaldía terminaron a golpes por estar en contra y a favor de construir una calle de acceso para la empresa Munsa pese a “despojar” al pueblo de un segmento de terreno del centro de salud de la cabecera que tenía pensado utilizarse para la ampliación del nosocomio.
La oposición a los trabajos viene de un par de meses atrás -tiempo en el cual- los habitantes lograron detener la construcción de la vialidad mediante la colocación de un barandal en el punto de acceso que sería utilizado para el acceso de maquinaria pesada y camiones de volteo para el transporte de material.
No obstante, este lunes esa protección fue retirada por la fuerza por un grupo de choque identificado con el alcalde Jovani Miguel León Cruz, acción que desencadenó el zafarrancho entre ambos grupos.
El grupo subversivo comenzó a insultar y a empujar a los pobladores que se encontraban apostados en el terreno del centro de salud a fin de impedir que las labores se reanudaran, e incluso hubo quien se identificó como padre del actual presidente.
La gran mayoría de personas que rechazaron la continuación de los trabajos fueron identificados con el exedil Miguel Ángel López Hernández pero sí hubo un número importante de ciudadanos que apoyó la defensa del centro de salud, por considerar que el gobierno del estado despojó al municipio de un espacio público para otorgarlo y en beneficio únicamente del capital privado.
De acuerdo al supuesto progenitor del mandatario en funciones, el grupo de choque sólo iba a recorrer la obra y a escuchar lo que se dijera en la reunión que la población tuvo con personal de la Secretaría de Obras Públicas (SOPOT), pero intervinieron de forma violenta contra los manifestantes.
Cabe resaltar que antes de los acontecimientos violentos arribaron al lugar policías estatales a bordo de al menos cuatro patrullas y que se mantuvieron en las inmediaciones del lugar, hecho que fue tomado por los manifestantes como un acto de intimidación con miras a reprimir la protesta social.
En este momento persiste un ambiente de tensa calma.
Pese a la oposición a la edificación de la vialidad, según se informó por parte de la SOPOT, las obras continuarán, debido a que se han cumplido todos los requisitos que legalizan por completo los trabajos.